lunes, diciembre 31, 2012

Goodbye 2012.

A ver, se que no he escrito mucho nada últimamente, y no tengo nada que alegar en mi defensa, estaré igual de ocupada que todos los demás blogueros que si mantienen su espacio. Simplemente he de admitir que lo he dejado todo pasar y que estoy super desorganizada con lo que respecta a mi tiempo. 

Pero a pesar de mi desaparición, me parecía insensato despedir el año sin dar así fuera un corto un adiós en este espacio. 
Me parecía insensato porque este 2012, en general, ha sido bastante bueno conmigo. Creo que si lo dividiéramos, las 2/3 partes de este, han sido entre buenas y geniales. 
He conocido gente maravillosa, he reforzado amistades que hice en el 2011, he cumplido metas, he leído libros que tenía pendientes por leer (aunque me siguen faltando un montón y no voy a la velocidad que esperaba), he salido y disfrutado por montones, he madurado, me he aceptado más a mi misma, he dejado de tratar de cambiarme, he viajado bastante mas de lo que esperaba, he bajado a personas de tronos en los que no merecían estar, he bajado a otros no porque no lo merecieran, sino simplemente porque se les venció el tiempo de reinar, he superado mi miedo al compromiso (aceptemoslo, que no del todo), durante casi 3/4 del año cumplí mi objetivo de escribir aunque fuera media hora al día... espero retomar eso el próximo año. 
Ciertamente también han habido cosas malas, he alejado personas importantes de mi lado, no me he dedicado tanto como debía a los ciertas materias, me han hecho daño, me han mentido, he entregado mucho a personas equivocadas... pero en general, nada de esto, puede aplacar lo fabuloso que ha sido todo lo demás.
Es cierto que no he escrito mucho en el blog, es cierto que tengo el espacio en el más absoluto de los abandonos. Pero no he dejado de escribir, y mi vida en este momento está en lo que creo es una de sus mejores épocas hasta el sol de hoy. Me siento feliz, me siento plena, siento que puedo tocar el cielo con la yema de los dedos. Y creo que esta es la mejor manera de empezar el nuevo año. 

Espero que este 2013 sea igual o incluso mejor que este año que se despide. Me propongo dedicarme a todo lo que deba enfrentarme. Me dedicaré a los estudios, al blog, al ejercicio, a mi misma, a la lectura, al orden, a escribir, a mi pareja. Y quiero madurar como mujer, como futura profesional, como persona e intelectualmente. 
Esas son mis metas para el próximo año. Todo lo que quiero es perfectamente alcanzable. Solo he de organizarme y de seguir un método. He de recordar esas dos palabras durante todo el año. Dedicación y Madurez, de modo que para finales del 2013, estaré tan satisfecha con mi año como lo estoy con este.  

"Goodbye 2012. And thanks for the memories".

Victoria B.

lunes, octubre 22, 2012

Lo quiero todo.



Lo quiero todo de ti. Quiero tu tiempo, tu cariño, tus caricias, tus abrazos, tu cuerpo, tu amor, tus perfumes, tus sonrisas, tus cosquillas, tus besos, tus chistes, tus histerias, tus carcajadas.

Quiero saberlo todo de ti. Que me cuentes tus memorias, tus cuentos, tus recuerdos, tus anécdotas, tus alegrías, tus decepciones, tus malos humores, tus metidas de pata, tus fantasías, tus sorpresas, tus anhelos, tus pasiones.

Quiero comprender como funciona tu mente. Cómo es que analizas todo, cómo llegas a ciertas conclusiones, cómo percibes al mundo, qué piensas cuando me ves fijamente a los ojos, qué piensas cuando te acaricio la cara. Quiero saber cuales decisiones tomaste para llegar a donde estas ahora, cuantos caminos viste cerrar, cuantas puertas no abriste. Cuantas veces les piensas al día, para saber cuantos abrazos darte y así regalarte si quiera un poco de paz. 

Quiero de ti lo bueno y lo malo. Lo divertido y lo desesperante. Quiero lo que eres y no lo que le muestras ser al mundo. Quiero tus chistes y tus momentos de seriedad. Quiero el ser integral que conforma a la persona perfectamente imperfecta que eres. A la persona que tengo, a la persona que abrazo, que aprecio, que respeto y que, de momento, no quiero se vaya de mi lado. 

Quiero entonces que sepas que de ti, lo quiero todo. Quiero todo lo que puedas darme. Quiero ser esa persona que funciona como disco duro externo. Quiero ser tu otro yo. Quiero estar para ti ahí, siempre que me necesites –y cuando no también. 

De ti lo quiero todo, porque tu a mi, me tienes atada. 


Victoria B.

lunes, octubre 08, 2012

Reacción elecciones 7Oct.


Aunque en este espacio nunca hablo de política (aún cuando me importa mucho y trato de mantenerme al día), creo que suele ser más un lugar de ver otras cosas, de escapar de la realidad en la que vivo -mi país- y refugiarme en los problemas del simple hecho de existir, problemas que podría tener en cualquier parte del mundo. 

Pues bien, el día de hoy haré una excepción, lo siento pero es así, a los que no les interese o estén hastiados, aunque no me pongo intensa, si hablo de la situación. Así que pueden esperar al próximo post de no querer saber nada.



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Ayer, 7 de octubre, no sabia que decir. Hoy tampoco lo sé mucho.

Al momento en que Tibi nos dio los resultados, yo quedé en estado de shock, no quería aceptarlo. Pasé al menos lo próximos 5 minutos viendo la pantalla del televisor en mudo con desconcierto. Fue entonces cuando entendí, “Perdimos, Victoria. Estamos jodidos”. Y entré entonces en un estado de crisis, llanto descontrolado, sollozos. Eso se prolongó por una media hora, cuando decidí debía bajar a verle la cara a mi madre. Más bien ella me la vio a mí. Parecía un pez globo avergonzado (por lo hinchada, por lo mojada tenia la cara y por el rojo intenso que combinaba con el color de mi pelo.)

Como mi mamá tenía compañía -una amiga de la familia que por su casa se podía poner peligroso y vino a quedarse en la mía- entendí que debía calmarme. Lo logré. No habían pasado tres minutos de eso cuando Capriles empezó a hablar, y ese hombre me hizo llorar de nuevo.



Si. Así fue como reaccioné a la noticia que todos los venezolanos recibimos ayer. No sentía odio, como muchos de mis amigos. No sentía rencor… solo desesperanza. Lo único que Henrique me dijo que no sintiera.

He de decirles una cosa, el discurso de Henrique Capriles ayer… wow. 

Yo antes de eso creía en él, de verdad que sí. Pensaba que este era el momento, admiro lo fuerte que ha trabajado durante toda su campaña, ese tipo es un héroe. Pero con ese discurso ayer… jamás había escuchado un discurso así. Jamás había sentido me hablaran directamente a mi, como poniéndome la mano al hombro y diciéndome “Todo va a estar bien. Tú no perdiste, YO perdí, y yo no me estoy dando por vencido, yo voy a seguir luchando. Lucha conmigo”. El carajo, sin duda alguna, nos dijo que no se quedaría en paz hasta que nos quitara a este sujeto de encima.


Hay algo que debo decirles, yo hace mucho que estoy diciendo “Si Chávez gana, el venezolano se merece todo lo que le pueda pasar.” Quizá no todos los venezolanos, quizá no tú, que estás leyendo, quizá no tus amigos, quizá no yo, quizá no mi familia. Pero más de la mitad de los venezolanos se merece su vaina. Y, por lo menos yo, el día de hoy, prefiero decir que soy de las venezolanas que se merece la vaina que los demás le echaron al hombro, a decir que soy de las que se va y no asume ningún peso encima.

Yo me había ido a Inglaterra, y aunque mi mama me pidió que me quedare en aquél lado del mundo, me negué. Yo me vuelvo. Y aquí estoy. Yo de aquí no me voy a ir hasta que sienta que hay gente preparada volviendo. Hasta que sienta que extranjeros vienen para quedarse, hasta que sienta que me voy, y no estoy huyendo en manada con toda la fuerza intelectual del país, sino que me estoy yendo como todos a tener una nueva experiencia y probablemente volver. Cuando yo me vaya, será porque sienta que estoy dejando a mi país en buenas manos, en manos de gente inteligente que lo trataran con cuidado y que lo amarán tanto como yo lo hago.

Y yo creo firmemente que eso será posible, en algunos años eso se va a poder. Porque tenemos un líder, tenemos quién nos lleve por esa senda. Yo pongo las manos de mi país en la fuerza del Flaco y en el trabajo de todos nosotros, que votamos por el, para que este régimen en el que vivimos acabe.

Nadie ha dicho que será fácil, no lo ha sido hasta ahora. Y nadie ha dichos será especialmente divertido, porque tampoco lo ha sido hasta ahora. PERO ES POSIBLE, y todo lo bueno requiere de un gran esfuerzo, y si queremos pasar de la desgracia a lo bueno, mas aún, ahí requieres de un esfuerzo sobrehumano para conseguirlo.



Quiero decirles que yo ayer tenía la esperanza a millón. Creía firmemente que ganaríamos. Yo pasé todo el día trabajando en la plataforma de denuncias y la verdad no tenía mucho tiempo de enterarme de nada, de como estaba la cuestión, de como se cocinaba la vaina. Solo sabía acerca de todo lo que no estaba funcionando y de lo que se estaba haciendo para resolverlo.

Salí durante el día cuando me llevaron a votar, entre voté y salí. Pareció un proceso expedito, pareció a los ojos del que ve desde fuera, algo sin mucha relevancia. Yo por mi parte tenía el corazón latiéndome a millón. Entré a mi mesa a votar constitución en mano. Puse mi huella ansiosa, esperando a que me dijeran “Pase”. Cuando eso pasó, el corazón se descontroló y me aferré a mi constitución como si fuera lo único me quedare en este mundo. Presione la cara del flaco por ahí abajo. Lo vi sonriéndome en la pantalla y presioné VOTAR. Salió mi voto, ansiosa por depositarlo solo vi que culminaba en “onski” y feliz lo doblé y lo metí en la urna, pasé a la mesa siguiente, puse mi huella, firmé con el mayor amor y cuidado que he firmado en meses y proseguí a la parte más representativa del voto en Venezuela. La tinta. Quería mojar el chiquito hasta la mitad, pero no pude; primero, porque el tipo estaba pichirre y segundo, porque estaba pichirre porque se estaba acabando. Así que aunque le llevé la contra, no pude sino pintarme la puntita, dibujarme un mini dedal al dedo. No me importó y exploté, era todo sonrisas y lagrimas. Salí de mi mesa y de mi centro de votación. Pasé los próximos cinco minutos viéndome el dedo y sonriendo. La esperanza que sentía en ese momento, señores… no se las puedo narrar. Yo sentía que me iba a explotar el pecho, que no cabía en mi tanta ilusión y tanta alegría.

Eso se prolongó durante todo el día en aquellos momentos en los que tenía tiempo de pensar en lo que realmente estaba pasando (que eran pocos). A finales de la tarde no hacia sino escuchar a los que trabajaban conmigo, felices, (algunos de esperanza y otros por rumores) y de repente empecé a estar más y más segura “Ganamos” me decía.

Eso duró hasta el momento que llegué a casa, todas estaban desanimadas, seguras de que no había sido así, luego leyeron a Nelson Bocaranda y solo hablaban como si ya Tibisay hubiera salido a dar los resultados. Yo, nerviosa y arrecha, me subí y me alejé de las chacharas… y de ahí en adelante, ya conocen la historia. Dieron los resultados y senti se me venía encima el mundo, pues.

A lo que quiero llegar es: esa pasión que yo sentí ayer, estoy segura MUCHOS venezolanos la sintieron. Y creo que la pasión puede mover cualquier cosa. Somos mas de seis millones, más de seis millones que como yo sintieron una gran emoción y que como yo sintieron que el mundo se les venía encima al perder. Si todos nosotros hacemos algo, si no nos vamos, si luchamos…. Señores, podemos sacarnos a este simio de encima. No sé cuándo, pero podremos.



Señores, quiero que sepan algo, el día de ayer, forjamos historia. Y si tú fuiste a votar, si has estado participando previamente en lo que se está cocinando, ustedes fueron parte de ella. 



Buscando esperanza, 
Victoria B.

sábado, septiembre 15, 2012


Hay algo que tengo que terminar de aceptar. Y es que he’s gone. No puede ser, que aún hoy, la  simple mención de su nombre me descoloque. “Pepito Gomita me escribió”, me dice. Y yo entro en crisis. Empiezo a tratar de entender porqué. Me pregunto si algún día me va a dejar en paz. Si algún día me dejará seguir adelante.

¿No te habías ido del país? ¡Pues vete! ¡Quédate allá y no vuelvas! Me molesta, porque aunque sé que le doy demasiadas vueltas a todo, siento que quizá tiene algo que ver conmigo. No que yo sea el centro del universo. Pero, ¿Por qué le escribe a ella de la nada? Ni que fueran amigos cercanos… no, cercana es ella de mí. Era obvio que yo iba a saberlo, ¿no? Era obvio que su nombre retumbaría de nuevo en mi mente.
Supongo que, según él, Victoria no tiene derecho a move forward. Seguro que no tengo derecho a olvidar todo lo ocurrido entre nosotros. Lo bueno y lo malo. Todo.

No Victoria, sabes que aunque quisieras, no podrías. Sabes que te enseñó más cosas de las que eres capaz de expresar. Sabes que fue un escalón en tu vida. Que llegó para romper estándares que necesitaban ser destrozados. Sino no estarías donde estás ahora. Y te gusta donde estás ahora, ¿No es así?

Pero sólo eso fue, un escalón. Para mejor o peor, eso no importa, el hecho es que cambió tu vida y siempre lo recordarás. Pero es hora de dejarlo ir. Es hora de que su nombre no te provoque un pequeño infarto. Es hora de recordar tu amor por ti misma y dejar de torturarte.

Hoy hace un mes me enteré oficialmente que era muy probable se fuera del país. Hace exactamente un mes, sentí que se me venía el mundo encima. Hace un mes, lo disculpé por todo lo que pudo haber hecho o dejado de hacer en el pasado. Si, hace un mes creí haberlo entendido todo y creí tener derecho de nuevo a quererlo. Y todo el cariño que venía reprimiendo, estalló de pronto para hacerme entender. Un cariño que dejé fluir en lágrimas por su partida.

Hoy, las cosas por las que lo disculpé ese día, se quedaron cortas con toda la humillación pasé en los días siguientes. Humillación a la que me sometí yo solita. Porque cuando uno quiere, no se mide, resulta que es cierto; cuando quieres, no te importa nada. Yo sólo quería darle un abrazo de despedida y escucharlo reír. Hoy, en cambio, no siento deba disculparlo, no siento haya nada que disculpar. Esa última humillación, ese último coñazo, me enseñó quizá más de lo que me había enseñado en los últimos 8 meses. 

Hoy siento la necesidad de eliminar su nombre de por vida. No sé cómo, pero ese capítulo tiene que quedar cerrado cuanto antes. Estén las cosas claras, o no. 


Victoria B.

sábado, septiembre 08, 2012

Nota #2 - Drenando.


Me duele, me digo a mi misma que no es así para poder sonreír y ser verosímil, pero me duele; y mucho.

Debería hacerle caso a mi intuición… siempre. Debería hacerle caso porque suele tener razón, porque a veces creo que es preferible preguntarme en el futuro “Y si hubiera hecho tal vaina…” que darme algunos coñazos que no sirven sino para que levante unas barreras intraspasables.

Ella tiene razón, a mi la vida siempre me pone a escoger, de a dos o más. No es justo.

Mi cumpleaños pasado, lo pase hablando con el todo el día. Este año ni me felicitó. Eso también me dolió… que jode. Pero jamás se lo voy a decir…

Terminé de hacer verano la semana pasada, y pensaba en meterme en un curso de 8 a 5 ya esta semana y la próxima. Estoy loca. Pareciera que no me gusta descansar. Menos mal mi mamá es más sensata que yo y me aconsejó no hacerlo.

Odio tener que elegir, no voy a hacerlo hasta que no sea imprescindible.

Me molesta cuando la gente es demasiado buena. Porque siento que yo debería serlo, y no lo soy. Me siento culpable.

Sin duda alguna, he de aprender esas técnicas psicológicas de descifrar la personalidad de una persona por su caligrafía. Esa vaina es lo más.

Ayer cumplió años mi… mejor amiga. Y esta en Canadá. No recuerdo cuando fue la última vez no pase ese día (y el siguiente) con ella. La extraño, si.

Me gustaría entender como funciona su mente. Me gustaría entender qué es lo que quiere conmigo, si entendiera, podría ponerle en alguna de las dos categorías y así no está en ese limbo raro que me trae por la calle de la amargura.

Mentira. No me trae por la calle de la amargura, si me gustaría entender… pero creo me estoy tripeando la vaina.

No sé qué estoy haciendo, pero de momento, no lo dejaré de hacer.

No, no le diré nada. Y le disculparé… pero jamás lo voy a olvidar. Suena cliché, pero es así.

Hablando de clichés, hace poco me dijeron la vaina más cliché del universo… e incluso fue cuchi (sobretodo porque aceptó la clichosidad antes de decirlo)

Extraño a Fermín. Rodolfo… Rodolfo no es suficiente. Lo siento, R.

Miento, de nuevo. Se lo dije, le dije que noté en falta su felicitación… porque así fue. Aunque no le dije que me dolió.

Yo sé que puedo ser bastante detached, de hecho, así me vendo para luego no decepcionar a nadie. Pero él… él lo es demasiado. Es como veinte veces más detached que yo… y creo que esto así no funciona. No, no lo creo, lo sé.

Claro, el que estén o sean capaces de estar demasiado involucrados, tampoco me sirve.

Sé que leyó ese post y por eso lo hizo. Lo sé… y me molestó. 

En dos días, dos amigas me han dicho que tengo que tomar una decisión… pronto. Yo creo que exageran.

Cuando alguien es tan honrado, no se merece por nada del universo que le lastimen, simplemente no es justo. No debería suceder.

Confieso que Fermín escogió casi el peor día para morir. Claro, que morir el día de mi cumpleaños habría sido incluso peor que morir el siguiente, si. Supongo que no existe fecha buena para perder tu teléfono.

Tengo que dejar de resumir mis ideas de posts para el blog en 140 caracteres por twitter. Por culpa de ese miniblog, es que tengo este abandonado.

Mi “Don’t break the chain” de escribir media hora diaria, se ha ido a la cañería en las ultimas semanas… más, incluso. Eso desde la semana del 13 de agosto.

Dejé de escribir por miedo a lo que pudiese salir. Dejé de escribir porque tipearlo y asumirlo todo era way too painfull. Dejé de escribir y ahora me arrepiento porque perdí la costumbre, el hilo de la rutina.

La gente no me cree cuando le digo que me sobrevalora. Que es simplemente el hecho de que yo sé como venderme de manera que me vean mejor de lo que en verdad soy.

Hace mucho que quiero escribir algo largo. Algo que valga la pena. Mis intentos nunca pasan de 10 páginas y son, la mayoría, seguidamente borrados. 


Victoria B.

martes, septiembre 04, 2012

Birthday Post

No se supone tenga tiempo, porque ando en el típico corre corre consecuencia de dejar las cosas a última hora. Pero aun así, creo que invertir cinco minutos al blog en un día como hoy, no puede ser tan grave. (Esperaba dejar una entrada programada... pero no lo hice)

Les cuento que llego del olvido en el que tengo el blog solo para decir una cosa: 

Hoy cumplo dos décadas... Y como todos los años, me sigo sintiendo igual que ayer cuando tenía 19 jajaja. 

Aún así, siento que decir que tengo 20 es como que.. wow. Que ya no soy teen, no más. No me siento de 20.. me siento como una carajita, una bebé inmadura. Y el próximo año ya se supone que sea una adulta responsable de todas mis acciones. ¡AYDIOJMIO!
Pero ya, no desesperéis, que eso es el próximo año. Por lo pronto, disfruto lo que me viene. Espero mis 20 sean igual de buenos que los 19... o que los 18. 

Hasta ahora llevaba todo el día sola (llegué a casa y mi mamá llegó a los 20 mins), bueno, sola no; he estado por toda Caracas rodeada de gente, pero nadie que me conozca. Y es así como compruebo mi teoría: me encanta pasar mi cumpleaños all by myself. El año pasado lo celebré el día anterior y pase el 4 en mi cuarto haciendo nada... y fue magnífico. 

Claro, que para hoy en la noche si habrá guateque, pero pasé más de la mitad del día haciendo una de las cosas que más me gusta: monologar y pensar webonadas. 

Y ahora sí, esto es todo por hoy. Espero volver esta semana, pues ya soy oficialmente LIBRE de mi curso intensivo de verano (aprobado con notón -as if you care) 

¡Nos leemos pronto, lovelies! (Esta es Victoria de muy buen humor) 


Victoria B.