miércoles, enero 18, 2012

Cuestionamientos después de un clásico.


Ya sabemos por estos lados que a veces yo me salgo con entradas muy locas y que no vienen al caso, pero no puedo evitar comentar esto. (Si odian el futbol, ni se tomen la molestia de leer lo próximo)


No se cual es el problema del Real Madrid a la hora de jugar contra el Barcelona FC.

A ver, veamos solo hechos concisos que deberían ser suficientes para entender que ambos equipos tienen capacidades extraordinarias, tomemos como ejemplo la liga BBVA al día de hoy, El Real Madrid va de primero con 46 puntos y el Barca de segundo con 41 puntos. Lo cual nos hace pensar que el Real Madrid tiene que haber ganado contra equipos que han vencido al Barcelona FC. Y esto es totalmente veredicto.

El RM solo ha perdido contra el Levante. (0.1) y el FCB (1.3) y un empate a 0 contra el Racing de Santander. Mientras que el FCB ha empatado 5 juegos: a 2 goles con la Real Sociedad, a 2 goles con Valencia, a 0 con Sevilla, a 2 goles con el Athletic Club y a un gol con el Espanyol. Aparte de haber perdido un juego contra el Getafe (1.0), equipo al que el RM derroto en su último partido de la liga (4.2)

Entonces, no entiendo porque si el equipo merengue ha ganado sus respectivos partidos en contra de aquellos equipos que han equiparado en condiciones al FCB (Real sociedad 0-1, Valencia 2-3, Sevilla 2-6 y Espanyol 0-4 -Contra el Athletic jugarán a principios de febrero-) ¿Cómo es que últimamente, no logran ganarle una al Barca? Pues, NO LO SÉ. Sin ahondar mucho en las decisiones técnicas de los jugadores y las jugadas, no entiendo porqué Mourinho la pega a la hora de tener una estrategia en contra de los otros equipos y con el fcb no.


Hay algo que he notado en los últimos dos clásicos (liga BBVA a mediados de diciembre y en Cuatros de Final de la Copa del Rey el día de hoy) y es que el Madrid golea demasiado pronto. Sé que no tiene sentido tener la oportunidad de meter gol y dejarla pasar, pero ya hemos visto que al precipitarse, le dan tiempo al Culé de llenarse de energía y decir “Esto no termina como comienza”, para así tomar la delantera. A ver, Madridistas, si ven que un gol temprano los avispa (al barca), bien pueden o pasar todo el primer tiempo solo en defensa, o meter el gol, y dejar de solo defender, no se confíen, ataquen.

Sé que decirlo es muy sencillo y ya ponerlo en práctica es otra cosa, pero es que no entiendo, NO LO ENTIENDO. No sé si es que les cohíbe el Barca, o que nosé, es justo esa combinación de jugadores la que puede contra el Real Madrid. Si alguien que sepa más de futbol me explica coherentemente que demonios es lo que sucede, sería feliz. Gracias.


P.D.: Y disculpen aquellos que estén hartos del tema del futbol y no esperaban un post como este por estos lares, pero tenía que sacarlo. Ahora me regreso a los estudios (razón por la cual últimamente no he posteado ni si quiera respondido los pocos comentarios)


Victoria. B

miércoles, enero 04, 2012

Cavilaciones nonsense.


Esto es algo que he escrito hace no mucho, el 25 de diciembre pasado (2011, sí) Y pues hoy me he decidido a lanzarlo al agua. 

Si algo me ha enseñado la vida es que no puedes limitarte a ti mismo. Que no puedes cerrarte a nuevas oportunidades y nuevos prospectos. Me ha enseñado que las mejores cosas las encuentras en los lugares menos esperados y que las que más ilusión te hacen y de las que más esperanzas tienes, suelen traicionarte y no resultar ser tan agradables como esperabas que fueran.

Ese comentario va, sobretodo, dirigido a las relaciones humanas, a cuando vamos por la vida y creemos haber encontrado al ‘hombre ideal’, que termina siendo nada más alejado que eso.  Y luego, donde crees no existe ninguna posibilidad de si quiera considerarle un prospecto, terminamos consiguiendo a aquella persona que poco a poco se fue metiendo en nuestra vida, en nuestra mente… en nuestros corazones.

Hace un año exactamente, entre todas las tragedias que invadieron esta época que nadie espera sea sino alegría y ya a mí me traía nostálgica por estar lejos de casa, la vida empezó a demostrarme que las mejores cosas pueden venir en los empaques menos comunes. Esta próxima semana habría sido una de las cosas más bizarras en años. Hay días que tengo completamente en blanco. Hay cosas que recuerdo y que hubiera preferido olvidar, hay momentos y personas que grabe en mi mente y sé que se quedaran tatuadas ahí por siempre.

Pero ya basta de recuerdos de hace un año, tengo que dejar de vivir en el jodido pasado. Tengo que dejar de vivir de mis jodidos recuerdos. Tengo que ver el ahora. Y todo esto comenzó, porque últimamente me he dejado a mí misma creer que en ese empaque raro, empalagoso y consistente, conseguiría algo más. Con todo esto me he conseguido con una persona sola, patética y, bueno.. pues sí, todavía empalagosa. Me encuentro a mí misma, dándole oportunidad a lo que más alejado podría estar de cualquier cosa que a mí me pueda gustar.

También me encuentro involucrándome y dejando entrar en mí vida a personas que jamás pensé me fueran agradar de verdad. Me veo abriéndome con nuevas amistades, me veo siendo yo misma sin dejarme cohibir en lo más mínimo… porque apenas les estoy conociendo, porque empezar de cero te da la oportunidad de ser tú, porque no hay estereotipos previos de tu persona que rijan su imagen de ti.

Y entonces me reencuentro con viejas amistades. Con gente que recuerda a una Victoria que respeta a los demás, que no te dice todo lo que piensa para no herirte, que se traga sus sentimientos y las demostraciones de los mismos (sigo tragándome lo primero, mas no lo segundo), recuerdan a una Victoria que daba abrazos, que se tragaba su ego para no parecer arrogante, etcetcetc. Y confieso es un asco cuando me encuentro con esos amigos, ven a la nueva yo y me preguntan con cara de decepción y tristeza “¿Qué te paso?”

A ver, señores, yo creo que estoy feliz con quien soy hoy, y hasta los momentos, no pretendo hacer nada para cambiarlo. Hoy soy quien por mucho tiempo evite ser para no caer mal; hoy me importa poco como le caiga a las demás personas, soy yo y punto, a quien el agrade, sea bien venido, a quien no… lo siento, dese la media vuelta y enfile retirada.

Justamente por ser ‘yo misma’ es que a veces me pregunto por qué estoy tratando de darle un chance a alguien que es tan jodidamente diferente a mí. ¿Por qué? Vamos, confieso he sido clara, le he hablado feo, hasta he tratado en alguna oportunidad de que se aleje y me deje en paz… pero sigue ahí, al pie del cañón, aguantando los golpes. Y entonces no sé si el carajito es masoquista o es que de verdad quiere intentarlo… El problema, es tengo un problema con cualquier caso: O sé de antemano que tiene problemas mentales, o tiene problemas mentales y de paso me da miedo. ¿Miedo por qué? Porque no creo estar en un momento de mi vida para tener algún infortunio amoroso. No creo estar lista si quiera para dar un paso y dejar mis emociones ir más allá con alguien nuevo… Joder, que ya sabemos todos que yo me empepo, que me engancho con el muchacho y aunque no me enamore, llego a involucrarme lo suficiente como para volverle punto de comparación con los próximos pretendientes… y no quiero seguir llevándome más fiascos con gente nueva. Creo que ya está bueno de darme golpes contra la pared, joder.


PD.: Ahora que lo estoy leyendo de nuevo, creo que hay una media parte del post que poco tiene que ver, y luego comparas el inicio con el final y no tiene mucha coherencia. Si, señores, lo sé. Lo siento, pero no me pidan coherencia cuando ni yo misma entiendo muy bien de qué es lo que voy. 

Victoria B.

martes, enero 03, 2012

Anécdota año nuevesca.


El 31 de diciembre decidí que ese era un día de darme gustos, de ser fiel a mí misma y de simplificarme la existencia.

He tenido su número telefónico guardado durante los últimos 12 meses. Lo he tenido guardado sin saber muy bien porqué, pero ahí estaba. Cuando llegó el nuevo año no pude sino acordarme de él y recordarle hace un año exactamente: Entre mis brazos. Fue entonces cuando decidí hacer uso de ese número telefónico por primera vez, con algo muy simple pero que los dos sabemos: significativo.

Él no tenía mi número, nunca se lo di. Tampoco quería tuviese la posibilidad de escribirme; sobre todo, porque sabía no lo haría y no quería deprimirme ante el hecho de que no me pensaba. Aun así, sin haber tenido mi número y con un simple “Feliz año, querido”, supo que era yo. Me respondió a sabiendas de con quien hablaba, recordándome una imagen que compartimos el pasado año nuevo y llenándome el alma de una mezcla de alegría y nostalgia.

No puedo decir que me hiciste la noche, tampoco puedo decir que la arruinaste. Pero ciertamente, valió oro para mi esa corta conversación, una conversación que me llevó de vuelta 365 días y que me dejo el buen sabor de boca de que con solo decirte Querido, supiste que era yo… O quizás esperabas mi saludo, eso nunca lo sabré. 

Victoria B.

Reivindicaciones a inicios de año.


Últimamente no público nada porque no sé cómo expresar una sola cosa de las que pienso. Digamos que no creo tener mucho que contar y mi creatividad está en cero.
También suelo exigirme a mí misma publicar cosas de un extenso considerable, o lo que yo llamaría: respetable.
Pero perderé todo respeto por los momentos, y publicaré lo que escriba, así sea corto… porque el blog está muriendo a pasos agigantados y no dejaré que eso suceda. Y si para lograrlo, tengo que reestructurar la forma en que se manejan las cosas por aquí, pues bien sea. Estamos en época de cambios (por la cuestión del nuevo año y toda esa broma) así que tómenlo como algo bueno, es solo una manera efectiva de estar presente.


Victoria B.