Mostrando entradas con la etiqueta Momentos especiales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Momentos especiales. Mostrar todas las entradas

lunes, diciembre 31, 2012

Goodbye 2012.

A ver, se que no he escrito mucho nada últimamente, y no tengo nada que alegar en mi defensa, estaré igual de ocupada que todos los demás blogueros que si mantienen su espacio. Simplemente he de admitir que lo he dejado todo pasar y que estoy super desorganizada con lo que respecta a mi tiempo. 

Pero a pesar de mi desaparición, me parecía insensato despedir el año sin dar así fuera un corto un adiós en este espacio. 
Me parecía insensato porque este 2012, en general, ha sido bastante bueno conmigo. Creo que si lo dividiéramos, las 2/3 partes de este, han sido entre buenas y geniales. 
He conocido gente maravillosa, he reforzado amistades que hice en el 2011, he cumplido metas, he leído libros que tenía pendientes por leer (aunque me siguen faltando un montón y no voy a la velocidad que esperaba), he salido y disfrutado por montones, he madurado, me he aceptado más a mi misma, he dejado de tratar de cambiarme, he viajado bastante mas de lo que esperaba, he bajado a personas de tronos en los que no merecían estar, he bajado a otros no porque no lo merecieran, sino simplemente porque se les venció el tiempo de reinar, he superado mi miedo al compromiso (aceptemoslo, que no del todo), durante casi 3/4 del año cumplí mi objetivo de escribir aunque fuera media hora al día... espero retomar eso el próximo año. 
Ciertamente también han habido cosas malas, he alejado personas importantes de mi lado, no me he dedicado tanto como debía a los ciertas materias, me han hecho daño, me han mentido, he entregado mucho a personas equivocadas... pero en general, nada de esto, puede aplacar lo fabuloso que ha sido todo lo demás.
Es cierto que no he escrito mucho en el blog, es cierto que tengo el espacio en el más absoluto de los abandonos. Pero no he dejado de escribir, y mi vida en este momento está en lo que creo es una de sus mejores épocas hasta el sol de hoy. Me siento feliz, me siento plena, siento que puedo tocar el cielo con la yema de los dedos. Y creo que esta es la mejor manera de empezar el nuevo año. 

Espero que este 2013 sea igual o incluso mejor que este año que se despide. Me propongo dedicarme a todo lo que deba enfrentarme. Me dedicaré a los estudios, al blog, al ejercicio, a mi misma, a la lectura, al orden, a escribir, a mi pareja. Y quiero madurar como mujer, como futura profesional, como persona e intelectualmente. 
Esas son mis metas para el próximo año. Todo lo que quiero es perfectamente alcanzable. Solo he de organizarme y de seguir un método. He de recordar esas dos palabras durante todo el año. Dedicación y Madurez, de modo que para finales del 2013, estaré tan satisfecha con mi año como lo estoy con este.  

"Goodbye 2012. And thanks for the memories".

Victoria B.

miércoles, julio 18, 2012

Nota #1 - Detallando.


Tomó mi mano y la veía con tal detenimiento que yo no salía de mi asombro

Ahí estaba, con mi mano en la suya, justo frente a sus ojos. Acariciando todos los detalles de ella, recordando cada vena, cada huesito pronunciado, cada línea de mi palma, la forma de cada uno mis dedos.

La veía con tal detenimiento que yo le observaba a él con el mismo, incrédula. Mientras el estaba ensimismado en su análisis, yo estaba fascinada y confusa. No entendía el porqué de su comportamiento, y mucho menos ¿Por qué si es la primera vez que la tienes entre tus manos, has de verla ahora… si la podrás detallar en cualquier momento en el futuro? Parecía como si hubiera ansiado poder detallarla y analizarla durante tanto tiempo, que al instante en que pudo, no perdió un solo segundo en la labor.

Entonces me hacía comentarios de lo que iba descubriendo: "Que delgada tienes la muñeca", "Que poco rayada tienes la palma... en cambio la mía... mira". Creo en algún momento hizo alusión a lo delgado de mis dedos también, pero ya yo estaba en otra cosa, supongo. 

Era como si pensara grabarlo todo en su mente y recordarlo por siempre, quizá pensando que jamás tendría la oportunidad de nuevo. Quizá, en ese momento, ya sabía que se iba a marchar por siempre y quería mantener la imagen viva de mi mano, que fue también suya por una vez.

Pero como siempre, se quedará todo en suposiciones.

Yo, por mi parte, no detallé nada. no grabé en mi mente ninguna característica nueva que no hubiese notado en el pasado. No me afané a detallar su mano, ni la forma peculiar en que se sienta, ni lo largas que son sus pestañas, ni la curva de sus labios cuando da una media sonrisa... Solo le veía como siempre, esta vez un tanto atolondrada, tratando de entender esta nueva actitud de análisis jamás me había mostrado.

Y mientras él coleccionaba recuerdos, yo solo perdía el tiempo. Jamás pensé sería mi última oportunidad para estar detallando nada. 


Victoria B. 

martes, enero 03, 2012

Anécdota año nuevesca.


El 31 de diciembre decidí que ese era un día de darme gustos, de ser fiel a mí misma y de simplificarme la existencia.

He tenido su número telefónico guardado durante los últimos 12 meses. Lo he tenido guardado sin saber muy bien porqué, pero ahí estaba. Cuando llegó el nuevo año no pude sino acordarme de él y recordarle hace un año exactamente: Entre mis brazos. Fue entonces cuando decidí hacer uso de ese número telefónico por primera vez, con algo muy simple pero que los dos sabemos: significativo.

Él no tenía mi número, nunca se lo di. Tampoco quería tuviese la posibilidad de escribirme; sobre todo, porque sabía no lo haría y no quería deprimirme ante el hecho de que no me pensaba. Aun así, sin haber tenido mi número y con un simple “Feliz año, querido”, supo que era yo. Me respondió a sabiendas de con quien hablaba, recordándome una imagen que compartimos el pasado año nuevo y llenándome el alma de una mezcla de alegría y nostalgia.

No puedo decir que me hiciste la noche, tampoco puedo decir que la arruinaste. Pero ciertamente, valió oro para mi esa corta conversación, una conversación que me llevó de vuelta 365 días y que me dejo el buen sabor de boca de que con solo decirte Querido, supiste que era yo… O quizás esperabas mi saludo, eso nunca lo sabré. 

Victoria B.

sábado, diciembre 31, 2011

Pequeño 2011 y Feliz año.



Sé que llevo un tiempo considerable sin postear nada. Sé que el año pasado hice un recuento de fin de año con el que quedé satisfecha. Pero eso no se repetirá hoy, y tampoco me pueden culpar por querer llegar el día de hoy a hacer el último post del 2011… por que sí, al final soy casi tan necia como todos ustedes con lo que respecta a este último día.

Confieso este último mes ha sido de recuerdos, me alimento de ellos a la vez que me cuesta creer hayan pasado 365 días desde que sucedió. Quien me sigue en twitter habrá visto mis comentarios, comentarios en los que recuerdo “hace un año”…: Te volví a conocer; salimos a comer italiano; fuimos al cine; te hice reír en un momento de perros; me abrazaste en medio del llanto; fuimos a McDonalds; estuvimos en 100 montaditos; llegué con corte nuevo… y hoy, hoy será/sería EL día. Todos mis recuentos han sido promovidos es por ese momento. Hace un año que te pienso, joder.

Hoy me he despertado, y después de semanas sin colarte en mis sueños, ahí habías estado. Te colaste una vez más, has hecho mi último sueño del 2011 todo tuyo.

Entonces vemos que mi 2011 empezó, como quien dice, con el pie derecho. Fue un año que siguió viento en popa a lo largo de sus 12 meses.

Dejé España y volví a Inglaterra, para terminar una relación que no servía y conocer a mis argentinas adoradas que hicieron de mi segunda estadía en Bedgebury lo más. Luego Edimburgo, hermoso viaje de mochilera por mi cuenta, para regresar y enamorarme de Londres como no lo había logrado hacer antes. Llegué a un homestay con una familia a la que en ese momento no logré apreciar todo lo que se merecían.

Conocí, además, a quien considero uno de los mejores profesores que he tenido, a quien aprecio muchísimo y de quien siempre me acuerdo, peculiar como él solo. Poco después me fui al Eurotrip con mi madre, conocí varios países de Europa y quedé, una vez más, realizada. El último día de ese viaje, fue la última vez que le vi en persona y siento ese abrazo no fue suficiente para cubrir todos estos meses en ascuas.

Volví a Inglaterra, múltiples cosas salieron mal, pero como siempre, las resolví de alguna manera. Lo que me llevó a vivir de nuevo con mi antiguo homestay. Esta segunda época en Londres fue mil veces mejor. La disfruté de maneras inenarrables e inolvidables. Todo para volver, el 30 de Junio, a Venezuela.
He vuelto al tercer mundo y me he encontrado con el país que recordaba pero al que ya no estaba acostumbrada. Me he reencontrado con amistades a quienes extrañaba asquerosamente pero a las que no les lograba dar los abrazos sentía por dentro. Han venido entonces, tres meses sin dar golpe, tres meses en los que, básicamente, estuve de vacaciones.

El 10 de octubre ha empezado mi propio e ilógico cuento de hadas. Ese fue el día en que formalmente empecé la universidad. Ese es el inicio de El mayor motivo para mis alegrías este año. Comencé para darme cuenta que el derecho no es tan perfecto como lo creía pero comprobar aún así me fascina. Comencé la carrera y mi humor mejoró del día a la mañana, me encontré con 6 materias que además de sacarme canas, me realizan como persona, y entré para darme cuenta, de que como yo, hay muchos sienten la misma pasión. Y eso no puede sino darte energías para salir adelante, pues sabes que el futuro no pinta tan oscuro como nos lo dibujan a diario.


Este año he dejado atrás algunas amistades, pero en comparación a las que retomé y a las nuevas que hice, voy ganando por un porcentaje jodidamente alto. En el 2011 he conocido a personas grandiosas, he hecho amistades que sé estarán ahí, sino por toda la vida, por muchísimo tiempo más. He aprendido tanto de esas personas, que no sé cómo agradecerles individualmente y hacerles saber a todos lo importantes que han sido y los grandísimos aportes que han hecho para que yo sea quien soy.
Están, además, todas aquellas otras personas que han perdurado años en mi circulo de “amigos” -conocidos cercanos, quizás-. Que vamos, el que sigan ahí todavía, creo es prueba suficiente de lo importantes que pueden ser para mí.


Siento que, además, el 2011 me ha cambiado muchísimo como persona. Y he de decir que estoy jodidamente feliz con la Victoria que soy hoy (Confieso aún hay algunas cosas quizás debamos solucionar, pero nada urgente). Sé he cambiado como persona, la forma en que percibo todo a mi alrededor, mis reacciones a las situaciones que me ha presentado la vida, e incluso, mi forma e vestir.


Quiero agregar, que dejar atrás este año tan bueno, para pasar a un año bisiesto al cual desconozco por completo, me da un tanto de miedo, y al mismo tiempo, emoción por ver que me depara el 2012. Esperemos sea tan bueno como este que dejamos atrás, esperemos sea incluso mejor.
Por los momentos, yo me retiro, me largo con este sneak peak de lo que quizás será un post elaborado en el futuro y con la promesa de que el próximo año (preferiblemente a principios del mismo) añadiré aquí los links a los posts pertinentes.


Me voy con mi cantar a otros lares. ¡Y les deseo a todos (valga la pavosidad de la frase) Un Feliz 2012 y el mejor de los cierres del 2011!


Victoria B.

jueves, septiembre 22, 2011

Somos lo que recordamos.

Si nos ponemos a pensar bien, nuestra vida está formada por momentos claves que guardamos en nuestra memoria. Somos lo que recordamos, creemos en diferentes cosas y todo por experiencias de la vida. A medida que crecemos los momentos que son importantes para nosotros van cambiando de contexto.

Recordamos esos viajes de chicos. Esa canción que sonaba en el carro mientras viajábamos por carretera. Aquella posadita donde nos quedábamos con la familia. Algún chiste en particular que hicieron “los grandes”. Las travesuras que hacías con los de tu edad en la familia. Las pequeñas peleas, las sorpresas, las sonrisas. Recordamos a nuestros amigos de la primaria, la sencillez de nuestras vidas, algunos profesores y las actividades extracurriculares. Nuestra curiosidad por aquello que se nos escondía y más travesuras.

Vamos creciendo y almacenamos la primera vez que salimos sin supervisión, la primera idea de amor, las amistades cada vez más fuertes, recordamos momentos con amigos de toda la vida. Nos sentimos grandes, nos gusta creer que somos más que unos pequeños piojos en la vida. Recordamos peleas con los padres, malcriadeces nuestras. Hoy vemos lo alborotadas que estaban nuestras hormonas.

Graduaciones. Nuevos amores. Estudios universitarios y de nuevo profesores que valen oro. Viajes con tus amigos, noches de desvelo estudiando. Siempre recordaras esa materia que se te hizo imposible y te dio la guerra, así como recordaras el momento en el que por fin lograste pasarla. De nuevo el orgullo de ser graduando. Nuevamente habrá relaciones que se marchitan y otras que florecen. La vida laboral empieza para nunca acabar. La emoción del primer trabajo y los primeros colegas. Otros trabajos vienen y nuevos colegas se añaden a tus amistades del facebook. Viajas finalmente con tu propio dinero, fotos y videos quedan para la posteridad. Matrimonios de tus amigos, eres dama de honor/padrino en la boda de alguien que adoras. Ves como sus años pasaron, y los tuyos pasaron a su lado. Miras atrás y te encuentras con otro montón de cosas que sabes nunca olvidaras. Tu propio matrimonio llegó, el día que todos proclamas como el más memorable de tu vida. Quizás no sea así. Pueden venir hijos, muchos o pocos. Puede venir un divorcio, en el peor de los casos. Tu vida va viento en popa. Primeros pasos del bebé, primera palabra, primer día del colegio, su camisa va cambiando de color, el va creciendo. De nuevo las graduaciones se inmiscuyen en tu vida.

Y así, poco a poco, vamos creciendo y madurando para almacenar más recuerdos. Para sentirnos vivos. Llenarnos de experiencias, estudiar, trabajar, tener una familia y llegar a la cima de nuestras vidas con un almacén lleno de logros. Pero ninguno de esos logros sirve de nada si no logramos recordarlos.


Todo esto viene a que mi abuelita tiene alzhéimer, lo ha tenido por mucho tiempo ya, no es algo que me aflija, no… sabemos todos que son cosas que vienen con la edad. Pero veo como a veces se pierde del todo. Como se frustra por no recordar algo. Y eso es lo que más me da dolor. No imagino lo que podría ser no lograr recordar tu vida. ¿Quién eres si no recuerdas tu pasado? ¡No sabes quién eres tú! Y pues llegar a un momento en que no te conoces a ti mismo, tiene que ser terrorífico. Y es entonces cuando se aferra a esos cinco recuerdos que tiene, casi todos de su infancia, (que no sé porqué son los que la gente con esa enfermedad mas recuerda) y los cuenta, una y otra vez, supongo que uno ha de sentir que si alguien más entiende su vida, ella sigue ahí, alguien más seguirá sabiendo quién es ella. También supongo que si lo repite, si se lo repite a si misma muchas veces, se asegurará de no olvidar esos pocos recuerdos también. Y algunos momentos reviven con una imagen, con una foto. Un instante de lucidez en el que logra reconocer las caras, pero nunca logra contar mucho de la situación que se vivía al momento de la foto.

Tiene que ser muy duro… sí que lo tiene que ser. Que tu vida completa gire en torno a la confusión ha de ser de los peores sentimientos que se pueden tener. 


Esto todo viene porque hace poco me encontré con esta página: http://www.bancoderecuerdos.es/
Es un banco de recuerdos, es una caridad para la investigación de esta enfermedad.
Y después de leer varios recuerdos, me puse a pensar en lo difícil que debe ser para aquellos que han dejado sus memorias regadas a lo largo del camino, y que mi abuela es una de ellas. A veces imagino lo insoportable que puede ser un día para ella. Y a veces simplemente no le creo nada.

Victoria B.

sábado, julio 09, 2011

Impresión inmediata al regresar a Venezuela.

Llevo ya poco más de una semana que regresé a mi ciudad natal. Una semana de volver a la anarquía, no había escrito nada, pues primero fueron días de acoso por parte de mis amigos, y luego decidí darme un tiempo solo para mí y para disfrutar como me gustase.
He de adelantar que muchos leerán lo próximo y quizás piensen que soy una arrogante, que ¿Quién carajo me creo? Que siempre la gente cambia demasiado cuando se va a otro país y luego regresa. Es muy posible que tengan razón, pero también he de decirles que me importa poco.


El caso es que fue una especie de shock, llegué el jueves 30 de Junio. Venía en el avión, -voy en la ventanilla- y como siempre, uno se asoma a ver la belleza que le espera al aterrizar. ¿Qué se ve cuando vienes llegando a Maiquetía? RANCHOS. Genial, una vista de puta madre. Al bajar vas caminando por el gusano que tiene huecos en el piso bajo la alfombra que caminas, sientes como los hoyos amenazan tu vida y tu solo quieres sobrevivir hasta el final, donde la cara del hijueputa de Chávez te está esperando con el puño en alto y la mejor publicidad del mundo para hacerte creer que todo mejoró mientras estabas fuera. Ó bien, que llegas a lo mejor de lo mejor, al país que le hace competencia a los primermundistas Europeos.

Llegas a la cola de inmigración, grandes colas que avanzan lentamente, sin mucha señalización, habían carteles para nacionales y carteles para extranjeros, al final todos íbamos por la mismísima puta cola. Tú, en tu cola, con los papeles que te dieron a medio vuelo donde tienes que llenar toda la información posible, tu tipo de sangre y cuantas pantaletas llevas en la maleta. Menos mal no me jodieron, aún cuando venía con tres enormes maletas, una “de mano”, mi morral y un enorme paraguas. La cuestión es que ya que amo el color rojo, fui inteligente y dos de mis maletas, de hecho son rojas. Así que los del Seniat no me jodieron al salir. He de decir que sí, es patético tener que hacer eso para no ser parado, pero no sólo las compré con esa intención, como ya dije, es para alimentar mi gusto por el color que tomó el simio. (Color que yo no le pretendo regalar, a mi que no me jodan)

Cuando salgo después de pasar mis maletas por el escáner, no veo a mi familia, y uno de los que arrastran maletas insistió en ayudarme a llevarlas, sin dejarme escapatoria alguna. Sin embargo, mi mamá ya me había dicho que ella no iba a arrastrar nada, que le pediríamos a alguien que las llevara en carrito hasta el carro. No habían llegado a buscarme, pero el tipo era de esos que no le importa nada, me proponía prestarme su teléfono y demás. Terminé llamando desde el centro de comunicaciones, con mi capital de bsf. 5, en una cabina que olía a mono corrio’.

Después de llamar me enteré que apenas estaban llegando, así que salí a avisarle a quién me controlaba, pues tenía absoluta potestad sobre mis maletas, que tendríamos que esperar otro poquito. El señor sin problema alguno se dispuso a esperar conmigo, buscándome conversa, recordándome el propio acento venezolano. Cuando íbamos con las maletas al carro, el hombre que estaba subiendo las maletas al carro fue ayudado por un oportunista, el otro llegó, montó una de las maletas en la parte trasera del carro y luego esperaba una recompensa por ello. Yo creo que hubiera caído, yo se la hubiera dado, al igual que mi tía, pero mi madre se rehusaba a ello, y teníamos un negro pegado a la ventana, dando golpecitos, esperando por su recompensa.

Ahí emprendimos nuestro camino de regreso a casa, y del Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar a mi casa en el municipio Baruta, fueron dos horas. Dos horas de cola, simplemente porque era “hora pico”, por falta de vías, por carros infractores, porque así es como funciona Caracas, y todos lo sabemos. Había carros accidentados en el canal del medio, carros viejos que nadie sabe cómo resisten tanto trote, carritos echando el humo parejo, trabajadores a los lados de la vía (afortunadamente eso era bajando a La guaira y no subiendo a Caracas), había de todo. Y yo recordándome que sí, dejaste el primer mundo, eso ya está atrás: acostúmbrate.

¿Por qué? ¿Por qué me tengo que acostumbrar y aceptar la anarquía? No me parece señores, ¡no me parece!



El día siguiente al tomar al carro fue de nuevo la misma cosa, motorros tocando cornetica para pasarme de lado, para joder un poco. Yo mentando madres, dentro del carro, sin ser oída por los macacos, pero si por mis acompañantes que insistían Aquí no puedes hacer eso, Victoria. Aquí no les puedes llamar Tukkis, o negros de mierda ni nada, si te escuchan: te pegan un tiro.” Y yo, “¡ME IMPORTA UN COÑO, QUE ME MATEN!”.

No entiendo, no entiendo nada. Puede que el país sea el mismo de cuando me fui, pero estaba acostumbrada, estaba igual que esa gente, que todo me parecía normal, que así era y uno debía dejarse subyugar por la anarquía, por la delincuencia, por la falta de moral y valores, por toda la puta cochinada que tiene este país. Pero luego conozco como deben ser las cosas, veo que no es tan difícil, que la gente es cívica porque les enseñan a serlo (y si no lo son pagan multas del carajo), simplemente creo que no es tan difícil. No digo que aquello sea el paraíso y que no pasa nada malo, ni que no haya gente imbécil con poco cerebro. ¡Pero las cuestiones básicas funcionan! Y allá no sales cada día a arriesgar tu vida, allá vas por la vida feliz y tranquilo… queseyo. Me tocará “adaptarme al medio” (insisto en que me jode la puta verborrea científica), pues si no lo hago, en este país, estoy jodida.


Victoria B.

sábado, abril 09, 2011

Bizarradas I

Es muy simple, tengo muchas ideas y muchas cosas que contar pero no se me ocurre un orden lógico para las mismas, así que después de mucho pensarlo decidí que las escribiré de todas formas como un record (de guardarlo, no de meta) para mí.



Hay lugares que siempre has soñado con ver: Hay ciudades, esculturas, pinturas, plazas, calles, gente y barrios que siempre has querido pisar. De los que puedes tener un extenso conocimiento tal como uno muy básico pero que aún así te llama. Y cuándo finalmente llegas a esos lugares es una felicidad absoluta, un sentimiento de plenitud total.

Hay otras cosas de las que no guardaba expectativa alguna, y pues algunos me han sorprendido, otros siguen sin decirme mucho...

La diferencia de este momento es que todo está planeado, otra diferencia es que el paso al que tengo que caminar se reduce a la mitad de mi velocidad común y aparte de ello, hay que sumar el hecho de que he de hacer paradas a 'descansar' muy seguido. PERO, uno de los beneficios es que como bien... sí, no se escatima en comidas.
En cambio recuerdo cuando me fui sola a Edimburgo... Me monté en un coach sin tener hotel reservado en la ciudad de destino y llegando a las 12.40am. Pero yo cargo esa suerte total y absoluta... después de que dos veces se rompió el autobús llegué a las 4am. Benditos sean los hostales, porque son baratos y trabajan 24 horas. Bendito sea Joe que me dio la dirección... Y jamás podrá agradecerle más al señor del asqueroso lugar de pollos que sabían mal que me dejó cargar el celular.
Esos fueron días de comer mal y caminar mucho, de inmenso goce durante el día y soledad absoluta por las noches -menos una, pero eso fue muy bizarro, ya lo hablaremos luego-.

Es insólito, pero el corazón me da tumbos cuando encuentro una obra de Pollock en algún museo. Suelo ser de esas que critican al que toma fotos de las obras en los museos... pana, apréndete el nombre y búscalo en internet. Pero en estos casos soy pecadora, paso diez y quince minutos viendo la misma obra, las mismas líneas de pinturas glaseadas intencional pero descuidadamente sobre ese lienzo, y finalmente, después de aprenderme cada línea, tomo una foto para seguir con el recorrido. Ya más nada me plantará mucho tiempo enfrente, pues después de quince minutos de Pollock, nada puede llenarte más.


Me molesta ver museos acompañada -a menos que la persona entienda o tenga el mismo ritmo que yo o que simplemente quedemos en un punto de encuentro- pero me molesta porque entonces está la presión de que te esperen, de que quiere fumar, de que va a salir, de que no la encuentras, de que te llama y te dice dónde está, de que simplemente no puedo ver mi museo con calma porque tengo que estar pendiente de lo que hace alguien más.... Lo siento, pero a mi me gusta ir a mi ritmo y pasar el tiempo que a mí me parezca conveniente invertir en cada sala.


Ahora cualquier cosa es arte, ¿Se dan cuenta? todo, cualquier vaina mal colocada tiene su punto artístico... y les cuento que según cosas que vi en estos días yo estoy lista para estar en museos junto a Pollock y Picasso. Hay cosas que me sorprendieron y merecen ser nombradas -por ahora es en lo negativo porque sé que serán las que más pronto olvidaré-. Un cuadro, a lo lejos se ven unos 36 cuadrados marrones perfectamente colocados haciendo un cuadro de 6x6 cuadritos, al acercarme, justo enfrente, hay un "ataúd" lleno de cabezas de estatuas de mármol -la morbo predomina en algunas ocasiones-, empieza a oler mal... me volteo y ahí esta de nuevo ese cuadro sin mucho sentido, hay chorreados cayendo de los cuadros marrones (imagínense que en el lienzo dejes caer el agua donde lavaste los pinceles, bueno, así) y me acerco más para entender de que va eso, la peste es total. vamos a leer la descripción: Tenía un nombre así como "Chocolate biscuits".. lees como esta hecho, materiales: chocolate biscuits and milk, WTF WTF WTF?!?!?! si, por eso apesta, por eso esta al final del pasillo en la última sala de exhibición de esa ala, si, por eso, porque apesta, porque los matices blancuzcos en los cuadros marrones es descomposición.... tu me tienes que estar jodiendo.
Sales, y no muy lejos, te encuentras con un marco de unos 3m de altura y 1.5 de ancho. ¿Adentro? trozos de tela blanca cosidos... Mira, a mi no me vengas con que es arte moderno, con que es un medio de expresión, con que qué inteligente fue el hombre que se le ocurrió hacer eso. A mí no me jodas, que yo para ver mierda me quedo en un baño público de una estación de gasolina en alguna carretera venezolana. (ok, drástico el símil, pero válido).


Cómo odio esos tours guiados en un coach, si de esos que son "hop on -hop off" losodio losodio losodio... hay demasiadas diferencias entre nosotras, la convivencia es muy dura y hay que ceder constantemente por ambas partes, pero es algo que se sabía desde que se planeó esto.


Me lo estoy gozando un montón, yo sigo teniendo mi constante mundo interno a pesar de estar constantemente acompañada, ya retomé la costumbre. Creo que me adapto fácilmente a las situaciones, Pero a veces pienso si me hubiera gustado en cambio irme a Venezuela... un poco tarde para arrepentirme, losé.

¿Saben que lo vi de nuevo? Las oportunidades no nos sobraron, solo hubo una... y ambos sabíamos de ello, pero ninguno se atrevió a dar el primer paso para sacar a flote ese tema de conversación... las trivialidades fueron el tema en cambio. Es que dos penosos juntos no sirven.... es que así no furula. -aquí no estoy hablando de él, no, estoy hablando de su doble-

A veces me siento como una niña 'mala', promiscua (aunque de eso tengo poco) e insensible, pues en este blog (como en mi mente) los hombres de los que hablo se alternan continuamente. Pero o sea, no, yo se lo que quiero, se quien quiero y en donde esta, pero digamos que hay veces que las cosas pues por una vaina o por otra NO SE DAN, que están ahí pero como que nada fluye como debería. No pretendo cortarme y hablar solo de él por aquí para que no piensen que soy una zorra, pero vamos, que es que no entiendo por que mas de un hombre me viene a la mente a veces... nolosé.


En estos días, pensando en todo como los locos, decidí que en cuánto llegara aclararía todo con él, -esto es mucho hablar, ya veremos la parte de actuar- y que por lo tanto ahora no podía seguir poniéndolo tanto entre mis prioridades, sobre todo porque siento que las cosas no van viento en popa, porque siento que algunas cosas han cambiado... Creo que yo he cambiado, pues al ver mis relaciones en general con todos mis amigos, todo esta muy diferente, y eso me asusta, hay gente con la que no hablo hace mucho mucho tiempo. Hay amigos de los que me entero de sus vidas a través de otros. Hay otros amigos con los que hablo pero que la confianza se ha reducido de tal manera que ya no contamos las cosas como antes... no lo sé, no lo sé. Espero las cosas vuelvan a la normalidad cuando vuelva.
También está el problema de que mi núcleo de amistades se está dividiendo y está tomando su rumbo natural, tal como era de esperarse, lo que pasa es que yo no estoy ahí para ser parte del cambio, yo lo estoy viendo todo desde afuera como cualquier espectador para que cuando llegué de vuelta a Venezuela ya nada sea lo mismo y me quede en un limbo absoluto hasta octubre cuando mis clases comiencen y mi progreso de salir del colegio y tomar nuevas amistades en la universidad por fin empiece (de nuevo, pues ya guardo amistades previas de esas tres semanas -si, asombroso-)


No tienen la más remota idea de lo liberador que fue esto ni de lo mucho que llevo esperando para soltar algunas cosas que me rondaban en la mente desde hace tiempo.

Probablemente alguna otra de estas bizarradas se vendrá pronto y luego un recuento de este Eurotrip que me estoy lanzando.

Ta-ta, Adiós, Au voir, Lebewohl. (orden por idiomas que he tenido que aplicar)


 
Victoria B.

jueves, enero 06, 2011

Cálido como el sol.

Debían hacer unos 5 grados afuera y una sensación térmica de 2 o 3. Y ahí estaba yo, y ahí estabas tú, ahí estábamos los dos: en el frío de la calle. En un rincón, en una esquina que hicimos nuestra. Allí, dónde el frío no me importaba porque tus besos me hacían olvidarlo todo.
Sentía tu cuerpo tan cercano al mío, y como en otros tiempos, usábamos ese contacto para tomar calor el uno del otro.
Eran tus manos cálidas sobre mis brazos y sobre mi espalda descubierta, cuando me abrazabas tratando de darme calor. Pero tus labios... Tus labios fueron mi delirio, tus labios me hicieron aguantar el frío inclemente. Tus besos, tus besos me hicieron olvidarme de todo. Tus caricias tiernas, tus mejillas rosa... más rosas que nunca, era un rosa intensificado con la pasión de nuestros cuerpos. Era tu voz, tierna y dulce, acogedora y confortante, como una brisa fresca en medio de un seco verano de 40 grados. Esas palabras que me sabían a miel. Y mis ganas, sí, mis ganas de tenerte entre mis brazos, de sostener ese momento con todas mis fuerzas, sujetarlo con todos y cada uno de mis dedos prensándolo, pero con suavidad, sin querer romperlo ni dañarlo, así, cual nudo de corbata, deseando que nunca se escapara, quedarme allí por siempre entre tus brazos, junto a tu pecho, con tu aliento rozando mi cabello, e imaginando que el frío que me azotaba y que se colaba bajo mi falda, no existía.
Fue esa voz dulce y acogedora, la que me dijo al tiempo que me tomaba de la mano 'Te estás helando, entremos'. Y yo, en parte agradeciendo la invitación, me aferré a tú mano y te dejé guiarme adentro, dónde el bullicio de la gente y la música no permitían mucha conversación y que nos cortaba sabiendo de todos aquellos pares de ojos que nos miraban tratando de entender, juzgar y cotillear. Allí dónde algún beso fortuito se nos colaba de cuando en vez. Sabiendo que las ganas del uno por el otro, eran incontenibles, pero que debido a la situación y al entorno, debíamos mantenernos a raya.
Y fue así cómo el momento se me escapó de las manos, sin dejarme fecha alguna de cuándo podría volver. Con la incertidumbre de si aquél momento fue real o no. Con la duda de si sólo vivirá para siempre tan solo en mí memoria.


Victoria B.
---

viernes, diciembre 31, 2010

2010 en fotos.

Pequeño Recuento Fotográfico:

Última vez que vi a mis amigos en el 2009
Así terminó mi 2009
Mérida, primer viaje del año.

Ambassade De France con Brújula.

Diplomacia Juvenil.

Nuevamente.

Desfile de karen. Con mis niñas.


Aún recuerdo quién me sacó esa carcajada.


Con mi hermana, Mari.




Juego atleticos 2010.

Juego atleticos 2010.


Juego atleticos 2010.



Paparazzi Pizza.

Por El Medio De La Calle 2010.



Caravana.



Imposición de medallas.

Acto de Grad.




Fiesta De Grad.


Con mi prima, la mejor del mundo -soy gay, losé-.



CAEMA 2010.



Mis niños.




UCV.
UCV.

Bornfire. Bedgebury.

Los muchachos de mi clase.








Belleza de Pollock.


Madrid.



Barcelona.




Y así más o menos fue mi año...
En el post anterior, pueden ver el mismo resumen pero en palabras.