viernes, junio 24, 2011

Music and Life (My Life)

En una época de mí vida fui una de esas niñas nichitas a las que les gustaba el reguetton, si, lo confieso. Lo fui. Fue un período como desde de 6to grado (2004) hasta mediados de 8vo (2007) -sí, mucho tiempo y hasta grandecita ya-
Después de pasar por mí época de nicheidad extrema (con la que extrañamente casi todos mis amigos concordaban), llegué a ese punto en el que me empezaron a gustar solo las baladitas en inglés (en plan James Blunt, Daniel Powder, entre otros) y no mucho más tarde empecé a escuchar un poco de rock.
A finales de 8vo, estaba en mi búsqueda de música de los 40’s, 50’s y 60’s. Quería encontrar esa canción de los sesentaymuchos de Frankie Valli, una que todos conocemos: Can’t take my eyes of you. Así que empecé a buscar en LimeWire –de cuando eso todavía funcionaba- y encontré muchas versiones de variopintos artistas, una de las versiones era de un tal grupo llamado “Muse” no sé qué diantres me hizo pensar que quizás ellos fueran el intérprete original (Ya, no se me ocurrió googlearlo, ¿Que quieren que les diga? A veces no me da la cabeza).
Fue entonces mi primer encuentro con esa banda. Escuché la canción y obviamente no era la versión que quería, aunque aún así me gustaba el sonido. Esto me llevó a buscar un poco más de ellos, terminé encontrándome con “Falling in Love with You” del álbum Absolution. Esto no llevo a mucho más, ahí se quedaron, esas dos asombrosas canciones, abandonadas en la memoria de mi computador. Poco después, para mediados de 9no, llevamos la computadora a arreglar y toda la información se había perdido. Así que tendría que empezar de cero con absolutamente todo, y eso incluía por supuesto, mi música.
Aquí creo que es importante resaltar que desde siempre -desde que bajo música en la computadora-, he mantenido listas de todas las canciones que quiero bajar, de artistas que ya tengo y quiero escuchar un poco más, de alguna letra de alguna canción que escuché desconociendo su nombre o interprete y que anoto para buscar en google y encontrar de quién se trataba, etc. Sí, estas listas suelen quedarse ahí, siempre he dejando para “después” la tediosa tarea de ponerme a buscar uno a uno cada uno de todos esos nombres, canciones y estrofas que tengo anotadas en diversos trozos de papel y en documentos en la computadora. Por lo tanto, las listas se marchitan, se quedan ahí, solo para recibir más y más notas.
Por lo tanto tenía todas estas listas intactas para cuando la computadora regresó (las que estaban en papel, obviamente), tenía mucha información para empezar de nuevo con mi repertorio musical (además de las canciones y bandas que tenía grabadas en la memoria).
En una de estas listas, figuraba la tal nombrada banda “Muse”. So, why not? Lets give it a try. Descargué algunas otras canciones, siendo un éxito total a mis oídos. Durante esa época de mí vida, lo que más necesitaba era distraerme, así que la música era algo que jugaba un rol un tanto importante para mí. Recuerdo que para principios de 4to año (2008), I was already keen on Muse. Eran parte de mi pasión y de mí día a día. Y hoy en día siguen siendo sino la favorita, una de mis bandas favoritas (and very close to the top). De hecho, la última cosa que me convenció de venirme este año a Inglaterra fue que, pues Chris vivía en Irlanda, (Matt en Italia y Dom en dónde le dieran ganas al momento) y los gigs en este país eran muy muy frecuentes. Lo cual incrementaba mis posibilidades de verlos en vivo (cosa que no ha pasado, desde que Matthew vive en The States y pasan más tiempo allá y de giras que por estos lares).

A decir verdad, me he desviado totalmente del tema que estaba esperando tratar en este post. Iba a hablar de estilos de música, iba a hablar de que no entiendo cómo me llevo bien con amigos que escuchan tanta mierda, hay algunos no escuchan música en lo absoluto (adefesios de la vida); otros escuchan baladitas quesi Maná, Ricardo Arjona. David Bisbal y demás tipos raros; algunos otros se van directo a lo niche de la vida y gustan del Reguetton, e incluso se gozan a Shakira en plan de Loba; otros se quedan con esas baladitas en inglés que incluso yo disfruto de vez en cuando; una vasta mayoría escucha esa música comercial, (no me refiero a los amigos invisibles y su penúltimo álbum -ja ja, chiste MALO-), cosas en plan electrónica, Lady Gaga como cantante favorita, David Guetta y pues no disfrutan de ninguna canción más que de esa que está ON en el momento; y hay algunos otros, que representan una minoría absoluta, que saben escuchar música, que son capaces de escuchar un poco de todo y no criticarlo todo, irse a los orígenes de las melodías, escuchar clásicos -casi ninguno, ahí estoy casi sola entre mis amistades-, baladas y `jazzes’ de mediados del siglo XX, (quesi Nat King Cole, Frank Sinatra, Dusty Springfield, John Coltrane, Billie Holiday, Edith Piaf, Charles Aznavour, and so on, and so on), además de poder escuchar rock, indie, alternarive rock, punk, hasta pop o easy listening, (a parte de algunos de los ya nombrados anteriormente por aquellos otros gustos), es decir, de todo un poco y esos pocos que son capaces de juzgar cada grupo o cantante individualmente, de escuchar cada ritmo, cada melodía y cada instrumento de la canción individualmente, oh, eso sí que es genialoso, poder hablar con alguien que entiende lo que tu entiendes –sí, aquí solo habló de música. Aunque en cualquier ámbito eso es bonito, no me es tan difícil encontrar semejantes en otros temas-.

Yo tengo este problema, ¿Saben? A veces creo que estoy mal, que estoy yendo por el camino equivocado. Pero luego hay muchas más veces que creo que no, que yo estoy bien y simplemente no entiendo porqué diantres los demás no pueden entender que es así, si es tan simple. Sí, eso es un gran problema. Aunque, sí, acepto sus puntos de vista y sus gustos, pero creo que están mal en la vida. Desde luego, hay algunas pocas veces que no sé si estoy bien o mal, estos casos son casi excepcionales, pero existen.
Lo que digo con esto, es que en el tema de la música, es una de esas excepciones. Pasa que yo sé lo que me gusta, sé lo que apoyo y es que simplemente me suena… asombroso. Pero no entiendo que está mal con mis amigos que no pueden escuchar dichas canciones, que no pueden apreciar su belleza. No entiendo cómo es que a veces me piden que pase una canción de los Arctic Monkeys, Foals, The Strokes, Kings of Leon, etc etc, Incluso hasta que no estuvieron de “moda” me pedían que pasara la Vida Boheme y Viniloversus (supongo que algunos aún lo harán ahora cuando vuelva). ¿QUÉ PASA CON MI AMIGOS, ESTÁN SORDOS? ¡¿Es que acaso no se les puede enseñar a escuchar algo que no deteriore el cerebro?!
Lo siento, aquí yo tengo que ser la que está bien, perdón, pero es que me parece inconcebible que esos seres de capacidad mental desarrollada (en teoría, no sé muy bien en la práctica)  no sean capaces de escuchar una canción de alguna de las anteriores mencionadas y decir “que buen coro” “que arrecho el bajo de esa canción” “¡¿estás escuchando ese falsetto?!” etc etc. Lo siento, pero no lo puedo entender.
Y no me piensen “Es que no hay quien está bien y quien está mal, son diferentes gustos y todos tienen puntos a su favor” A MI QUE NO ME JODAN, hay cosas que llaman `música’ que no es “música” ni aquí, ni allá, ni en la puta China.

P.S.: Ya sé que hay demasiados ámbitos del tema que no he tocado, y ni se diga la cantidad de estilos musicales y bandas que tuve que obviar para tratar de ir un poco más al kid de la cuestión. Lo siento, mala mía ahí. Están invitados a agregarlo ustedes mismos.


Esta semana, uno de los teloneros de Kings Of Leon (ya les echaré el cuento completo del concierto como se debe), era esta banda llamada “Zac Brown Band”, tocan country music y me parecieron geniales, tienen un violinista que toca de puta madre. Me quedé encantada… Por eso quería compartir una de sus canciones con ustedes (además tienen un show en vivo que cautiva al más caído de la mata)
Disculpen que el video esta lleno de cabezas, manos, cigarros, cervezas, gritos y conversaciones; pero fue lo mejor que conseguí de un toque en vivo. Ademas, haganse a la idea de que estaban ahí, jajaja, #siclaro.

Victoria B.

martes, junio 21, 2011

Durante mi época de estudio.

10 mayo.

Llevo unos cuantos días haciendo algo que jamás pensé que llegaría a hacer, y es estudiar como una cerda aún cuándo no tienes una evaluación realmente cercana.

Para ser sincera, creo que estoy en una situación en la que me estoy escudando con los estudios del resto de mi vida, estoy tratando de mantener la mente ocupada todo lo que pueda y lo más que pueda.

¿Por qué? Podrán estar preguntándose ustedes, y la verdad es que no lo sé, últimamente siento cierta insatisfacción con todo lo que me rodea, siento que las cosas no están como deberían… lo triste acá, es que no tengo a alguien lo suficientemente cercano aquí como para decir “Siento que todo es una mierda” y recibir un abrazo… Eso es lo que quiero, un simple y puto (buen) abrazo, porque las cochinadas de abrazos que dan en este lado del mundo no cuentan, esta gente no sabe abrazar… en fin, la cosa es que tengo mi mente congestionada, todos los semáforos cambian al mismo tiempo, están todos en rojo constante, no pasa nada, nadie se mueve y no hay ninguna novedad, seguidamente va directo al verde, y todo pasa al mismo tiempo: colisión, estrés, congestión y muchos daños colaterales.

Por otro lado, ya han de saber cómo soy yo, y siguiendo el hilo del blog… de mis pensamientos, llegamos al punto en que explico que NO quiero pensar en lo absoluto con nada referente a mi estado sentimental, ese lado de mi vida es un foso oscuro al que prefiero no acceder… lo único que si sabemos todos, es que ese foso es un INMENSO desastre con ínfulas de luminoso y ordenado, es decir, de perfección #NOT.

De cuando en vez este temita me viene a la mente, y pensando en que no quiero pensarlo, igual lo pienso. Termino analizando toda mi situación sentimental, que qué será de esto, que por qué pasó eso, que yo me busqué aquello, que si se puede ser tan coño de madre, que por qué se pone heavy, que qué pasará con esto, etc, etc, etc. y entonces recuerdo nuevamente que no quiero pensar en nada y que es mejor que saque alguna guía o mi libro y meta mi cabeza en letras ajenas.

Dicho esto he de admitir que me siento abstraída del mundo, que está funcionando en cierto modo, PERO, (siempre hay un jodido pero) me estoy agotando mentalmente. Llega un momento del día en el que no puedo más, en el que mi cerebro ya no funciona, me pide un descanso, ruega por vagancia y procrastinación, insiste en que deje los cuadernos, suelte el lápiz y el diccionario, exige lo que cualquier cerebro normal exigiría, y algo a lo que él está totalmente malacostumbrado, a tener suficientes horas al día que no requieran de esfuerzo alguno, sino más un debido rato de goce.



Victoria B.

Cuando los niños son tiernos, ¡son tiernos!

Estoy sentada viendo televisión, Bob Esponja para ser precisos, y ella está sentada a mi lado, poco a poco se va acostando, deslizando. Y de pronto tengo la cabeza de esa criaturita apoyada en mi brazo. Así, con todo el cariño y toda la ternura del mundo. Subía la cabeza de cuando en vez para verme y para ver mis reacciones al programa (solía estarme riendo aún cuando ya me sé todos los episodios de Bob Esponja en ambos idiomas).
Recuerdo que hace un mes más o menos, la niña no se callaba, pegaba gritos todo el rato. Yo quería matarla, asesinarla, acabar con su vida sin piedad alguna. Pero luego me viene con cosas así. Y se porta con toda esa ternura.
A mí no me gustan esas cosas, no te me acerques tanto y mucho menos te me recuestes encima, no me gusta, se lo he permitido a algunos amigos en algunas ocasiones, pero nunca los dejo por mucho tiempo. Pero con esta niña, a pesar de que al principio me quedé helada, me tomó desprevenida, sentía el cariño y la confianza que me tiene. Y yo que me voy en nueve días, y yo que ya me siento también parte de esta familia.
No puedo creer lo tierna que fue. No puedo creer que me esté acostumbrando a esta niña cuando ya estoy por irme.

Victoria B.

domingo, junio 19, 2011

Diálogo.


-Tenemos que hablar.
-Estamos hablando.
-No, tenemos que hablar de eso…
-Ah, ¿De eso? ¿Para qué? Fue hace mucho…
-Aún así, siento que tenemos que hablarlo.
-Bueno, ya esto lo hemos hablado muchas veces, solo que tu no lo sabes. Yo he tenido esta conversación contigo en mi mente centenares de veces… Pero está bien, hablemos.
-Comienza tú.
-No tengo nada que decir, ya te lo he dicho todo.
-No me lo has dicho a mí, te lo has dicho a ti misma imaginando que hablabas conmigo.
-Cierto… Aún así, no creo que decir algo de eso ahora vaya a cambiar algo.
-Puede que no… Pero ¿Quién sabe?
-¡Yo lo sé!
-Bueno, es que he estado pensando… y no entiendo porqué pasó lo que pasó.
-Bueno, pues pasó lo que pasó porque los dos queríamos. Porque el momento se dio… Creo que debimos haber hablado de esto muchas veces en el pasado.
-Los dos queríamos… si, es cierto. ¿Pero no queríamos los dos que eso siguiera?
-¿Tú querías?
-No me hubiera importado…
-¡Pues haber hecho algo en el momento! Ahora ya es demasiado tarde.
-¿Tú crees? Nunca es demasiado tarde.
-Eso es mentira, ahora sí lo es. Ahora ya nada pasará, yo no estoy dispuesta a que esto funcione a larga distancia. Lo siento, pero no me da la gana.
-La verdad es que esas cosas nunca funcionan.
-No.
-Todo debió haber pasado en ese momento… o luego, cuando de nuevo nos teníamos de frente.
-Pues sí, pero esto es lo que pasa cuando juntas a dos caídos de la mata.
-¿Qué me has dicho cada vez que has hablado conmigo?
-Ya no tiene sentido decirlo.
-Claro que tiene.
-Siempre te he preguntado si todo fue solo una cuestión del momento y del alcohol… o sí era tu consciente… lo mío era más que conscientemente.
-¿Y por qué nunca hiciste nada antes de eso?
-Por dos razones: Primero, me prometí a mi misma hace mucho tiempo que jamás volvería a perseguir a un hombre, si él quiere algo, que venga, sino, mala leche. Y segundo, porque en ese entonces no se suponía que yo pudiera hacer nada, no estaba permitido.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que por ese entonces yo estaba ‘saliendo’ con alguien. Solo que tres días antes de que lo nuestro se diera nos dimos un tiempo. No se suponía que me gustases…
-Aún así lo hacías.
-¿Te has visto en un espejo? Fue atracción a primera vista. Y luego te conocí mejor, y pues tu personalidad mola.
-¿Supo alguna vez tu novio de mi?
-¡No le llames novio! Diosmio, que fuerte la palabra. Y pues no, nunca le dije nada, no hizo falta. El con su intensidad, yo con mi repelencia, eso no podía funcionar.
-¿Y entonces por qué estabas con él?
-¡¿Aquí estamos hablando de nosotros o de mí?! … Perdon... Bueno, A decir verdad, no lo sé… me he preguntado lo mismo muchísimas veces.
-Quizás no es demasiado tarde.
-Sí que lo es. A saber María cuando volveré yo por aquellos lares. No nos veremos en mucho. Y estas cosas así no funcionan. He comprobado que ni las amistades a distancia funcionan debidamente.
-¿Entonces tampoco podemos ser amigos?
-¿Quién dijo?
-Tú.
-No, yo no dije eso…
-¿Entonces seguiremos hablando?
-Eso espero… Supongo que algún día nos volveremos a ver.
-Seguro que sí.
-¿Tú ves? Nuevamente te estoy diciendo todo en una de mis conversaciones mentales. Y tú no sabes nada, otra vez.
-Siempre pasa.
-Adiós.
-Hablamos pronto.
-¡No me jodas!
Victoria B.

sábado, junio 18, 2011

Last Day at School.

La última vez que terminé clases en el otro colegio (por allá en febrero cuando dejé Bedgebury). Momento del cual no dejé registro alguno pues me fui seguidamente a Edimburgo y luego regresé a Londres a mi casa de familia, esto es lo unico que hay de ese finde luego de llegar de Edimburgo.
Recuerdo que en esa época cuando deje el otro colegio estaba triste, devastada, sentía miedo y emoción al mismo tiempo. Lloré como una magdalena cuando recibí mi diploma, después de dar un discurso lleno de emociones, historias y demás.
Ayer terminé el colegio acá en Londres, también me dieron mi diploma, pero no me nació decir nada. Fue, lo recibí y le di las gracias a mi profesor, además de decirle que a pesar de que soy la cosa más seca del mundo, no, no me cae mal.
Después de eso le hable con otros dos profesores, abracé a otros tres… y más o menos eso era todo. Si sentí nostalgia. Era el hecho de pensar que ‘esto’ está verdaderamente llegando a su final. Pensar que la rutina que tanto detesto, ya no será motivo de queja. Demonios, eso no me hacía nada feliz.

Luego de un rato me quedaban solo dos profesores que me importarán de los cuales despedirme.
Dorando, quién trabaja en el Learning Centre y con quién hablé todas las tardes durante estos últimos dos meses, aparte de ser un sol y ayudarme a prepararme con mi speaking para el CAE una o dos veces por semana durante los mismos 2 meses. A este profesor, no lo encontré, el no estaba en ningún lado, se lo tragó la tierra, no sé qué fue de él, pero me contrarió bastante no poder despedirme, por lo que iré la próxima semana solo a decirle adiós.
Y Randall, uno de los mejores profesores que he tenido, creo que entra en el mismo rango donde están Jimmy, el Don y Mederico, si, son todos diferentes tipos de profesores, pero a todos los adoro. La despedida con Randall fue digna de nuestra relación. Lo encontré en el salón guardando sus cosas para asistir a la reunión de profesores, y terminé siendo causante de que llegara tarde a la misma. Pasamos unos veinte minutos hablando, de los otros profesores, de que cuando un avión se estrella contra el agua y tú te vuelves añicos tienes que sentir algo, que ohdios ¡todas las almas negras se quedaron en el mundo para sufrir hasta el fin del mundo en el ‘dosmildoce’! y nosotros seguimos aquí… obviamente, que se acordó de mi porque el Dalek hasta gritaba “EX-TER-MI-NA-TE”, quesi el precio de la coca, que las drogas son mejores en Suramérica, que “La Isla De Margarita”, que la gente se vuelve imbécil, que yo no tenía hogar y me refugiaba en un baño del colegio, algunos recuerdos y recuentos de algunas clases o conversaciones pasadas, un poco de chisme del salón de al lado, etc… Es decir, básicamente, una conversación como las de siempre. Solo que todo terminó con un apretón de manos y un “nos volveremos a ver, algún día, en alguna parte del mundo. Estamos hablando”.
Pero a pesar de que es la previa del final, no lloré, sentí nostalgia, me deprimí un poco, si, pero no lloré. Al final salí del edificio con paso decidido sin voltearme una sola vez a ver lo que estaba dejando atrás. Y lo raro es que, si, he disfrutado demasiado este tiempo en Londres. No puedo compararlo con Bedgebury, pues son totalmente diferentes, no sé cual prefiero, pero si se que la he pasado de puta madre desde que estoy en la metrópolis.

.... Y aún así, dejé el edificio sin voltearme a dar un última vistazo.


Estos son mis classmates de esta última semana.
(aunque eso fue en verdad el penúltimo día)
-No, por favor, ese no es Randall-


Victoria B.

viernes, junio 17, 2011

¿Finalmente un regreso definitivo?

Han pasado más de tres semanas desde mi última entrada. He escrito unos seis borradores y nada sale a la luz: No tengo tiempo de terminarlos, no sale lo que tiene que salir o simplemente digo que los terminaré luego y los dejo en el olvido.
Sin embargo, la principal causa para todo esto es el hecho de que al no tener tiempo, tengo demasiadas cosas que contar e insisto en contarlas en orden cronológico.
Ya está bueno de eso, ya todos comprobamos que no funciona ¿cierto? Si, es obvio, viendo mi extendida ausencia en el blog.

Aun así, he de decir que ya esta semana presenté el examen. Y aparte, ya hoy terminé mi curso, es decir: soy libre. Tendré una semana y media de libertad en Londres y luego vuelvo a Caracas. ¡Mira como vuela el tiempo! Hace nada estaba publicando un post con el estrés de CADIVI ¡Y no mencionar el de las maletas!.
En fin, el hecho es que ya tengo más tiempo y que ya decidí que publicaré las cosas anacrónicamente, pues si sigo esperando a escribir todo en el orden de los hechos, no publicaré nada hasta llevar un mes de regreso en Caracas.

Así que bueno, este finde en mis tiempos libres trataré de salir con algunas cosas decentes para ustedes, para mí, para nosotros, para el blog. A pesar de toda esta palabrería, no será hoy. Pues estoy agotada y si, lo sé, a penas son las 12. Pero sinceramente, el día de hoy fue agotador (tanto física, como emocionalmente) ¡Y ni se diga toda esta semana!.
He de concluir diciendo, que por primera vez en ocho meses, esta es verdaderamente la primera vez que estoy “de vuelta”, pues las otras veces a pesar de que lo decía, luego nunca tenía tiempo. Lo cual no es más el caso.
¡Nos leemos en los próximos días!

Victoria B.