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domingo, julio 22, 2012

Autobiografía.


"Si algún día escribiese mi autobiografía, te dedicaría un capítulo completo."

Es una frase que leí hace poco en un libro, no recuerdo si decía así exactamente, pero era lo que estaba en el espíritu del comentario. En ese momento varios nombres vinieron a mi mente de un solo golpe, muchísimos nombres a los que les tendría que dedicar un capítulo completo... y que en muchos casos se que tendría que nombrar en varios capítulos por ser tan importantes; pero únicamente uno de ellos permaneció dándome vueltas a la cabeza.

Un solo nombre. Un nombre que está presente en mi vida en este momento. Un nombre que no quiero que se esfume en mucho tiempo. Y es entonces cuando te llega esa sensación de incertidumbre. De saber que algo se te esfuma de las manos en cualquier momento. Es saber que ese nombre es como la arena, que te cuesta mantenerlo entre tus dedos, porque su naturaleza es ser libre, su naturaleza es correr sin ataduras y volar con cualquier soplo del viento.

Así le describo. Libre como la arena. Que para mantenerle atado a un solo lugar, hay que meterle en un frasco con tapa y no dejarle salir jamás. Pero eso… eso es algo que yo no se hacer, es algo que no quiero hacer. Porque para empezar, lo que me encantó desde un principio de su persona, fue ese espíritu emprendedor que emanaba de cada poro de su piel, con cada sonrisa fortuita.

Hay personas que aparecen un día en tu vida, para cambiarla y largarse. Ellos van y vienen cambiándolo todo a su paso, mientras tú, estático, les ves llegar y partir sin más ni menos.

Recuerdo siempre me pareció que era lo más cercano a un Dean Moriarty que jamás podría conocer. Era exactamente eso. Vive su vida a plenitud. Vive su vida con los sentimientos explotando al máximo en cada momento y esfumándose con la misma rapidez que aparecieron. También siempre me he preguntado como será ser una persona así. Digo, que sé a la perfección cómo es ser la estática, pero me pregunto cómo se siente ser el tornado que entra a la vida de las personas y desaparece rápidamente, cambiando todo a su paso. Sintiendo todo super fuerte, con sentimientos apasionados y abrasadores; y luego dejan las emociones desvanecer sin ningún remordimiento, sin que se altere en lo más mínimo su semblante, y se marchan actuando como si nada hubiera sucedido jamás.

Sometimes I wonder… if you were to be my Dean, would I be your Sal? I mean, am I the one you’re always going to come back to? Just when you need to feel safe, knowing that no one else will ever receive you with the same big smile as I will and caring as if nothing has ever happened?

Aunque creo que para ello tendría que verte ir y venir demasiadas veces. Y no sé si aguante, creo sería way too painful.



Victoria B.

lunes, julio 16, 2012

"The end has no end."

Es porque no puedo recordar tus caricias, ni el tacto de tus manos, ni la sensación de mis dedos entrelazados a los tuyos.

Solo puedo recordar mi corazón galopando y mis sentimientos encontrados en ese momento. El como no podía olvidar el daño que me habías hecho recientemente y quería que te me quitases de encima; también recuerdo como sentía las ganas de tenerte más cerca aún y el deseo de que ese momento no terminara jamás.

Recuerdo todo lo que pensaba, todos y cada uno de los pensamientos que me vinieron a la mente. El temor y la alegría. Las ganas de huir de ti y las de aferrar mis dedos para no dejarte ir jamás. Lo que no recuerdo es cual de los dos era más fuerte, ya no recuerdo cual deseaba con mayor intensidad.

Lo único que sé en este momento, es el presente. Conozco la situación ahora. Sé lo que sentí en el carro de regreso a mi casa… y el día siguiente: Ganas de huir; terror de que eso pudiera ser ‘algo’, mi maldito temor al compromiso; planes, planes para zafarme de todo; alegría, porque por fin había conseguido lo que quería; dudas de si de verdad era lo que quería o me había estado engañando; como en mi mente yo saltaba en una pata imaginando que quizá, por fin, me acoplaría a alguien, que quizá dejaría de huir, que quizá era el momento de vencer el miedo y lanzarme al vacío; incertidumbre, de no saber si todo había significado algo para ti.

Y pensar que se me ocurrió la fumada idea de lanzarme al vacío contigo.

Recuerdo la terrible sensación de todos los sentimientos encontrados. Gritándome que por favor tomara una decisión… decidí dejar ese plan para ‘más tarde’, sabía que tendría que pensar en todo eso en algún momento, pero no era ese, entonces en mi mente solo repetía “Raindows and cupcakes” y sonreí al público. No estaba lista para tomar una decisión… sabía cual sería, entonces quería disfrutar de la ilusión lo más posible.

Pero nunca tuve que pensarlo. Nunca tuve que tomar una decisión. Tú la tomaste por mí. Te desapareciste de mi vida de la misma manera que se retira uno después de romper un adorno en casa ajena. Te alejaste, desapareciste sin dejar rastro ni dar razones. Supongo que a lo mejor nunca te importó, o tal vez sentiste la misma presión… también es una posibilidad el que, como ya no habían razones para usarme, tampoco para seguir a mi lado.

Juro llegué a sentir eso, que me usabas... que me usaste.  Y mientras te fui útil, decidiste serlo para mi también. Quizá era tu forma de “pagarme”.

El hecho es que marcaste retirada, sin darme opción a replica, sin tener yo ni voz ni voto. Solo fui una vez más una pieza en tus juegos. Y he caído. He caído en todos y cada uno de esos jueguitos. Creyendo a veces que tenía el control.

Ilusa yo, creyendo tener el control de algo. Ilusa yo, que creía poder decidir qué era lo que hacíamos y qué no.

Wait, eso sí lo hice, ¡Claro que lo hice! Aquí se tomaban los pasos que yo quería se tomasen y en el momento en que yo quería que se tomasen. ¿Fue eso? ¿Fue eso lo que te molestó? ¿Es que acaso eres capaz de ser tan machista? Como yo tomé las riendas entonces te arrechaste, agarraste tu dignidad, tus bolas, tus celos y tu sonrisa y te fuiste con tus rollos a otra parte… ¿? No, no puede ser. Es imposible que sea eso. O quizá no. Pero supongo nunca lo sabré. A menos de que tengas la desfachatez de volver… de llamarme de nuevo, como lo hiciste hace poco.

¿Con qué cara, ah? ¿Con qué cara me llamas? ¡Descarado! ¿Qué me vas a decir? ¿Cómo pretendes disculparte? De seguro ni si quiera pretendes hacerlo, eso no va contigo. seguro pretendes volver, como si nada hubiera pasado. ¿Es que acaso crees que, de nuevo, no te diré nada? Pues no, no es así, esta vez si te voy a decir lo que pienso, esta vez mereces saber que eres una basura, esta vez voy a escupir todo lo que no te he dicho en el último medio año o más, si. Lo bueno y lo malo. Te hablaré de todas las sonrisas que sacaste sin si quiera planearlo, y luego te hablaré de todo el daño que me has hecho, de como me he sentido humillada, de como he terminado cual bebé y odiándome a mi misma por ello... cosa que no pasaba hace unos tres o cuatro años. 

Y acto seguido, después de decírtelo todo como no lo he hecho jamás, te daré la espalda y no volveré mas nunca a la seguridad de tus brazos. 


Y ahora, la canción que dio nombre de este post:





Victoria B.

viernes, mayo 25, 2012

Me has enseñado.


Tú me has enseñado muchísimas cosas con tu aparición en mi vida.

Me has enseñado que los estándares están para ser cambiados, que todo el mundo tiene algo que ofrecer y que enseñarte. Que debo aprender a ser valorada, que merezco ser valorada por quién soy y cómo soy, que no debo intentar amoldarme a los demás para que me acepten en sus vidas.

Me has enseñado que hay que apreciar lo que se tiene y aprovechar las oportunidades cuando están; porque el día de mañana, cuando menos te lo esperes, se desvanecerán, ya no estarán a tu alcance y no quedaran sino arrepentimientos.

Que los vacíos quedan cuando se apreció lo que se tuvo y que por más grandes que creamos que son, siempre van desapareciendo. Que ningún abismo dura eternamente en nuestros corazones, pues el tiempo, los va llenando con múltiples y dichosas razones para sonreír.

Tu presencia me ha dejado que las diferencias no necesariamente son motivo de discordia, que se pueden subsanar cuando ambas partes están de acuerdo en aceptar y en trabajar por lo que se quiere y así resaltar los otros muchos puntos en común.

Me has enseñado que puedo ser feliz. Que puedo ser feliz sin encontrar peros que me limiten, sin buscar ataduras en otros puertos ni anclarme a otras orillas. Que la felicidad depende sólo de mí y podrá estar a donde quiera que yo vaya mientras así lo desee.

Pero sobretodo, me has enseñado que por más rudas que sean las despedidas, por más difícil que pueda ser dejar ir, nunca debemos privarnos de las experiencias, que no debemos tener miedo y solo pensar en el fin. Porque vale la pena, vale la pena por los momentos vividos, que dejarán hermosos recuerdos dignos almacenar en nuestras memorias, y porque sin todas las diferentes experiencias, cosas como estas, no las aprenderíamos jamás (o quizás si, pero mucho mas tarde).


Victoria B.

martes, marzo 20, 2012

Este es tú último post.


Pues para mi tú ya hoy como si no existieras. Como  si no me percatara de tu presencia, como si no sintiera tus ojos clavados en mi espalda… o quizás soy yo que quiero imaginar tu mirada enfocándose en mi dirección.

Yo he tomado el vaso en el que se encuentra mi orgullo licuado y me he marchado. Me marcho porque ya no tengo nada que buscar en estas tierras y me marcho porque aunque hubiese algo que anhelar, prefiero no encontrarlo.

Hoy me he cargado las baterías antes de verte, me he llenado de energías y de buen rollo. Porque no quiero que me afecte tu presencia y porque no quiero mi semblante refleje cambio alguno cuando te vea. No quiero que sepas que me duele.

No me duele que no estés. No me duele que no haya sido. Me duele adentro, me duele por mí. Me duele mi orgullo y me duele saber que bajé la guardia contigo. Que te empecé a dejar pasar. Saber que había entreabierto la puerta y te dejé echar un vistazo. Saber que ese alto muro que tenía construido, para ti deje que fuera una cerca al mas puro estilo americano. Bajita y de madera. Enclenque. Lista para ser brincada... es más, pidiendo a gritos la brincases. 

Para mi tú ya hoy como si nunca hubieras sido. Como si nunca hubieses llegado. Cruzamos la mirada y no permito duré mas de un segundo. No te sostengo la mirada más que a cualquier compañero de clase con quien no hable, y no menos que a algún desconocido me cruce por la calle. El tiempo justo de la indiferencia.

En estos días soñé recibía un mensaje tuyo. Te disculpabas por cierta actitud y me pedías verme. Sorprendentemente, mi subconsciente te respondió se presentaría al lugar pautado. No creo en la vida real hiciera eso. Si acaso te respondería el mensaje. Sólo para que no fueras y te quedaras esperándome indefinidamente. Pero porque ya sé en carne propia lo poco divertido que es eso de esperar por el que nunca llegará.

Hoy, como dije, mi humor no podría haber sido mejor para cuando te viera. Lo consideré un progreso cuando, incluso después de verte, siguió siendo bastante bueno. Sólo hubo unos 30 segundos, solo 30, en los que perdí la compostura y la rabia tomó control de mí. No fue necesaria más que una rápida liberación de mi estrés para volver a mi estado zen. A mi buen rollo adquirido a conciencia.

Yo ya cerré capitulo. Cerré el libro. Literalmente: Lo cerré y lo deposité en tus manos. Haz de esta historia una tuya. Es toda tuya para que la rescribas, sin Victoria como personaje. Porque tal como quise estar presente en las lineas de tu vida en algún momento, hoy me rehúso a participar. Además, quiero dejar claro: Son estas las últimas líneas que te dedico en este espacio. En mi espacio. Es así como culmina este capítulo, y tú dejas de ser un personaje por el resto del libro de mi vida.

Es éste el momento en el que con alguna frase poética, empieza un nuevo capítulo, donde descubriré nuevos personajes y nuevas aventuras; y con las mismas, te deseo la mejor de las suertes en las tuyas. Espero crezcas, madures, te superes, consigas tus metas y tengas éxito en tu vida -profesional, deportiva y sentimentalmente-, pero sobretodo, espero seas feliz con tu vida y con la persona que eres. (Porque por más patán que seas, mientras te guste quien eres, todo va bien.)
Ahora si te digo que, ¡Adiós! Te veré como a cualquier extraño: por los pasillos. Con la indiferencia del que nunca fue ni será.


“What is that feeling when you’re driving away from people and they recede on the plain ‘till you see their speck dispersing? It’s the too-huge world vaulting us, and it’s good-by. But we lean forward to the next crazy venture beneath the skies.”
On the Road  -  Jack Kerouac.



Victoria B.

viernes, marzo 02, 2012

Sincerándome.


*Lo próximo son, lo que yo considero, mis mayores defectos a la hora de una relación de pareja. Quiero dejar claro que, en principio, solo aplica a las relaciones de este tipo.* 


1.- Nunca me valoro lo suficiente, no siento que pueda ofrecer algo que a alguien de verdad le pueda interesar. Creo que esa es la raíz de todo el problema, que debajo de toda mi capa de seguridad y que la gente piensa “Esa chama si tiene cojones”, cuando me llegan a conocer, se encuentran con una tipa débil que no cree lo suficiente en sí misma. Tengo conocimiento de todos mis problemas psicológicos, de lo enrollada que soy, de lo alejada que puedo ser, lo confusa y contradictoria. Entonces pienso ¿Quién podría querer estar en una relación con alguien así? ...  Pues yo no querría.

2.- Uno de mis mayores temores, aparte de la oscuridad, es el compromiso. Me aterra el tener que rendirle cuentas a alguien, me aterra el tener una ‘responsabilidad’ para con otra persona; siempre he pensado que si hablo contigo o si te cuento mi vida, es porque me provoca… supongo eso es lo que pasa en una relación, quieres esa persona forme parte de tu vida, si. Pero a mi es que me aterra profundamente. En cada contada oportunidad, en la que me he visto con la posibilidad de tener alguien a mi lado, que me de apoyo incondicional y cumpla con algunas cuantas de las cualidades nombradas en el post anterior, he huido. O peor aún, le he hecho huir. Si, porque soy experta haciendo que la gente se retire, me tenga miedo, o que se alejen de mí porque es simplemente lo mas adecuado, después de mi inequívoca actitud esquiva y seca.

3.- Las cosas fáciles siempre me han aburrido. Estoy, por lo tanto, acostumbrada a cagarme en todo el protocolo de ‘Es el hombre quien corteja’, pues soy yo quien se fija en chamos, digamos, insólitos y más que complicados, para tener de esta manera una meta. Daré entonces el primer paso, y el segundo… y de ser necesario, también el tercero. Sé esta conducta no tiene mucho sentido, en el último caso traté de que no fuera así, finalmente hubo alguien que gustaba de mí y estaba haciendo las cosas de la manera correcta, yo le estaba dejando hacerlo, pero con mi correspondiente sequía. Y no fue hasta que él decidió retirarse, que yo decidí que entonces sí me atraía. Ahí tienen, esa soy yo. Me gustan las metas imposibles. Doy vergüenza.

4.- Aunque ya lo he mencionado un par de veces, puedo ser asquerosamente fría, ácida, esquiva e insensible. Pero como dije también al principio, pues ¡Vivan las apariencias!  Puesto que aunque algunas (muchas) actitudes/conductas/apodos/escenas me parezcan vomitivas, soy alguien que no te dirá un “Te quiero” sino hasta que las palabras se le desborden de los labios y no pueda contenerlas un minuto más. Es decir, puedes tener por seguro que cuando digo algo, es porque verdaderamente lo siento. Aparte de ello, a veces tengo estas ideas cursis y metáforas irrisorias que suscitan carcajadas cuando las pienso/leo nuevamente pasados un par de meses. Cualquier lector asiduo de este blog ha sido testigo de mis verborreas minadas de terrones de azúcar.

5.- Hay una manía mía, de la que no he hablado en este espacio, y creo que el momento ha llegado.
Resulta que están leyendo a una persona que tiene varios pensamientos simultáneos y pues uno de ellos suele ser un monologo interno. Aparte, quiero acotar que voy por la vida sintiéndome indignada por cualquier tontería y acto insólito (tanto de amigos/conocidos como de completos extraños). Estoy yo consciente de la estupidez de mi indignación, y es por ello, que para solucionar el ‘problema’ que yo misma me acabo de inventar, termino solucionando esto en uno de mis monólogos. Que para mí, ya no es un monólogo, sino es una conversación común con aquella persona me ha indignado. Hablamos, en mi mente, como dos personas adultas y correctas, exponemos nuestros puntos de vista, y llegamos a soluciones concretas (aunque no lo crean, muy seguido pierdo). Entonces, tal y como hago eso con nimiedades, lo hago de la misma manera con la mayoría de mis problemas con otros seres humanos. He aquí la razón por la cual Victoria raramente pelea con nadie de verdad. Discutimos muy seguido, pero las personas jamás se enteran.
Lo que resulta un problema aquí, es que de esta manera también pido perdón, dígase, el afligido no se entera casi nunca de mis disculpas. Es un problema heavy también porque de esta manera soluciono igualmente los problemas realmente graves. Y a veces, solo a veces, no soy capaz de ponerme en la posición del otro y me veo obligada a hablar en verdad con la persona para solucionar el problema.
Esto resulta realmente difícil en casos de relaciones, porque si me atrae alguien, es normalmente porque no logro terminar de descifrarlo, y después de MUCHO cavilar y monologar, termino hablando con la persona, escupiendo demasiadas cosas al momento, demasiados monólogos se unen en un mismo discurso. Y entra entonces la confusión cuando las respuestas de la contraparte no son si quiera parecidas a las que recibí en mi mente (a veces son mejores de lo que esperaba, lo cual es bueno; y a veces se quedan cortas y no cubren mis expectativas, lo cual resulta asombrosamente frustrante.)

6.- Aunque diga lo contrario, soy asquerosamente detallista, me gustan los detalles, me gusta sentir que piensas en tonterías que te recuerdan a mí, o que tengas la gentileza de abrir la puerta y acompañarme a tal lugar que resulta ser mi destino, que me des una sorpresita de cuando en vez (por estúpida que sea). Si, me gustan los detalles. Y yo me comportaré de la misma manera, soy detallista en supremacía, y aunque se vean naturales, pensaré todas y cada una de mis sorpresas o comentarios claves, las pensaré tanto que son ínfimas las veces que paso algún pequeño detalle por alto. El problema aquí radica, en que te diré (no sé porqué) que no es necesario hagas ninguna de esas cosas por mi… supongo que en el fondo tiene que ver con lo primero, siento no lo merezco.

7.- Y ahora nombraré el que yo creo es el mayor de mis defectos, y que es una fuerte influencia en todos los otros. Y es el hecho de mi 'independencia', de que me gusta sentirme “La Mujer Maravilla”, quien puede lidiar con todo sola, quien no necesita ayuda ni apoyo de nadie para nada, quien puede superar cualquier situación sin alguien que le de ánimos. A quien no se le ocurre demostrar en público que ha sido herida para que no la tomen por débil. Yo soy esa quien no gusta que alguien colabore con ella, pero siempre quiere colaborar. Tengo ese jodido tic de líder, de jefe de la manada. Que es, al final, lo que yo considero mi mayor problema. No soportaría estar con alguien que se doblegue ante mi autoridad, pero tampoco sería capaz de soportar a alguien que lleve las riendas de nada.


Y bueno, ¡basta!, creo que esto ha sido suficiente por hoy. Estoy ordenando mis ideas, me dicen que el primer paso es reconocerlo, pero todas estas son cualidades yo tengo bien reconocidas hace más tiempo del que me gustaría admitir. Pero si sé que hay cosas debo cambiar. Ahora, mi duda es ¿Cómo carajo se supone que se hace eso?

**Y quiero acotar que cuando digo que me estoy sincerando, es tanto conmigo como con el mundo. Es una declaración pública de el fail que puedo llegar a ser :)
Victoria B.

sábado, febrero 25, 2012

50 Cosas del Amor.


Estas son 50 de las cosas que conforman el amor para mí. 
1.- Amor es compromiso.
2.- Amor es paciencia.
3.- Amor es compartir.
4.- Amor es honestidad.
5.- Amor es pasión.
6.- Amor son detalles.
7.- Amor es ternura.
8.- Amor son disculpas.
9.- Amor son abrazos.
10.- Amor son tulipanes.
11.- Amor son largas conversaciones.
12.- Amor es tragarte el orgullo.
13.- Amor son silencios cómodos.
14.- Amor es compañía.
15.- Amor es felicidad.
16.- Amor es sonreír.
17.- Amor es colaboración.
18.- Amor es química.
19.- Amor es ceder para hacer al otro feliz.
20.- Amor es apoyo incondicional.
21.- Amor es ser razonable.
22.- Amor es seguridad.
23.- Amor son caricias.
24.- Amor es conocerse.
25.- Amor son cenas seguidas por desayunos.
26.- Amor es aceptación.
27.- Amor es diversión.
28.- Amor son planes.
29.- Amor es lealtad
30.- Amor es complacencia.
31.- Amor es curiosidad.
32.- Amor es atrevimiento.
33.- Amor son experiencias.
34.- Amor es pensarle varias veces al día.
35.- Amor son mimos.
36.- Amor es permanencia.
37.- Amor son sacrificios.
38.- Amor es confianza.
39.- Amor es dedicación.
40.- Amor son chistes internos.
41.- Amor es atención.
42.- Amor es picardía.
43.- Amor son masajes.
44.- Amor son aromas.
45.- Amor es distinción.
46.- Amor es priorizar.
47.- Amor son cerezas.
48.- Amor son cambios.
49.- Amor es buen karma.
50.- Amor es ayudar.

Podría seguir, pero creo cincuenta son suficientes para dejar claro mi punto. 
Vamos, ahora que ya estoy mas o menos clara. Quizás sea capaz de entender como funciona y dejar de rehuirle a cualquier prospecto de relación. 



Victoria B.

jueves, febrero 23, 2012

Una amistad perdida.


Hay un tema que me amargó mucho durante bastante tiempo, hasta hace como un mes. Y este tema tiene que ver con mis amistades… una amistad en específico, de hecho.

Está esta amiga, que conozco desde toda mi vida, literalmente. Y cuando digo literalmente es en serio.

Resulta que hubo dos parejas en diciembre de 1991 que entre la alegría de las fiestas, se dieron a la tarea de concebir un par de fetillos. Ahí estaban, los dos nasciturus. Una pareja de casados que ya tenían su apartamento y otro par de hijos. Y una mujer que vivía en su pequeño apartamento de soltera.

Esta última ha quedado en estado y decidió tenía que comprar una casa más grande para darle oportunidades y calidad de vida al ser que llevaba dentro. Y resulta ha comprado un apartamento en el mismo edificio dónde vivía la otra pareja ya antes mencionada.

Es así, como en Septiembre de 1992 nacen dos niñas, con tres días de diferencia la una de la otra. Las dos han nacido en la misma clínica, y sus dos madres ya se habían conocido un poco en el ínterin.

¿Y que mejor, que presentar y hacer a estas dos pichurras amiguillas desde bebés?  ¡Pues nada es mejor que eso!

Es así como nace mi amistad con ella. Crecimos siendo amigas, jugando en la casa de la una o de la otra, comiendo helados donde Romeo y jugando con la gatita de esa frutería. Es así como armamos nuestros imperios de Barbies. Como nos mentíamos y exagerábamos historias. Como fuimos compañeras de juegos de video. Como bajábamos al parque y nos columpiábamos al son de nuestras voces cantarinas, desgarrando los tímpanos de todo aquel que pudiese escuchar nuestras salidas de gallo resonando. En fin, es así como crecí, con mi mejor amiga, que estudiaba en el mismo colegio que yo, con la que me metí en múltiples “actividades especiales”; inserte aquí aquel intento de ser parte del equipo de Voleibol que no resultó en más que dos niñas que se jubilaban siempre de la clase para ir a jugar por todo el desolado colegio. Es así como alguien pasa de ser una amiga, a ser parte de tu familia, a influir tanto en quién eres que ya no puedes imaginar un ‘hoy’ sin ella, porque ha sido siempre parte de tu vida.

Pero bueno, vengamos a un pasado mas cercano, como todos los que estamos aquí ya sabemos, yo me fui vivir nueve meses fuera. Esto no ‘daño’ nuestra relación, sólo dejamos de hablar muy seguido y dejamos de vernos con periodicidad, cosa que ya había pasado después de que estudiábamos en secciones diferentes + yo mudándome + luego el fin del colegio. Pero bueno, eso solo era un pequeño distanciamiento, cuando volvíamos a hablar o nos volvíamos a ver, todo era como siempre. Y es así como confirmas que una relación va más allá de “Amigas” y es cuando puedes pasar dos meses sin hablar con esa persona, y cuando vuelven a retomar contacto, todo es igual.

Mientras yo estaba fuera, ella también vivió unos meses en el exterior. Regresando a Venezuela un mes mas tarde que yo. Después de que ella regreso, pasamos bastante tiempo compartiendo ese agosto. Y como de costumbre, nuestras primeras semanas de septiembre también pasamos muchísimo tiempo juntas –ya que son días de celebrar y de euforia, por nuestros cumpleaños y toda la cuestión-. Comencé yo la universidad en octubre, y nos veíamos menos, pero seguíamos hablando con cierta frecuencia. Ella estaba pendiente de mí y como me iba en mis nuevas experiencias, y yo de ella y sus planes, es decir, dos amigas normales. Fue, si no me equivoco, a finales de ese mes, cuando ella volvió a viajar al exterior. Y fue, paralelamente, cuando también decidió empezar a tratarme indiferentemente. –No me pregunten a mí la razón-. Estuvo un par de meses fuera, en ese periodo hablamos unas tres veces. De las cuales creo puedo decir yo tomé la iniciativa en dos. Y ella, por su lado, respondía apáticamente y sin interés.

Victoria pensó que esperaría a que llegase, en navidad, el 25 de diciembre, en época de dicha y alegría, en época de compartir. Pero fue una presunción errónea. Estamos a 23 de febrero y yo aún no la he visto.

Habremos hablado como mucho unas cuatro o cinco veces. Todas bastante secas. Y la última, donde yo traté de preguntarle que qué le sucedía y porque cargaba esa actitud (esto fue entre el 3 y el 4 de enero, para ser precisos). Ella al parecer no notaba ninguna irregularidad en nuestra situación. Aún entonces, cuando ya de por sí para mi ese día estaba siendo bastante malo, y había optado por ir a un día de cine sola, pensé en invitarla a que me acompañase en mi soledad. Incluso en ese momento, ya sabiendo que quería hablar con ella, me negó la invitación.

Fue esa la última vez supe algo de ella. Desde ese día no sé nada de su vida, no sé nada de su familia, no sé de su paradero, ni de sus planes. No sé nada.

Y no es como en otras ocasiones, cuando simplemente no hemos hablado pero sabes cualquier día nos saludamos o nos vemos y nos ponemos al día en todo. No, se siente roto, se siente desde hace mucho a que algo en mi vida –entre otro montón de cosas- cambió.

Yo tengo la esperanza de que ella algún día vuelva a ser ella. Tengo la esperanza de que algún día esa relación, enfermiza e insana que carga, terminará. Ella dice la hace feliz, puede que sea así. Pero no hace feliz a la muchacha que yo conocí toda mi vida, hace feliz a otra persona totalmente alienada y que llega incluso a causarme pena por su jodida dependencia.

Yo tengo la esperanza de algún día recuperar a mi amiga, y de que así, en el futuro, seamos dos vejucas con ochenta años que puedan decir “Nosotras llevamos estos mismos ochenta años completos siendo amigas”. Si, no creo sea tan difícil… o quizás si. 

Ciertamente ya me rendí, ya jalé suficiente mecate por un buen tiempo. Espero ella vuelva algún día, queriendo hablar, o al menos fingiendo nada paso, iremos al cine, a comer o a alguna de nuestras casas a ver una película y hablar paja y seremos las amigas que siempre habíamos sido. 
Pero para eso yo estoy clara falta bastante tiempo.



Victoria B.


P.D.: Y pues si, a pesar de 'haberme asumido', he terminado de escribir esto con los ojos aguados. Creo nunca lo había contado ni tipeado completo ni con tanta honestidad, sino hasta ahora.
Los dejo entonces, espero volver más seguido. Pues no he publicado no por falta de tiempo ni por falta de historias. Sino por falta de inspiración a la hora de ponerlo por escrito.

miércoles, enero 04, 2012

Cavilaciones nonsense.


Esto es algo que he escrito hace no mucho, el 25 de diciembre pasado (2011, sí) Y pues hoy me he decidido a lanzarlo al agua. 

Si algo me ha enseñado la vida es que no puedes limitarte a ti mismo. Que no puedes cerrarte a nuevas oportunidades y nuevos prospectos. Me ha enseñado que las mejores cosas las encuentras en los lugares menos esperados y que las que más ilusión te hacen y de las que más esperanzas tienes, suelen traicionarte y no resultar ser tan agradables como esperabas que fueran.

Ese comentario va, sobretodo, dirigido a las relaciones humanas, a cuando vamos por la vida y creemos haber encontrado al ‘hombre ideal’, que termina siendo nada más alejado que eso.  Y luego, donde crees no existe ninguna posibilidad de si quiera considerarle un prospecto, terminamos consiguiendo a aquella persona que poco a poco se fue metiendo en nuestra vida, en nuestra mente… en nuestros corazones.

Hace un año exactamente, entre todas las tragedias que invadieron esta época que nadie espera sea sino alegría y ya a mí me traía nostálgica por estar lejos de casa, la vida empezó a demostrarme que las mejores cosas pueden venir en los empaques menos comunes. Esta próxima semana habría sido una de las cosas más bizarras en años. Hay días que tengo completamente en blanco. Hay cosas que recuerdo y que hubiera preferido olvidar, hay momentos y personas que grabe en mi mente y sé que se quedaran tatuadas ahí por siempre.

Pero ya basta de recuerdos de hace un año, tengo que dejar de vivir en el jodido pasado. Tengo que dejar de vivir de mis jodidos recuerdos. Tengo que ver el ahora. Y todo esto comenzó, porque últimamente me he dejado a mí misma creer que en ese empaque raro, empalagoso y consistente, conseguiría algo más. Con todo esto me he conseguido con una persona sola, patética y, bueno.. pues sí, todavía empalagosa. Me encuentro a mí misma, dándole oportunidad a lo que más alejado podría estar de cualquier cosa que a mí me pueda gustar.

También me encuentro involucrándome y dejando entrar en mí vida a personas que jamás pensé me fueran agradar de verdad. Me veo abriéndome con nuevas amistades, me veo siendo yo misma sin dejarme cohibir en lo más mínimo… porque apenas les estoy conociendo, porque empezar de cero te da la oportunidad de ser tú, porque no hay estereotipos previos de tu persona que rijan su imagen de ti.

Y entonces me reencuentro con viejas amistades. Con gente que recuerda a una Victoria que respeta a los demás, que no te dice todo lo que piensa para no herirte, que se traga sus sentimientos y las demostraciones de los mismos (sigo tragándome lo primero, mas no lo segundo), recuerdan a una Victoria que daba abrazos, que se tragaba su ego para no parecer arrogante, etcetcetc. Y confieso es un asco cuando me encuentro con esos amigos, ven a la nueva yo y me preguntan con cara de decepción y tristeza “¿Qué te paso?”

A ver, señores, yo creo que estoy feliz con quien soy hoy, y hasta los momentos, no pretendo hacer nada para cambiarlo. Hoy soy quien por mucho tiempo evite ser para no caer mal; hoy me importa poco como le caiga a las demás personas, soy yo y punto, a quien el agrade, sea bien venido, a quien no… lo siento, dese la media vuelta y enfile retirada.

Justamente por ser ‘yo misma’ es que a veces me pregunto por qué estoy tratando de darle un chance a alguien que es tan jodidamente diferente a mí. ¿Por qué? Vamos, confieso he sido clara, le he hablado feo, hasta he tratado en alguna oportunidad de que se aleje y me deje en paz… pero sigue ahí, al pie del cañón, aguantando los golpes. Y entonces no sé si el carajito es masoquista o es que de verdad quiere intentarlo… El problema, es tengo un problema con cualquier caso: O sé de antemano que tiene problemas mentales, o tiene problemas mentales y de paso me da miedo. ¿Miedo por qué? Porque no creo estar en un momento de mi vida para tener algún infortunio amoroso. No creo estar lista si quiera para dar un paso y dejar mis emociones ir más allá con alguien nuevo… Joder, que ya sabemos todos que yo me empepo, que me engancho con el muchacho y aunque no me enamore, llego a involucrarme lo suficiente como para volverle punto de comparación con los próximos pretendientes… y no quiero seguir llevándome más fiascos con gente nueva. Creo que ya está bueno de darme golpes contra la pared, joder.


PD.: Ahora que lo estoy leyendo de nuevo, creo que hay una media parte del post que poco tiene que ver, y luego comparas el inicio con el final y no tiene mucha coherencia. Si, señores, lo sé. Lo siento, pero no me pidan coherencia cuando ni yo misma entiendo muy bien de qué es lo que voy. 

Victoria B.

viernes, noviembre 18, 2011

Bizarradas III.


Hace muchísimo tiempo que no me ponía a escribir. Y es que estoy hasta las trenzas con los estudios, pero ya esta bueno de no darme tiempo para mí misma y de no darme tiempo para hacer catarsis. Luego me toca estudiar y no soy capaz de concentrarme con nada. Adelanto que este post será bastante personal y de paso, desorganizado, así que si son de aquellas personas que no soportan un zarpazo de ideas sin conexión coherente, les recomiendo que esperen al próximo post, el cual no prometo que venga pronto. 
Y para aquellos que no les gustan los posts largos, este tampoco es el más indicado para su persona. 


No he escrito nada de mi universidad. Recuerdo que el año pasado, en esas tres semanas que estuve, posteé un montón acerca de mis nuevas experiencias. Supongo que hay varios factores influyentes. Por ejemplo, como me iba, no tenía  de verdad que leer nada ni preparar materias, estaba ahí de hobbie; aparte, estaba jojotica con el blog, la emoción de mantenerlo siempre al día era increíble.

Ahora que lo pienso, eso fue hace aproximadamente un año, pero parece haber sido hace muchísimo más tiempo. Y al mismo tiempo cosas que sucedieron contemporáneamente, parecen haber sido hace tan solo un mes.  Siempre me ha parecido curiosa la forma en la que los humanos percibimos el tiempo.

Bueno,  iba  a por lo de la universidad, que sí, me tiene sin vida. Pero por más ñoña que suene, me encanta. Me fascina ir a clases de lo que me gusta y aprender todos los días cosas nuevas. Siempre he tenido esa hambre insaciable por conocimiento; y que al alimentar mi mente, lo haga con cosas que me gustan, no tiene precio.

Durante las primeras semanas, mis actividades extras se limitaban a preparar las clases, investigar extra o leer algunas cosas que sabría que tendría que leer para exámenes futuros. Claro, luego ya todo dejo de ser una guachafita. La próxima semana tengo mis dos primeros parciales, de los cuales confieso que solo presentare uno, porque no logré preparar la materia del segundo. Ya presentaré en la segunda oportunidad que es en diciembre, semana para la que tendré entonces tres exámenes. (¡Buena esa campeona!) La buena noticia, es que dos de ellos son de materias sumamente sencillas y el tercero, que es el que me tocaría el próximo  miércoles, que resulta ser una jodida materia filtro :) #ShameOnMe.

Amo a mi profesor de Romano I y Constitucional, de verdad que lo amo.  Veo clases con Tulio Álvarez y GRACIAS control de estudios por ignorar mis propuestas se sección. El ir saltando de sección en sección y de salón en salón lo vale. Claro, se supone que tendría que tener clases de Constitucional con Enrique Tejeras Paris, pero bueno, que el señor se ha retirado y Tulio está haciéndole la segunda, dándole clases a 140 personas más como un favor. Ese hombre es un santo. De todos modos, el doctor Tejeras ha asistido a un par de sesiones en la cual hacen una especie de clase colegiada. Que por cierto, el día de ayer me tocaba otra de esas clases, pero gracias a los anarquistas, chavistas resentidos que andan con disturbios en la uni, no he tenido clases. Malditos. Los odio, los odio a todos.

Ese es otro tema que ¡agh! Es la impotencia que sientes al ver como suceden estas cosas en tu universidad, y no puedes hacer nada. Aparte, sientes que no se están tomando suficientes medidas. Y que no entiendo que se gana suspendiendo las clases. No hay mejor manera de combatir a estos grupos que siguiendo con clases, no como si no pasara nada, no, sino demostrando que no se les tiene miedo y que no pueden detener al estudiante que realmente quiere estar ahí. El día martes, en clases de Civil estábamos hablando de las personas incorporales, y MaCa decía que se podía, sin embargo, amar a una persona jurídica. El ejemplo que salió a la luz fue: Amor a la UCV. Varias personas rieron. Pero espero que ahora entiendan lo que es. A mí, por lo menos, me duele  y me indigna que no respeten a mi Alma Mater. Y pues ahí tienen: Amor a una persona incorporal.

Me he dado cuenta que estoy asociando todo a lo que estoy estudiando. El día de ayer mí tía decía que a aquellos que estaban con los disturbios, había que meterlos en una bolsa negra, darles una rumba de palos y dejarlos ahí botados. Que así aprenderían. Y yo de una pensé ¡Derecho Arcaico: Penas sumamente severas para tratar de mantener a una sociedad bajo una misma normativa! Ptu Ptu Pssshh. Nerda, Victoria, sos una nerda.

Durante mis aventuras inglesas, pensé que había mejorado en todas aquellas cuestiones de las relaciones sociales. Que bueno, si, en cierta forma, lo he hecho. Pero no tanto como creía. Esto viene a que en este nuevo año no es que he hecho un zarpazo de amistades. Claro, que no me lo han puesto fácil, lo digo refiriéndome a lo que comenté antes con referencia a control de estudios. Y es que en mi carrera, en teoría, el primer año, uno ve todas las materias con una misma sección, es decir, ves todas tus clases con el mismo grupo de gente.

Pero como a mí me ha tocado inscribirme tarde puesto a que congelé el cupo, me he inscrito el mismo día que los repitientes. Es decir, me han echado a los leones. Me han juntado con toda la escoria (lo siento, gente que repite, no se lo tomen a pecho.) Y me han mezclado entre todo un montón de secciones. Tengo cuatro secciones, y una es incluso en la tarde.

Lo bueno es que tengo la oportunidad de sentir la atmosfera en cada salón. Y no se creen lo diferente que es cada clase. Esta este grupo que llamaremos A, con el que veo Introducción y (una clase a la semana es en grupo con otra clase que llamaremos B). Esta el grupo B, con el que veo Romano I, Economía y esta única clase de Constitucional. Un tercer grupo, C, con el que solo veo Civil. Y el grupo D con el que solo veo Sociología.

·      El grupo A, está lleno de asperezas, ver clases con ellos es de lo más incomodo. Puedes ver las secticas en el salón, como se lanzan puntas entre ellos. Sientes la rivalidad y la poca colaboración que hay. Se siente la enorme diferencia entre ver clases de Constitucional solo con ellos, a verlos en conjunto con la sección B.
·      El grupo B es mucho más abierto, todos se tratan bonito, se saludan y demás. Incluso lo mido en la forma en la que reciben a alguien que no ‘pertenece a la sección’ e.g.: Yo. Varias personas de ese salón me ven y me saludan, tratan de tener una conversación conmigo y demás (aunque yo no sea muy abierta a tener una con ellos) Incluso, en este salón hay una muchacha y otro par de muchachos con potencial de amigos. (si, yo voy midiendo a la gente). He de decir, que veo seguidas clases de Romano luego de la de Constitucional con el grupo A, y sientes como se aligera (¿Esa palabra existe?) el ambiente cuando el grupo A se marcha del salón.
·      Grupo C, diosmio, lleno de montones de gente buena, todos colaboran entre sí, se dan apuntes, comparten información todo el tiempo, se preguntan entre sí, etc. Aparte, también tienen esa iniciativa de aceptar a los peregrinos (de nuevo, Yo). Hay varias personas que me ven y siempre dicen “¡Hola Victoria! ¿Qué tal?” Y yo respondo, sintiéndome asquerosamente culpable de no saber sus nombres. Aun así, solo hay un par de grupos que podrían llegar, en algún momento, a tener potencial de amigos. Lo que más me sorprende, es que sólo veo una clase con ellos, y aún así son super buena nota. Claro, en civil siempre tenemos un chance antes de comenzar la clase, ese chancecillo es crucial para ‘socializar’
·      Y por último, el grupo D. Es en el que más cómoda me siento. Supongo que hay  varios factores que influyen. 1.- Es en la tarde, asumo que la gente después de haber comido, esta mucho mas contenta. 2.- hay varias personas que no son pajuatos recién graduados con ganas de comerse al mundo, son un poco mayores y supongo que eso hace que estén bastante más relajados. 3.- El profesor falta a cada ratp. Desde el primer día, que llovió un poco y llego a veinte minutos de que acabara la clase, dijo: “Ya saben que si llueve, yo llegaré un poco tarde”. Y pues, al profesor no estar, de nuevo, es mucho más fácil ‘socializar’. 4.- Es un grupo que está lleno de gente de varias secciones, no todos ven clases al mismo horario, entonces como estamos todos mezclados, no se hacen grupillos. 5.- Entonces, es de esos grupos que no tienen organización alguna, no hay delegados ni nada por el estilo, y a mí no me den un chance de tomar las riendas, porque las tomo. Entonces, eso he hecho, lo cual me hace sentir, de nuevo, bastante a gusto con el salón. 6.- El profesor es super buena nota, una vez que llega, no le quita al armonía al grupo, sino que le suma. Y todos percibimos eso. 7.- Por último, es en este salón donde único puedo decir que ya tengo de verdad amigos. Dos muchachas que son geniales y un muchacho que también es de lo más agradable. Aparte, hay otras cinco o seis personas con potencial de amigos.

Bueno, no se a que venía todo esto, pero ahí tienen un puño de sandeces de lo que se siente ser yo brincando entre sección y sección.

Como habrán notado, además de mi condición de saltamontes entre sección y sección, soy de lo más fastidiosa a la hora de escoger amistades. Y si a eso le sumas el hecho de que amo estar sola, pues me convierte en el bichito raro jajajajaja.  Aunque la mayoría de la gente me conoce como “la del cabello rojo” y si eso no funciona, “si, la de la corbata” (#TrueStory)

Y ya está bueno de la universidad, ¿A poco no? Pues sí. Hace un par de semanas iba a empezar lo que sería una ‘fructífera rutina de ejercicios’ con una amiga. Y les cuento que de fructífera, tuvo poco. Sucede que no solo quiero bajar unos tres kilos que aun cargo de más  (quiero llegar al 2012 en mis 48 ideales), sino que además necesito de un momento en el día que sea de liberación, de echarme a correr y a liberar asperezas. Claro, con mi amiga no corrimos nada, hicimos 3/4 de vuelta trotando y de resto varias vueltas de caminata apresurada. Pero a mí eso no me sirve, a mí me gusta terminar agotada, y hasta que no me duela el último musculo y ruegue por agua, no seré feliz. Aparte de ello, unir dos horarios no siempre es tan sencillo, siempre están quesi las clases vespertinas, quesi examen el día siguiente quesi esto, quesi lo otro. De nuevo todo el rollo de la universidad que les acabo de echar, pero al cuadrado. He pensado ponerme a hacer ejercicio yo sola, pero joder, como me cuesta tomar la iniciativa de salir a caminar sola. Vamos, que el día que lo haga, ya me acostumbre y se convierte en droga y lo empiezo a hacer a diario, pero salir el primer día, es siempre lo más difícil. Y aún nada que lo he logrado.

Confieso que hay otro tema que me ha tenido un tanto distraída. Y es que como ustedes saben que yo me armo mis melodramas amorosos como solo en una novela saben hacerlo. Bueno, no. Miento. Son más dignos de alguna película de cine independiente.

He hecho un regalo de cumpleaños en el cual me jugaba mucho. Bueno, no tanto, pero si mucho para alguien como yo. Alguien que jamás en su vida expresa sus emociones. Porque no me gusta, porque no me siento cómoda, porque pues creo más en que las acciones hablan por sí solas. Entonces dejé que en este regalo se mezclaran y complementaran entre sí las palabras con las acciones.
a) Y pues en un principio, eran los nervios, de cuándo recibiese el regalo; de cuestionarme si lo que hice estuvo bien, de que no llegaba a tiempo, de que no llegaba jamás.
b) Luego vino la etapa de joder, no llega y él no se mueve; carajito cojonudo, te matare, muévete que ya he arruinado la sorpresa; me tienes que estar jodiendo si has puesto a tu madre a encargarse de eso, me tienes que estar jodiendo, ¡ya va! ¿Tu madre? ¿Y ella que sabe? Que vergüenza, diosmiosantísimo.
c) Después, la etapa final. La has recibido, ahora, dime algo; sigo esperando que al menos digas gracias; está bien, actuemos como que no paso nada, te mandaré este video; pensar: gilipollas, respóndeme, ok, te juro que te odio :) -mentira, pero te mataría-; suicidio cuántico, super interesante; muere, muere, muere; está bien, he comprendido, me voy a la jodida mierda, he cagado todo, me largo, me desaparezco y no sabré más de ti -amo el drama, señores (por si no lo tenían claro hasta ahora)-; ¡CHUPAPOLLAS, ahora que yo he decidido desaparecer, entonces tu apareces, con tus disculpas, aceptando tus metidas de pata y ahora sí agradeciendo, regresas, con la cara bien lavada, no lo puedo creer, no sabrás más de mí.

Vamos, todos sabemos que no sería así. Pero que es que he pasado unas tres semanas de estrés insoportable, de cuestionarme todo, de juzgarme, de… si, de que me he deprimido y me molesta haberme deprimido porque eso deja claro que me importa. Me importa el puto carajito de los cojones y no tendría porqué hacerlo. Y el saber que no me debería importar pero que aún así lo hace, creo que es lo que más me molesta.


He conocido a este nuevo personaje, es bello, sí, bello (he conocido muchos bellos, a decir verdad, pero hablemos de este), y entonces hablo con él, y bueno, pues si me sigue pareciendo bello es que el chamo está bien parado en la vida. Sabe de su broma, es inteligente, cínico y bastante agradable. Bien. Mi frustración llego cuando me he enterado de su único jodido defecto hasta los momentos y que aniquila cualquier posibilidad de tener puntos a favor. ¡Soy dos años mayos que el puto chamin! Eso fue enterarme y decir como ‘aahh.. jaja ehm, si’ y casi darme media vuelta. #FAIL Ahí se los dejo. 


El chico de los ojos verdes ha aparecido en mi vida últimamente. La primera vez que lo he visto me ha entrado un ataque. Si, un ataque. Sentí que el mundo se había detenido y lo único que galopaba era mi corazón. Después de eso, he tenido la oportunidad de hablar con él otras pocas veces, y señores, la universidad me lo ha jodido. Ya no es cínico, su humor negro se ha esfumado, se viste con chemises  (siento que eso está de lo más nichemente escrito) y usa palabras de pavitos asquerosos. Mi bicho raro se ha esfumado. Después de eso, me lo he conseguido esta semana nuevamente, me ha visto a lo lejos y empezó a agitar los brazos cual lunático para que le viese, ya, lo había visto, pero no pensaba ponerme a brincar como él. Confieso que eso ha sido bastante cómico. Y me he dado una palmadita en el hombro cuando después de que nos hemos saludado, con un abrazo digno de medio año de no habernos visto (a mí me ha parecido too much) le he dicho “Voy corriendo, te dejo” y me he despedido con un gesto de mano, dándole la espalda y corriendo. Me di una palmada al hombro cuando me di cuenta de que la tierra seguía girando y que mi corazón no iba más acelerado que lo que implicaba mi paso al andar común. Chico de los ojos verdes, sigues siendo un espécimen digno de museo, pero ya no eres el que eras antes. Adiós.


Y pues creo que este ha sido un recuento bastante general de varias cosas que han sucedido en los últimos meses. Más que por mis pocos lectores, ustedes, querido fieles, lo hago por mí. Porque siento que el tiempo va pasando y pasando y yo no estoy dejando record alguno de nada. Y me gustaría volver en el futuro y recordar cómo me he sentido. Tanto las buenas sensaciones como las peores.

Me retiro en esta noche colmada de irresponsabilidad de estudios. Espero no demorar de nuevo tanto como esta vez para publicar un post algo menos personal y más al interés del público general. Pero confieso que escribir un texto de desahogue me hacia tanta falta como la que me hace una taza de té en este momento. Voy a por ella. Adiós. 

Victoria B.

jueves, septiembre 29, 2011

Un Sueño a Distancia.

Siempre es más fácil dar consejos desde afuera del problema. Siempre es más fácil ser objetivo cuando tus sentimientos no están de por medio.

Tengo muchos casos cercanos de amigas que están/quisieran estar/podrían estar en una relación con alguien que vive a miles de kilómetros de ellas. A todas las he dicho que es una estupidez. Nunca volverá a ser lo mismo, necesitas de las experiencias del día a día, el contacto físico con la otra persona, así sea para darles una palmada en la espalda cuando dicen alguna tontería. Una de las cosas más importantes para cualquiera de nosotros, es la comida. Cuando cuadramos ver a alguien, suele haber comida de por medio. Y no poder compartir eso con tu pareja, da muchas limitaciones.

Pues sí, les he dicho que lo dejen hasta ahí, que no tiene sentido si ya no viven cerca. Les he dicho que alguno de los dos terminará saliendo con alguien más. Que saldrán lastimadas. Les he dicho que no se involucren, que no puedes conocer a alguien de quien solo sabes por la 2.0, todos tenemos un lado oculto. A todas les he dicho que esa relación, basada en conversaciones escritas y video-llamadas por skype, no puede funcionar, que lo dejen hasta ahí.

Pero hoy me veo a mi misma, involucrada -lo suficiente como para escribir esto- con alguien con quien no puedo compartir una pizza, a quien no le puedo pegar cada vez que se mete conmigo, con quien los “Muere” nunca tienen el mismo sentimiento que en persona. Y no les cuento de la diferencia de horarios, eso es lo más difícil, eso y las limitaciones del día a día. Y por su puesto también el hecho de que solo podemos hablar cuando los dos estamos en la computadora.

Y sé a ciencia cierta que tendría que parar esto, al menos mis emociones. Porque él está allá y yo aquí, porque no me dejo a mi misma ver otras posibilidades con otros hombres. Porque aún a larga distancia él logró ocupar un puesto que pensé sería difícil de reemplazar. Porque añoro sus besos de tal manera que sería mejor olvidarlos y así no tendría que necesitarlos más nunca.

¿Se han fijado lo necesario que puede ser el poder ver a los ojos a alguien? Directamente, frente a ustedes. Con todos los sentimientos desbordándose en la mirada, y que esa mirada diga todo lo que las palabras no son capaces de expresar. ¿Y se han fijado como aunque podamos ver los ojos de dicha persona en una pantalla de 17pulgadas, nunca, JAMÁS, se sentirá igual?

Mis sueños cada vez son más creativos. Mi mente está convencida de que estamos tan cerca que podríamos vernos todos los días. A veces cree que alguno de los dos está próximo a hacer un viaje, y los reencuentros son dignos de una película.

Pero cuando despierto, la nostalgia es más grande aún. Y la certeza de que es hora de salir corriendo de esta situación se desborda por mis venas… Pero hay una pequeña yo allá adentro que no quiere correr, y que se aferra a este sentimiento. Y resulta que la pequeña Victoria, es más fuerte que todo el exterior de mí misma.

Así que aquí sigo, esperando con ansias volver a tener su nombre en la pantalla de mi computadora.


Victoria B.

domingo, junio 19, 2011

Diálogo.


-Tenemos que hablar.
-Estamos hablando.
-No, tenemos que hablar de eso…
-Ah, ¿De eso? ¿Para qué? Fue hace mucho…
-Aún así, siento que tenemos que hablarlo.
-Bueno, ya esto lo hemos hablado muchas veces, solo que tu no lo sabes. Yo he tenido esta conversación contigo en mi mente centenares de veces… Pero está bien, hablemos.
-Comienza tú.
-No tengo nada que decir, ya te lo he dicho todo.
-No me lo has dicho a mí, te lo has dicho a ti misma imaginando que hablabas conmigo.
-Cierto… Aún así, no creo que decir algo de eso ahora vaya a cambiar algo.
-Puede que no… Pero ¿Quién sabe?
-¡Yo lo sé!
-Bueno, es que he estado pensando… y no entiendo porqué pasó lo que pasó.
-Bueno, pues pasó lo que pasó porque los dos queríamos. Porque el momento se dio… Creo que debimos haber hablado de esto muchas veces en el pasado.
-Los dos queríamos… si, es cierto. ¿Pero no queríamos los dos que eso siguiera?
-¿Tú querías?
-No me hubiera importado…
-¡Pues haber hecho algo en el momento! Ahora ya es demasiado tarde.
-¿Tú crees? Nunca es demasiado tarde.
-Eso es mentira, ahora sí lo es. Ahora ya nada pasará, yo no estoy dispuesta a que esto funcione a larga distancia. Lo siento, pero no me da la gana.
-La verdad es que esas cosas nunca funcionan.
-No.
-Todo debió haber pasado en ese momento… o luego, cuando de nuevo nos teníamos de frente.
-Pues sí, pero esto es lo que pasa cuando juntas a dos caídos de la mata.
-¿Qué me has dicho cada vez que has hablado conmigo?
-Ya no tiene sentido decirlo.
-Claro que tiene.
-Siempre te he preguntado si todo fue solo una cuestión del momento y del alcohol… o sí era tu consciente… lo mío era más que conscientemente.
-¿Y por qué nunca hiciste nada antes de eso?
-Por dos razones: Primero, me prometí a mi misma hace mucho tiempo que jamás volvería a perseguir a un hombre, si él quiere algo, que venga, sino, mala leche. Y segundo, porque en ese entonces no se suponía que yo pudiera hacer nada, no estaba permitido.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que por ese entonces yo estaba ‘saliendo’ con alguien. Solo que tres días antes de que lo nuestro se diera nos dimos un tiempo. No se suponía que me gustases…
-Aún así lo hacías.
-¿Te has visto en un espejo? Fue atracción a primera vista. Y luego te conocí mejor, y pues tu personalidad mola.
-¿Supo alguna vez tu novio de mi?
-¡No le llames novio! Diosmio, que fuerte la palabra. Y pues no, nunca le dije nada, no hizo falta. El con su intensidad, yo con mi repelencia, eso no podía funcionar.
-¿Y entonces por qué estabas con él?
-¡¿Aquí estamos hablando de nosotros o de mí?! … Perdon... Bueno, A decir verdad, no lo sé… me he preguntado lo mismo muchísimas veces.
-Quizás no es demasiado tarde.
-Sí que lo es. A saber María cuando volveré yo por aquellos lares. No nos veremos en mucho. Y estas cosas así no funcionan. He comprobado que ni las amistades a distancia funcionan debidamente.
-¿Entonces tampoco podemos ser amigos?
-¿Quién dijo?
-Tú.
-No, yo no dije eso…
-¿Entonces seguiremos hablando?
-Eso espero… Supongo que algún día nos volveremos a ver.
-Seguro que sí.
-¿Tú ves? Nuevamente te estoy diciendo todo en una de mis conversaciones mentales. Y tú no sabes nada, otra vez.
-Siempre pasa.
-Adiós.
-Hablamos pronto.
-¡No me jodas!
Victoria B.

domingo, marzo 27, 2011

Me confundes como un crucigrana en árabe.

Sé que es muy estúpido seguir pensando en él, pero es que me trae por la calle de la amargura, me confunde y me hace pensarlo seguidamente. Y es que es inevitable no tenerlo presente en mi mente… creo que todo se debe a que nada nunca quedo claro. A que nada nunca terminó -y es que tampoco empezó jamás- simplemente, “fue”. Entonces nada culminó, y seguimos hablando y seguimos diciendo y demostrando. Y luego él se desaparece, y me deja con todas mis palabras y con todos mis pensamientos. Ahí es cuando pienso ‘Este es el final que antes nunca se dio’.
 A veces me pregunto qué significo yo para él. Aunque a veces creo que es mejor si no lo sé. Y es que no se si alguna vez me cruzo en su mente. Tampoco sé si alguna vez me piensa o me pensó de la manera en que yo lo hago…  y es que si tan solo supiera cuantas veces me quedo viendo aquella foto de aquél día. Si, aquél día en el que él fue un príncipe azul y yo me sentía como en un cuento de hadas, bailando entre sus brazos, él tan bien vestido y yo tan de princesa. Aún recuerdo todos los detalles de ese día, y juro que no hubiera sido tan maravilloso si él no hubiese estado ahí. Son su sonrisa, sus carcajadas, con sus miradas y sus temas de conversación fuera de lo común… de esos que solo él y yo podemos sacar. Que hablar de bizarradas se convirtió en un deporte para este par.
Lo extraño como si no hablara con él hace años. Y hablamos hace menos de 24 horas y lo conozco hace no más de un año. Pero heme aquí. Enganchada a él… Me pregunto qué pasará cuando regrese. Me pregunto si aquello que nunca empezó ni terminó llegará a alguna de esas dos etapas… y para ser sincera, yo necesito que alguna de las dos cosas pase si pretendo seguir en mi vida.
Algunos pensarán que ‘estoy enamorada’… y es que ya me lo han dicho. Pero para ser honesta, no creo que lo esté. No entiendo muy bien la situación… no entiendo muy bien que significa él para mí, sin lugar a dudas me gusta, y sin lugar a dudas lo quiero. Pero tan segura como estoy de eso, tampoco cabe lugar para la duda de si es 'amor'. Es más, SÉ que no estoy ‘enamorada’… Aunque sé que de él podría en algún momento llegar a estarlo. 


Victoria B.

jueves, enero 13, 2011

O lo digo o se me atragantan las palabras.

Creo que fue una mala idea desde el comienzo, creo que ese sentimiento de pánico en la panza, de un estómago hecho un completo nudo, lleno de lazos; no eran lacitos de regalos. No era para indicarme que era una buena idea. Quizás debería aprenderme lo que son las malas espinas, de cuando en vez debería hacerle caso a mis pequeños presentimientos.
Y no me digan que tenía que hacerlo, que 'tenía que darle la oportunidad y tenía que darme yo misma una oportunidad', porque nada hubiera perdido si no me hubiese dado la oportunidad, y él, pues no se merece ninguna... No luchó por ganársela y ahora simplemente está demostrando que por buenos sentimientos y buena gente, pues no lo merecía.
Es que no se qué fue lo que me pasó por la mente, si yo sé que a mí me gusta conocer perfectamente a las personas, yo tengo que saber mucho de alguien antes de tomarle confianza, pero nooo... no, yo me dejé llevar por una cuestión meramente química, por un impulso de '¿qué pasaría si...?' y de no quedarme luego con la duda de 'Y si tan solo hubiera hecho tal...'. Sí, creo que tan solo me dejé llevar. Y esa no soy yo, yo soy una Victoria que lo analiza todo tantas veces como puede, soy una Victoria a la que le gusta entender a la perfección cada detalle de aquello en lo que se está metiendo.
Así que no me digan que tomé una buena decisión, porque si hubiese tomado una buena decisión no habría salido con un orgullo aplastado y pisoteado. Si hubiera pensado coherentemente y analizado todo como suelo hacerlo, simplemente nada de esto hubiese pasado, y ahora no me sentiría incomoda en mi misma casa, ahora no tendría ganas de gritarle ni de insultarlo, porque simplemente me siento humillada, porque me molesta...
Me molesta que la gente sea tan cobarde, me molesta que mientan, me molesta que me tomen por imbécil y por una de esas muchachitas que caen en #cualquiervaina que les dicen, porque discúlpame, pero esa no soy yo. Me molesta... me molesto yo, me molesta haber tomado la decisión equivocada desde un principio, y así ahora nada de esto habría pasado, y si bien habrían situaciones incomodas gracias a tí desde un principio, ya yo me había acostumbrado a eso, simplemente me había acostumbrado a que manteníamos una relación meramente de respeto, de esas relaciones de convivencia que no queda otra más que cumplir. Pero no, nononono, yo decidí meter la pata, yo decidí comenzar eso, te tomé un poco de aprecio, le tomé un gustico a eso de sentirte cerca mío, a las caricias que me hacías en el pelo, simplemente, terminó gustándome todo eso. Luego viniste y lo dañaste todo, si, pensaste que diciéndome que me 'amabas' y que yo era 'la indicada' caería rendida ante tus pies, pero no, conseguiste fue un rechazo, un 'no te amo y jamás podré hacerlo, perdón', lograste ganarte un tiempo, lograste dañar todo por dos semanas, me diste tiempo de pensar en que esto no funcionaria y en que quizás tampoco quería que funcionara... si, terminé pensando que quizás todo eso debería acabar pronto, porque no quería herirte, porque no era justo... y al fin y al cabo, durante ese tiempo que nos dimos, también comprobé que tú no eras capaz de encender esa llama, de alborotarme las enzimas y ni de despertar aquella pasión que ya sé que él siempre ha encendido y aquella que su doble si supo manejar...
Finalmente, te veo, te abrazo, extrañamente se sintió bien tenerte de nuevo entre mis brazos... sabía que todo debía terminar pero le fui dando largas, luego te alejaste, luego los momentos no se daban... y finalmente, terminaste comportante como si no nos conociéramos. Terminaste consiguiendo que YO fuera quien le preguntara al 'drama queen' que era lo que estaba mal. Y pues mira, no fuiste capaz de decírmelo en mi cara, ¡cobarde!.
Nonono, tú me dijiste que hablaríamos luego, y esperaste a que me fuera a mi cuarto para escribirme al celular explicándome lo que te pasaba. Yo básicamente te dije que te buscaras a otra y que te olvidaras de mi... pero lo que me molesto, lo que me hiere al orgullo, es que hayas sido tu quien tecleara las palabras 'entonces desde hoy somos sólo amigos...'. Lo que más me sorprende, es que de verdad eso haya pasado por teléfono, que no hayas tenido los balones de hablarlo a la cara... Nunca pensé que fueras tan cobarde, pero eso confirma algo que ya yo sabía, nunca llegue a conocerte bien.
Luego, para acabar con mi orgullo por completo, porque no había sido suficiente, y te importa un comino dejarme en completo ridículo, ya para el día siguiente, tenías tus brazos alrededor de otra. Patán.

Y esta, es la última vez que escribo algo de tí, #mialma, solo tenía que sacar esto de allí dentro.



Victoria B.

martes, enero 04, 2011

Acerca de Él.

A veces me molesta cómo es que nadie puede lograr sacarlo de mi mente. Me molesta cómo siempre logra colarse en mi disco duro y escapar de aquella carpeta comprimida dónde lo coloqué una y otras mil veces.
Me molesta porque las oportunidades y los hombres brillantes e 'ideales' se me cruzan en el camino y me brindan oportunidades, y aún así yo pienso en él. Me permito vivir, de eso no cabe duda. Pero no me permito sentir nada, porque hay un inmenso muro sellando cualquier posibilidad de sentimiento, hay un muro que contruí para dejar encerrado todo lo que siento él, porque no tiene ningún sentido quererlo estando a quién sabe cuántas millas de distancia. Pero es que yo lo he idealizado tanto que no puedo imaginarlo sino como el ser mas excitante, intrigante e ideal para mí que he conocido. Sí, así en plan de niña chiquita que preende casarse, solo que completamente diferente. Él es ideal para la Victoria que existe hoy. Él es aquello que me vendría de maravilla hoy en día.
Es por eso que por más que Su Doble. se le parezca tanto, y por más que Su Doble haya complacido todo lo que él no se ha dignado a darme, por más que lo intento, no consigo sino terminar redactando aquél mail.

Diosmio, Querido mío... a veces caigo en cuenta de lo probable que es el que esté desperdiciando mis meses por este lado del mundo pensando en tí, para regresar y que termines diciendome lo mucho que te agrado, lo mucho que me aprecias, pero que jamás pensarás en mi de esa manera. Sería como un segundo cachetón. Así, para emparejar mi mejilla hace años ya golpeada con esa misma respuesta por aquél a quién le brinde años y años durante todo lo que llevo de mi corta vida.

Aún así me sonrío cada vez que leo esas noticias tuyas... me sonrío cada vez que me dices lo mucho que me extrañas.Por eso es que yo hoy te digo:
¡Feliz Día de la Declaración de la Independencia de Birmania!.

Mientras tanto, seguiré disfrutando de mi vida como he venido haciendo, seguiré viviendo y seguiré huyendo de todos esos sentimientos intensos que no soy capaz de corresponder, lo siento. Pero no puedo. No fue por herirte... fue precisamente para no hacerlo.*

Los dejo por ahora. necesito acostarme, siento continuos escalofríos. Adieu al resto de mis vacaciones, Hola gripe.


Victoria B.

*Les debo esta historia, de cómo alguién puede ser tan intenso... Increíble.