domingo, octubre 31, 2010

This is the end of the beginning

Siempre he creído que las segundas oportunidades no funcionan, siempre he creído que vivimos una vez nada más, siempre he creído que no existen maneras de "start over again".

Me doy cuenta y admito que es MENTIRA,

Hoy llego a un mundo nuevo, nuevas personas, nuevas oportunidades, nueva forma de vida y nuevas situaciones que me presentará la vida. Y les juro que acepto todo eso con los brazos abiertos para darle un inmenso abrazo a este nuevo comienzo que me presenta la vida. HOLA MUNDO, SOY VICTORIA AND IM READY FOR YOU.

Aquí estoy rodeada de un montón de gente que no conozco, a muchos ni los entiendo porque hablan entre si en árabe. Es el constante 'speak english please' cuando hay algunos hablando en árabe o los tres que hablamos español.
Es estar rodeada de una naturaleza increíble y un clima al que yo no estoy acostumbrada pero creo que me encanta.
Señores, les puedo decir, que estoy aquí sentada desde la salita de estar en la que todos pasan el rato, estoy aquí, sentada rodeada de gente y les juro que Estoy Feliz. Desde hace algún tiempo me he dado cuenta de que tengo un pequeño problema, y es que no sé estar feliz, siempre busco algo malo. Hoy les digo que no me importa que mi celular no esté funcionando, les digo que no me importan los rollos que tuvimos ayer con los hoteles y no me importa nada, estoy FELIZ.


Victoria B.

sábado, octubre 23, 2010

Nota Mental.

Victoria, sí se te llegase a quedar algo indispensable para estos nueve meses prometo entrarás en un ataque de histeria.

Se te agradecería NO dejar absolutamente nada necesario. Gracias. Tu yo interno.


Victoria B.

Preparativos


Ando en plenos preparativos para partir a mi próximo año de experiencias.

Me voy el martes próximo y no empecé a arreglar ni a comprar nada sino hasta hoy.

Tengo muchísimas nuevas anécdotas que contar y muy poco tiempo, espero tener tiempo luego -ya será la semana del 1ro de noviembre que llegue al campus- y ahi tendré muchísimas otras cosas que contar.

Ya nos leeremos como bloggers normales dentro de una semana.


Victoria B.

jueves, octubre 21, 2010

Me convertí en gallina.

¿Sabes lo que es estar agotado?

Bueno, eso cargo: ‘ a-g-o-t-a-m-i-e-n-t-o’. Cargo agotamiento físico, mental, psicológico (¿Es lo mismo que mental?), hormonal y #queseyo, endocrino también.

¿Tengo razones para estar tan agotada? No, pero heme aquí con los ojos achinados frente a la computadora. Ayer caí muerta a las 9pm.

Hoy en cambio tomé la decisión de bajar a la sala, lo cual me impide -aunque no del todo- caer en un estado de inconsciencia absoluta.

He ahí la razón la porque no he publicado nada. He empezado varios posts y cuando los estoy escribiendo, 'tomo un break' -sin kitkat #iugh- que resulta ser un break muuucho más prolongado de lo que esperaba en el que me duermo hasta media noche que me paro a apagar todo y a cambiarme, porque de paso tengo el tupé de quedarme dormida con ropa de calle

Hoy no permitiré que pase eso: Adiós, solo pasaba a informar que no me olvido del blog, solo que no soy capaz de escribir en él.


PD.: Para el que no entienda, las gallinas siempre se duermen temprano, en cuanto se esconde el sol.

Victoria B.

lunes, octubre 18, 2010

Creo que no me conozco como yo pensaba.


Mi profesor de sociología jurídica es un tipo que probablemente sea brillantísimo, te explica todo y entiendes rápidamente. Quizás tiene algunas manías un poco raras, como el que nos presentemos diciendo nuestro signo zodiacal, por ejemplo. Pero en general, lo he visto tan solo un par de veces y me ha gustado la dinámica.

Primera semana, primer día de clases y primer trabajo. Nos mandó a hacer un Proyecto de Vida. Ahí debíamos hablar de nosotros, de nuestro pasado, de cosas que nos han pasado e influido, de lo que queremos para el futuro y, por supuesto, debíamos hablar de cómo somos y cómo queremos ser.

Suena sencillo ¿eh? Si, suena muy fácil eso de explicar tu vida a un completo desconocido, aunque él diga que ese trabajo es más para nosotros que para él. Si, sonaba muy fácil hacerlo. Yo lo veía y mientras leía el material guía me iba pareciendo cada vez más sencillo pues yo estoy clarísima de quién soy y qué quiero.

Todo iba muy bien hasta que empecé a escribirlo. Iba ya por la tercera página y tenía pequeños lapsos de mi vida plasmados en un documento de Word. Ya no sabía qué decir, y aunque supiera… no sabía cómo. Así que decidí que era hora de desayunar, me fui a casa de mi tía y el trabajo quedo abandonado desde ese momento (como las 11am) hasta las 11 de la noche, cuando regresé a mi casa, sabiendo que el día siguiente no iba a ir a la universidad porque mi mamá me dijo que quería hacer unas diligencias conmigo y a juro en la mañana. Está bien, no voy a la universidad. Luego me puse a pensar que por más que yo no fuera a cursar el año no podía dejar de entregar mi primer trabajo. Eran las 12pm y yo me dispuse a proseguir con el trabajo para ir a la tarde a entregarlo.

Eran las 3am y yo seguía retratando retazos de mi vida y planteando sueños. Muchas ideas, muchos momentos importantes, muchas personas cruciales en mi vida. Y es que cada cosa que contaba tenía una historia por detrás que le daba mayor sentido a lo que estaba diciendo, así que tenía que retroceder en el texto y situarme en alguna época de mi vida indicada para echar el cuento, terminaron siento 8 páginas de historias incompletas y con detalles que no quería revelar a alguien que es super suena nota, pero que si a caso conozco y que no tengo ganas de que me conozca aun mejor que yo misma.

Insisto, parece fácil poder explicar tu vida, hasta que te vez en la posición de hacerlo. Es algo que tengo que abarcar todos los aspectos, mi familia y como han influido en mi, mi vida académica, mis amigos principales, momentos claves en la amistad, los fracasos que he tenido en la vida así como los logros, mis valores, momentos cruciales para alguna decisión, las decisiones más importantes que he tomado en mi vida, personas a las que admiro, Cómo soy ¿estoy conforme? Si, Cómo quiero ser mañana ¿voy por buen camino? No lo sé. Y nada de eso fui capaz de ponerlo en orden cronológico, sino más bien va como que por temas, aunque van saltando de una cosa a otra porque hay cuestiones que son esenciales para comprender otra cosa. ¿Qué sé yo? Fue un trabajo divertido, he de admitir. Pero creo que nunca me había tomado el tiempo para analizar tanto mi vida y mucho menos plasmarla en papel.

 
Victoria B.

Recuerdo de una imagen inventada.

Estaba navegando por la web y me encontré con esta imagen:


Me sentí inmediatamente en algún capítulo de "El Juego Del Ángel" en aquella Barcelona melancólica y oscura. Creo que me enamoré.

Victoria B.

miércoles, octubre 13, 2010

¿Volviendo a la normalidad? Algo así...

Sé que la mayoría de mis últimos posts ustedes no los van a entender. Sé que han sido demasiado personales y que los cuentos y comentarios que hago no son algo que ustedes van a entender, lo sé.


Discúlpenme por eso pero he sentido la necesidad de liberar mis pensamientos en este espacio en blanco, llenándolo de letras, palabras y oraciones que poco sentido han de tener, pero son mías y pues necesito sacarlo. Necesito contarme esto a mi misma y dejarlo registrado.

En fin, discúlpenme la ambigüedad de mis posts y gracias por aún así seguir leyéndome. Prometo que los próximos quizás sean algo más general. Prometo hacer una crítica a la sociedad prontamente -sociedad que me tiene hasta los ovarios-.

¡Nos leemos!


Victoria B.



Te encontré en mi recuerdo.

Y estoy aquí, rodeada de este paisaje que fue escena de largo rato, aquí donde profundicé en la persona que eres; aquí dónde me enseñaste tus manías, tus debilidades, tus pasiones y tus gustos.
Un día en el que nos rodeaban cientos y cientos de caras sonrientes y emocionadas -así como si lo estuvieran por nosotros-. La bulla reinaba y las distracciones sobraban, pero ese día éramos sólo tú y yo. Ese día te lo dedique en su totalidad y tú me lo dedicaste a mí. Ese día la compañía del otro y el conocernos mejor entre nosotros, representaba una diversión mayor que el estar en el cine, jugar videojuegos… y mucho mejor aún que el estar en un grupo grande que no nos permitiera ser nosotros mismos.
Fue una experiencia que yo consideré mágica. Así como lo que te pinta Disney a la hora de visitar uno de sus parques, solo que esta magia no la traía el lugar sino la compañía.

Recuerdo que en un principio, al ver la cantidad de gente que había, quise proponer que huyéramos. Pero algo en mi interior quería permanecer aquí. ¿Cómo es posible crear una burbuja para dos personas entre el gentío? La verdad, no lo sé. Pero ese día éramos solo tú y yo por las caminerías, abriéndonos libre paso entre la gente sin tener que realizar el menor esfuerzo, riendo de las ocurrencias de algunas criaturas que corrían y gritaban, parecía su forma de celebrar su día, siendo niños felices. Nos parábamos a escuchar a algún predicador para luego opinar de su locura, criticar sus ideas e incluso reconocer que algo tan fuera de lugar como la total devoción a la religión pudo haberle salvado la vida. Nos deteníamos a ver cada lugar que debía tener animales y solo albergaba patos –porque en este parque el único animal que queda es ese… patos-

Heme aquí, sentada en un banquito, con vista a una buena parte del parque, rodeada de los cantos de los pájaros y algunos ruidos del que viene a hacer deportes o de las familias que quisieron venir a pasar el rato. Y no puedo sino observar momentos congelados por doquier, situaciones que quedaron guardadas en mi memoria.
Y es que estoy aquí y no estoy triste como supuse que estaría, no, estoy feliz… feliz porque atesoro recuerdos que no cambiaría jamás, porque fuiste parte de mi vida y porque aunque no lo sepas –ni yo lo quiera terminar de aceptar- eres parte de quién soy hoy.
Porque me cambiaste. Porque te volviste parte de un momento de mi vida. Porque me diste una nueva perspectiva de las cosas. Porque me hiciste conocer un montón de cosas nuevas. Porque me hiciste reír incontable cantidad de veces. Porque me sentí yo cuando estaba contigo. Simplemente por ser quien eres y haber estado en mi vida.

Sinceramente: Gracias...



Nada muere mientras permanezca en la memoria de alguien.
Así que te prometo, que por mí aquellos momentos vivirán por mucho tiempo más.
Victoria B.

martes, octubre 12, 2010

Voluntad: cero.

Creo que me faltan los dedos de las manos para contar la cantidad de veces que he dicho

"Esta es la última vez que..."

Debería empezar a ser consecuente con mis decisiones, ¿Eh?

Victoria B.

lunes, octubre 11, 2010

Y me quedé con ese mal sabor de boca...

Cuando mis días se cruzan contigo pierden todo su sentido. Lo que ayer estaba claro: hoy dejó de estarlo y lo que ayer añoraba: ya hoy no estoy tan segura.


Cuando me cuentan de ti en medio de un día, puede resultar una total alegría, que me provoca dar saltos al ritmo de la vida, o simplemente me desmoronas el momento.

Te crucé en nuestra casa de estudios y aquella promesa de que serías un total desconocido, se fue como la hoja en un caudal. La saludé a ella, y por detrás, venía un muchacho, con una sonrisa de esas que solo tú sabes dibujar y con una naturalidad digna de un actor.

Fue un abrazo de esos que le das a alguien que quieres cuando llevas tiempo sin verlo. Sentir el calor de tu cuerpo alborotó todas las células de mi cuerpo. Ver tu sonrisa me devolvió inmediatamente a momentos en los que esa sonrisa era lo único que era capaz de ver. Te veía hablar pero no escuchaba lo que decías, la silueta de tus labios me hipnotizó como sólo los profesionales del reloj han de saber hacerlo.

Fue un encuentro rápido, que obviamente, estaba planeado por ella, quién se acercó a mí y me dijo haberme visto de lejos. Ha de haberte arreado a saludarme, no lo sé, y no me importa.

El corto encuentro se finalizó con una promesa de vernos todos minutos más tarde.

Al irte las miradas y comentarios de mis compañeros encendieron mis cachetes que habían logrado permanecer relativamente normales en lo que duró tú presencia. En mi interior se guardaba una especie de emoción y de desesperación. La cola se me hizo eterna, los comentarios y conversaciones de mis amigos pasaban desapercibidos ante mí. Me quedé en un limbo personal, me quedé atando cabos y tratando de pensar, lo cual me resultaba meramente imposible, es como dice el sabio Fermín Romero de Torres, “Corazón caliente, mente fría”.

Traté de integrarme realmente a la conversa, cosa que logré, no sin mucho esfuerzo, pero lo logré.

Finalmente entramos, ya iba con mi bandeja de comida en mano, me dirigía al piso de arriba donde habías dicho se iban a sentar. Empecé a revolotear con la mirada entre las mesas abarrotadas de gente que comía, hablaba y reía. Te encontré, de pie, en una cola para el bebedero. Mis amigas ya habían encontrado mesa y me uní, me senté y por un rato, te saqué de mi mente, decidí que merecía comer en santa paz.

Cuando ya la comida no saciaba el hambre sino que empecé a comerla por simple obligación, miré hacia mi izquierda y ahí encontré esa camisa azul que había visto antes, encontré ese corte de niñito gallo -que espero haya sido mala mano del barbero y no tu nuevo ´look’- pero que se me antojó realmente gracioso y tierno.

Allí estabas, de espaldas, a tres mesas de distancia.

Todas terminamos de comer. Cada una tenía un plan distinto para el resto del día. Yo, yo no tenía plan… pero de un momento para otro, había decidido que quería pasar un tiempo contigo.

Dejé mi bandeja y me despedí de todas. Salieron no sin antes dedicarme una mirada de extrañeza, cuando yo, por el contrario, subía nuevamente las escaleras.

Allí estabas, te vi de lejos y me detuve a contemplar tu semblante. Me provocó llegar y acariciar tu pelo o cosquillearte la espalda, cosa que no haría pues sé que detestas. Así que llegué, con completa naturalidad y me paré al lado de la mesa, estaba allí mi amiga, otro muchacho -a quién he visto tres veces en mi vida y cada vez que veo hablamos-, , justo al lado de él, y otras cinco personas que pasaron desapercibidas ante mi mirada.

Saludé a mi amiga nuevamente, dediqué un saludo al muchacho previamente conocido y luego crucé mi mirada con la tuya, expectante. Me viste, torciste la boca y devolviste tu mirada a la comida.

Mi corazón se detuvo, mis manos empezaron a sudar y algún órgano que no reconocí ha de haber explotado en ese momento ante tu reacción seca, propia de alguien que ve a un desconocido.

Terminaron de comer, yo me quedé haciendo ‘compañía’. Dejaron sus bandejas y los que tenían clases corrieron antes de llegar tarde. Te quedaste tú, aún sin devolver la bandeja. Yo no sabía qué hacer, quería seguir caminando para no verme desesperada, pero no quería perder mi oportunidad de estar contigo un rato más. Te esperé en lo que finaliza la línea para devolver la bandeja, me viste, sonreíste y empezamos a andar como si fuera lo que ambos esperabamos hacer. Hablamos de trivialidades, cosas banales que ahora no recuerdo y que probablemente me hubieran preguntado tres minutos después de acontecido y tampoco hubiera sabido.

Una naranja que llevaba en la mano era la elegida para recibir todo el estrés y los nervios que cargaba encima… pobre naranja.

No llevábamos ni dos minutos caminando y hablando cuando aquél otro muchacho a quién escasamente conocía se nos unió. Cosas que pasan, pues. Gente que se une a los grupos y que no cabe más que sonreír.

Empezamos a caminar los tres, aún hablando deyonoséqué. Ya en el pasillo me preguntaste que qué iba a hacer, quise responder ‘quedarme contigo’ pero solo atajé a decir: “no sé, ya no tengo clases, pero no me quiero ir ya a mi casa, así que me quedaré por acá otro rato.” Creo que aunque no lo dije, quedo claro que pretendía quedarme con él o algo por el estilo.

De un momento a otro, lo vi saludando a dos amigos de él, dos muchachos en los cuales no repare en lo absoluto, dos muchachos a los que no les tengo cara, son una mancha negra en mi memoria.

De un momento a otro dijiste “Yo sigo con ellos” y te despediste con un maldito batuqueo de manos. Allí me quedé yo, con un desconocido, desconcertada. Finalmente me eché en tierra de nadie, con este desconocido al lado, que solo era un personaje de fondo en mi escena, en mis pensamientos.

Luego él se fue a buscar a noséquién en nosédónde.

Finalmente me quede sola. Con el día destrozado.

Hoy agarraste mi día y lo hiciste pedazos, lo picaste muy fino para que supiera mejor, después lo lanzaste a la licuadora y terminaste por echarlo en un vaso, con alguna ramita verde que lo adornara para devolverme mi día, hecho trizas. Por ti y por mí.

Y es que yo me busco las cosas que me pasan… totalmente.

O sea, yo sabía que en cuanto me quedara sola iba a caer nuevamente a una asquerosa realidad, yo sabía que no sería un momento grato. Sabía que una sensación recia, como la de un ladrillo, iba a quedar atravesada en mi estomago. Sabía que inmediatamente extrañaría tu olor, tu risa, tus ojos verdes, tu tez clara y tu buen humor… yo lo sabía. Pero no esperaba que ese tiempo contigo fuera tan corto, no esperaba que me dejaras en medio del pasillo, sintiéndome cual niña huérfana. Con ganas de abofetearme por ser la maldita niña infantil, sentimentalosa, masoquista y estúpida que soy.


Honestamente, alguien tan inmaduro, pollo y tan bolsa como yo, no debería estar en la universidad.


“Yo sigo con ellos” dijo…

 
 
Victoria B.

jueves, octubre 07, 2010

Hola. Soy Victoria, y tengo un problema.

Hola, soy Victoria, y tengo un problema.
No sé si seré yo a la única que le pasa, pero creo que es algo preocupante, y he de empezar a trabajar con ello si no quiero tener problemas.

Bueno, mi ‘problema’, es que yo suelo contar las cosas que me pasan -importantes o no- en twitter o por este mismo espacio, mi blog. Pues al contar aquella situación o LoQueSea, asumo que ya le he contado esto a todos mis amigos/conocidos/personas que deben saberlo.

El problema radica básicamente en que, casi ninguno de mis amigos tiene twitter, y aquellos que lo tienen -la mayoría- NO lo usan, es así como cuando yo me abrí aquella red social llamada Tagged, y la usé unas cuatro veces en toda mi vida (de hecho, aún me mandan mails todos los meses reclamándome que no entro, pero no me he tomado la molestia ni de cerrarlo), es decir, sus cuentas de twitter son tan inútiles como el peine para un calvo.

No lo usan, no me leen, no se enteran y luego, me reclaman porque no les cuento nada. Yo siempre salgo a defenderme con un “Es que lo puse en twitter, y luego olvide contarte :)”. Se imaginaran que los reclamos son ahora más fuertes.

 

En el caso de mi blog, creo que si contara los amigos cercanos que me leen aquí, me sobrarían los dedos de una mano. Ninguno se toma la molestia de pasar por aquí, y en cierta forma, creo que podría hasta considerarse bueno el no tener que medir mis palabras porque Pepe Gomita o Wendy Chupeta me vayan a leer.

En aquellos casos contados que me han leído uno que otro post, me califican de ‘mordaz’ -WTF?- o me empiezan a preguntar: “¿De quién estás hablando?” (Por dios, lean esto como cualquier otro lector, no necesitan saber de quién hablo). O simplemente critican esto o lo otro.

PERO... peeeero, aún así casi siempre al contar las cosas por aquí me desentiendo de contárselo a mis amigos.

Creo que mi problema es que simplemente tengo la necesidad de contar las cosas y en cuanto lo hago ya no hay razones para repetir la historia -O algo así-. Es más, creo que me importa poco si nadie lo lee en mi blog, si absolutamente nadie leyera un post, aún así siento haberlo contado. Vamos, está publicado, ¿Qué más puedo pedir?

Hey, me pasa lo mismo cuando le cuento algo a alguno de mis amigos, ya no se lo cuento a los demás. Contar las cosas una vez, para mí, es más que suficiente.


Victoria B.

Dueños del Libertinaje.



¿Sabían ustedes que en Inglaterra es legal que un niño consuma alcohol en su casa con sus padres a partir de los CINCO AÑOS?


Pues sí, esa es la edad legal. Con tus padres por ahí a partir de los 16. Y a los 18 ya eres libre. Después la gente se pregunta por qué son tan acaba trapos los ingleses esos, tienen razones, jajajaja. Por eso me caen bien pana, por eso los amo. Y por su acento.

Thank God me voy al país del libertinaje.

Esto se los cuento porque me puse a investigar a ver si podría tomar como una persona normal allá o tendría que esconderme. Pero sí, seré una persona normal que podrá ir a los pubs con todas las de la ley.


Victoria B.

CabezasRompe.


¿Se acuerdan de aquél rompecabezas que me quitaba todo el tiempo? Bueno, lo terminamos el fin de semana, ahora es que recuerdo que no había subido la foto:



Y bueno, Alpes Suizos listos. Próximo: New York.

Creo que se me ha convertido en una adicción esto de los rompecabezas.

Victoria B.

miércoles, octubre 06, 2010

Abstinencia II.


Créanlo o no -entiéndanlo o no-, llevo una semana sin tomar Pepsi ni ningún refresco. Aún estoy esperando que la desesperación se me pase, pero no ha sucedido.

Mi mama compra PepsiLight para ella y debo verla en el mesón de la cocina, cual niña diabética viendo un chocolate. Se sirve la Pepsi frente a mí, escucho el gas explotar desde su vaso hasta mis oídos.

Fuerza de Voluntad. Eso necesito.

Ya me dirán que soy dramática, si, también, lo soy. Pero les voy a poner algunos ejemplos:

*Si fumas, imagínate dejar de fumar de un día para otro.
*Si bebes, imagínate dejar el alcohol de un día para otro.
*Si juegas, imagínate dejar de apostar de un día para otro.
*Es más, si me estás leyendo, imagínate dejar de usar la computadora de un día para otro (si, y la tienes enfrente y funcionando)

He comprobado que la soda no logra suplantar el gas de la Pepsi. Ni el Nestea la cafeína de la misma. Y no, tampoco funciona echarle soda al Nestea, tampoco sirve, pero gracias por la intención.

¿Será que se me va a pasar esta necesidad en algún momento? I really hope so...


Victoria B.



Tercer día de universidad. Paseo + Success.

Hey, ¿Se han percatado de la diferencia que hacer salir DIEZ minutos más tarde?. Solo diez minutos bastan para que no llegues a tiempo.

Ayer salí a las 6.20am de mi casa, llegue a la universidad a las 6.50am. Hoy, en cambio, salí a las 6.30am y llegué a la universidad a las 7.35am. WTF? Ok. Lección aprendida, lo prometo: ‘no puedo esperar llegar a la misma hora si salgo más tarde. Si quiero dormir un poco más, he de acarrear con las consecuencias’.

Bueno, pues si, hoy la segunda parte de nuestro día en el curso de inducción fue llevarnos a las bibliotecas, primero a las dos de la facultad donde nos dieron las normas básicas -esas que ya todos conocemos por lógica (o por sentido común, que como diría un profesor mío, es el menos común de los sentidos)- nos enseñaron los ficheros y cómo usarlos -cosa arcaica que no pretendo usar mucho- y como buscar LA MISMA información de los ficheros en la página noséqué que podíamos entrar desde nuestras casas. Estuvimos ahí un rato, nos dieron unas cuantas lecciones de todo, hablaron más de lo necesario, nos explicaron cómo darle click a buscar y algunos tips de lectura, así como “donde dice autor, colocan el autor del libro”: ‘ooohhh, imagínate, ok… gracias’. En fin, aún cuando me ven aquí criticando, me gusto el paseíto, si me enseñaron alguna cosa que me ayudara a no ser tan pollita a la hora de ir a buscar algún libro, lo admito, además, nos sacaron los carnets de la biblioteca de la facultad (y) yeih.

Y después de eso nos llevaron a la Biblioteca Central.

Antes de entrar nos tuvieron un rato ahí esperando afuera. Había cámaras de televisión y la gente empezó a echar broma con que eran grabaciones para ‘La Mujer Perfecta’ y que lo iban a ver para verse en el background de las escenas. Finalmente entramos, nos dieron un recorrido por las salas, nos enseñaron como buscar las cosas, un poco de esto, un poco de aquello, silencio, murmullos, Ciencias Sociales I, esta sala me importa a mí, Ciencias Sociales II, también me importa. Ok, ya vi lo que más me hará falta.

Un poco más de recorrido, bajamos, sótano, copias, humanidades, bien. Ahora solo me hace falta tener el carnet de la universidad -no, no me lo he sacado, gracias.-. En verdad estos dos pasos me parecieron super cool. Sólo que no los disfrute lo suficiente por una razón: estaba famélica. No había ni desayunado ni nada, eran las 10.20am cuando terminamos el recorrido y yo no tenía absolutamente nada en el estomago desde una sopa la noche anterior a las 11pm.

Pero está bien, salimos. Nuestros preparadores nos habían dicho que no nos dispersáramos. Que nos quedáramos por ahí cerca. Salimos y están entrevistando a dos muchachos al lado de la biblioteca. ¿Quiénes eran? Rodrigo y Mangan de vinilo.

Pequeños griticos empezaron a salir de todas aquellas que conocen a ViniloVersus, y como la gran mayoría, lo que más les llama la atención de la banda, es el cantante, dígase: Rodrigo -Roro-. Muchos otros estaban desconcertados de ¿Por qué tanta gente los veía? ¿Por qué los entrevistaban? ¿Quiénes eran ese par? Pues sí, a los cinco minutos, nuestros preparadores no habían dado señal de vida y la entrevista parecía haber terminado.

Las cámaras se alejaron de Rodrigo y de Mangan y las fanáticas, a su vez, corrieron tras Roro. Dos de las amigas con las que estaba se volvieron locas y también fueron a ‘tomarse una foto con él’.

Mangan a saber María a donde se fue, pero se perdió durante un rato. Yo, me acerqué con mis amigas y estaba era muerta de la risa mientras pensaba:

¡¿Cómo hacen ellos?! Digo: ¿Rodrigo no se cansa? Les deben haber enseñado a mantener la sonrisa, yo nunca puedo sonreír bien para las fotos y él se saca diez fotos en dos minutos… en alguna debe haber cerrado los ojos. Uy no, que pena, yo no le iría a pedir una foto.

En cuanto todas las fanáticas se detuvieron en su acoso él se quedó parado como viendo quién más venía al acecho. En ese momento me acerqué yo a él

-¿No te cansas de que te persigan?
-Jajajaja, para nada es cool
-Sabes que esto es acoso, ¿no? Jajajaja
-Jajajaja no, no, para nada. Me parece super buena nota.
                 Llega un muchacho de mi clase.
-¿Y ustedes que tocan? (muchacho)
-Tocamos es rock (Rodrigo)

Ahí yo empecé a abogar por la banda diciendo lo buena que era y los pros de ella. Estuvimos un rato hablando los tres, de la banda y de su música, hasta que el muchacho se fue.

Luego me quedé yo de nuevo hablando con Rodrigo, que sí por qué no estaban los demás integrantes de la banda (me hubiera encantado que Andrian estuviera). Me preguntó mi nombre (supongo que no es divertido hablar con alguien que sabe quién eres tú y no saber ni el nombre de la otra persona)

Luego que si de sí los próximos toques, ahí me comentó dos fechas (para las que ya yo no estaré acá #BIGFAIL y que una era en Teatro, el 30, creo; y la otra con The Asbestos en CorpBanca. Empezamos a hablar de esta banda de jóvenes, de lo duros que eran y lo duros que podrían sonar si tocaran en su idioma y no en inglés. Mientras hablábamos de estos muchachos llegó Mangan a integrarse a la conversación. Luego me preguntó acerca de qué estudiaba, tuve que decirlo mientras me sonrojaba y reía,

-Me acabo de graduar, estoy empezando con Derecho, ¿Ves este montón de gente? Es un Tour, un curso de inducción jajajaja.

Río conmigo y no sé qué fue lo que comento, pero era algo del curso y el montón de gente. Y luego de estar hablando otro rato, Mangan le comentó que ya debían irse y se despidió de mí seguido de Rodrigo, que me dijo “chao, cuidate” o #algoasi no se si menciono mi nombre si quiera (ambos se despidieron como si me conocieran de toda la vida con beso y abrazo), y luego arrancó a caminar, y se despidió cual estrella en alfombra roja con un saludo de mano de todas sus demás fanáticas que gritaban (sí, me sentí como lo que ves en la tv, todas las muchachas gritando a punto de desmayo). En la tarde recordé, que me hubiera gustado preguntarles acerca de la nominación al Grammy, hubieran sido respuestas interesantes -o eso creo-
Nota: La conversación, como comprenderan, no la recuerdo al pelo, y esas no fueron
exactamente todas las palabras que usamos, pero por ahí va la cosa.

Ok, ahora, no es por nada, pero creo que prefiero mil veces haber podido hablar con ellos que una foto. Si les soy sincera, si, Roro me parece bien bonito, pero no es una cuestión a muerte, en cambio, la música que ellos hacen se ha vuelto parte de mi vida en cuestión de nada. Desde mediados de Mayo más o menos, cuando una amiga me comentó de ellos. A las tres semanas de haberlos descubierto (por así decirlo) ya los estaba viendo en vivo en el kikiriwiki de la USB y en verdad fui a este festival POR ELLOS.

Durante la tarde le comenté a una amiga acerca del success y me dice “¿Cuándo vas a volver a verlo? ¡¿Cómo no te tomaste una foto con él?! Bueno, pues sí, creo que aunque lo vuelva a ver o no, prefiero ser una fanática de su música y no de su persona, prefiero tener una conversación agradable con dos de los integrantes que una foto. Me parece normal. Además, me parece demasiado groupie llegar: “¿ME PUEDO SACAR UNA FOTO CONTIGO?”

He aquí el punto de toda esta historia -además de contarles lo obvio-:

¿No se cansa la gente conocida de ser… pues conocidos? Yo me obstinaría de no poder ir tranquila en la calle. ¿Acaso no quieren tranquilidad? De verdad, ¿QUIÉN CARAJO LES ENSEÑA A SONREIR?. ¿Se imaginan la cantidad de mentions que deben recibir en twitter de gente que sube la foto y pone (en este caso) ‘Con Roro: Twipicblablabla @rgviniloversus’ o la cantidad de follows que pueden recibir en un día noticioso, o cuanta gente los agrega a Facebook constantemente. Díganme, ¿no les provocaría desaparecer del mundo por aunque sea tres meses? Por más que dependen de sus seguidores para seguir triunfando en la música, deben querer acabar con nosotros de vez en cuando. Incluso con los que son como yo, que deciden que quieren hablar. Supongo que a veces hasta será más cómodo convertirte en un muñeco de cera sonriendo para tomarte miles de fotos. Sí, ahora que lo pienso, eso debe ser más sencillo.

Por cierto, yo que soy demasiado penosa, no tengo la más mísera idea de cómo me puse a hablar con él así como si nada -Pero bien que no entre en crisis, jajajajaja-


Victoria B.









martes, octubre 05, 2010

Soy la que soy. Punto.




Ok, hoy estaba leyendo el post Lo Admito de Myself en el blog de Historias.

En esa entrada dice gustarle las mujeres independientes, maduras, con una visión clara del mundo, emprendedoras, etc.

En fin, el caso es que honestamente he llegado a pensar que los hombres más bien se intimidan ante mujeres así -porque para ser honesta, me considero una de ellas-. Y realmente veo a los hombres más a por la labor de buscar una mujer vacía y sin temas realmente interesantes de conversación.

¿Acaso nos tienen miedo? Nunca lo he entendido, de verdad que no.

Es decir, no me considero la mujer perfecta ni me considero la persona más agradable del mundo, porque sé que no lo soy.

Pero he notado en muchas ocasiones –sí, he hecho experimentos- que mientras me comporte cual cotufa, tengo al muchacho buscándome como un muerto de hambre, pero en cuanto dejo de comportarme como una estúpida –la vez que más tarde fueron dos meses, más o menos- en cuanto empiezo a hablar de mis gustos por tal o tal libro, que me gusta tal o tal pintor, que quiero ver tal obra, que quiero estudiar Derecho y Estudios Internacionales al mismo tiempo, que quiero mi post-grado en Ginebra y que tengo tantas miles de metas en la vida y que me gusta hacer las cosas por mi cuenta, que me gusta ser independiente. Ahí, se alejan. Sí, sin muchos rodeos, empiezan a alejarse y yo, pues no les pongo freno.

O sea, no sé si es que yo he buscado en los lugares equivocados, o es que de verdad los hombres van en busca de mujeres que solo hablan de trivialidades. Que no lo niego, a veces es divertido hablar de eso, pero no me fastidies, la vida tiene mucho más de que hablar.

¿Es que acaso uno tiene que ser imbécil o dependiente para atraer a los hombres?

Si es así, prefiero estar sola hasta conseguir a alguien que soporte
mi manera rara y a la misma vez tan lógica de ser.
Acoto que conocí a un hombre que no se asustó, sino que más bien le gustó eso.
Pero bueno, pasaron las cosas que pasaron y no pasó.



Victoria B.

lunes, octubre 04, 2010

Primer Día.

Hoy, mi primer día de universidad.

Primero que nada, llego y el aula que nos había tocado, resulto no ser introducción al derecho sino Mercantil. Si, cambiaron los salones. Volvamos a la cartelera, ok, aula 5.
Llego al aula 5, cerrada. Todo esto fue a las 7am, así que mientras abrían yo me tomé la libertad de sentarme a dormir/descansar un rato. Como a laos 10 minutos, abren el salón y al rato entran una muchacha y un muchacho con camisas de la universidad.
-Su profesor no viene hoy. ¡Sin embargo! Toda esta semana estarán haciendo un curso de inducción con nosotros, sus preparadores.

Sinceramente, no estaba muy segura de que me gustase la noticia, pero ¡aquí vamos! Esta sería mi primera semana y debía tener mente abierta a todo.

Después de eso estuvimos como hasta las 8am hablando y presentándose cada uno y tal y cual. Nos explicaron que el día de hoy haríamos un Rally, así que nos empezamos a enumerar del uno al seis, hasta que luego dicen
-Ya va, los que vean SOLO introducción al derecho que repiten la materia, por favor, sálganse, ustedes tienen más clases luego y esto tomara más tiempo.

En ese momento el salón se vació de una manera realmente inesperada, la cara de los preparadores rondaba entre asombro y risa. Yo no pude evitar echarme a reír. Y el coordinador de logística (el que llegó y les dijo que se salieran) dice
-Bueno, ustedes, que están aquí y verán la materia por primera vez, ESTUDIEN introducción al derecho.

Jajajajaja, sí, me dio risa el comentario, perdón.
Bueno, ahí sí nos enumeramos, me tocó el 6, junto con otras dos muchachas y un muchacho. Ellos serían mis compañeros de rally. Debo decir que al principio no estaba segura de que me agradaran, creo que tenía más que ver con mi pena de hablar a con otra cosa. Pero en cuanto empezamos a hablar más y a trabajar como equipo, me cayeron muchísimo mejor, además al final ya podía hablar con mucha más fluidez. ¿Será que estoy madurando? ¿Será que ya no soy TAN penosa? Oh dios, ojalá. ¿Se imaginan? Woooow ameisin.
Pues sí, mi día no fue tan trágico, no lo pasé sola todo el rato, jajajaja. Fue porque obligaron a otras tres personas a ser mis amigos, pero bueno, funciono… creo.
Si les soy sincera, me encantó mi primer día, no fue lo que esperaba ni mucho menos. Pero bueno, me gustó. Por cierto, el rally fue una cuestión de dos horas corriendo por toda la universidad, espero haber rebajado algo al menos, mínimo ¿eh?

Después de todo este día de nuevas experiencias, me llamarán cursi, pero quería compartirlo con mis dos profesores favoritos del colegio, ¿me quedé allá en bachillerato? Quizás, pero de verdad quería contarles.

Fui al colegio que básicamente me queda de paso a mi casa y cuando voy, el profesor Jimmy no trabaja ni lunes ni martes, y El Don, estaba en clases, no encontré su salón, y cuando salió (que lo vi salir de su salón) otra profesora me tenía amarrada a ella. El caso es que lo vi irse sin poder saludarlo ni contarle nada #BigFail.

En fin, mi primer día de universidad fue un éxito :), estoy contenta con el y espero así sean mis próximas tres semanas.


Victoria B.

¡U - U - UCV!



Mañana es mi primer día de universidad. Será el primer día de tres semanas de universidad que viviré este año.

Confieso que tengo la misma emoción y los mismos nervios que me provocaban mi primer MUN hace unos dos años.
Siento las mismas ansias que tenía el día de mi graduación.
Tengo la misma esperanza que tenía cuando entre en séptimo grado creyendo que ya era grande porque mi camisa por fin tenía color.
Aquellos nervios se triplican por mil como mi primer día en Brújula Internacional en mis cursos de diplomacia porque no conozco a nadie y apesto a la hora de conocer gente nueva. -Prometo que esta vez no voy a llevar un libro para abstraerme del mundo cuando no consiga con quién hablar-.

Les confieso que llevo –mínimo- tres años esperando con ansias este primer día de clases en Derecho en la UCV. Esa es la razón por la que aunque me vaya a estudiar fuera en tres semanas, quiero empezar ahorita la universidad, quiero ver cómo se maneja la cuestión. Quiero vivir mis primeros días de clase, quiero ser la nueva, quiero escuchar mi soundtrack mental al momento de entrar al salón. Quiero conocer gente y sentir que no es tan difícil como yo lo siento. Quiero agarrarme mis colas para ir a la universidad, quiero sentir los nervios de que no llegaré a tiempo y al mismo tiempo cagarme en la hora de llegada. Quiero ver los títulos que me mandarán a leer y si es posible empezar a leerlos para adentrarme en un tema que no tocaré sino hasta el próximo año. Sinceramente, quiero vivir lo que mis amigos están viviendo. Cada vez que me cuentan de sus anécdotas de sus primeros días de clases, me alegro tanto y al mismo tiempo siento tantas ganas de vivirlo yo también, que ahora, teniendo la oportunidad, no la puedo dejar pasar.

Mañana, quiero que sea un hermoso día. No quiero ser la penosa que siempre soy y no quiero sentir todo el día la cara roja como un tomate –que además me da calor- porque voy metiendo la pata por todos lados y diciendo incoherencias.
Mañana espero ser la yo que conocen mis amigos. La Victoria que no tiene pena y que se comporta como una persona normal -o no tanto-.
Y aunque no lo logre, ya quiero que sea mañana, quiero entrar a mi facultad y por milésima vez, sentirme como en casa. Pero por primera vez, será un sentimiento respaldado por una situación real.

Wish me luck. Or not.

Victoria B.

domingo, octubre 03, 2010

¿Soy masoquista? Pues parece.

Ayer en la obra de La Ola. En la clase preguntaron ¿Quién sabe que es la autocracia?
Uno de los estudiantes a motivo de juego y en burla total dice:
-“Es una carrera de autos, en Croacia”.

En ese momento, me acorde de ti y tus chistes malos
Si, me acordé de Chinoto y me acordé de BonIce.
¿Puedes, por favor, salirte de mi mente?

Gracias. Chao.



Victoria B.

Like, Like, Like, Like...

No entiendo, a veces la gente le pone "Like" a status o comentarios en Facebook. de una forma tan morbo... Le dan "Like" a todo, carajo. es increíble.

Acabo de ver un status de alguien que está en crisis porque alguien se le murió, y viene una idiota, con su morbo, y pone "Like", ya me dirán ustedes.

Nota: Tambien me parece super chimbo que la gente publique sus cosas de esa manera en Feisbuk.

Victoria B.

Diviértanse un rato con las ironías des Feisbuk:



Hoy, sábado 02 de octubre, es el primer día del mes.

Imaginemos que el día de ayer no existió. Imaginemos que hoy es el primer día del mes.
ASÍ es como debió haber comenzado mi octubre.

Anécdota del día:

Cuando yo era chiquita, ODIABA de sobremanera ir a la peluquería, me molestaba que me secaran el pelo -si, literalmente salía molesta de allí- y me molestaban las tipas que te cortaban el cabello ‘sube la cabeza’ ‘muévete a la izquierda’ ‘mira para abajo’. Y allí ya venias de las manos de la que te lavo el cabello con el agua siempre o muy fría o hirviendo, y lo hacían casi que con arrechera, querían hacerme daño y terminaban lográndolo. Eso resultaba una tragedia para mí, realmente lo odiaba.

Hoy en día, me encanta ir a una peluquería, me encanta cuando escucho las tijeras tras de mis oídos, me encanta ver el cabello caer –cosa que antes detestaba- y me encanta como Agustín -Mi actual peluquero, que por cierto es LO MAXIMO (y aunque no lo crean no es gay)- se esmera en cada uno de los cortes, la dedicación que le pone, la facilidad, la soltura y la destreza con que lo hace siempre me han impresionado y al mismo tiempo me dan la confianza para decirle "quiero más o menos esto, pero tú ve a ver que haces".

Me encanta como mi cabello va agarrando forma poco a poco. Me encanta cuando me pone espuma para finiquitar el trabajo. Pero sobre todo me encanta verme al espejo con el corte ya terminado. Con él siempre salgo con una sonrisa en el rostro, y él termina sonriendo conmigo -no sé si porque le agrada que me guste o porque está orgulloso de su trabajo (quizás es un poco de las dos)- pero a fin de cuentas, creo que hoy en día, ir a la peluquería -solo a cortarme el cabello- es una de mis tareas favoritas.

Lo único que me duele es a la hora de pagar. Pero por eso es un gusto que me doy solo unas tres veces al año -tres días del año realmente grandiosos-.

Nota: Creo que lo principal para que me guste cortarme el cabello, es que me lo corte alguien competente y además que me caiga bien.
-Aquí acaba la anécdota-


Pues sí, hoy me corte el cabello. Agustín como de costumbre me atendió maravillosamente, le pedí algo muy muy corto atras y que quería mantener mi mechón largo. Cumplió con todas mis exigencias y se dio el lujo de improvisar como siempre hace -cosa que me encanta-. Y me dió un corte con el que me siento tan yo que me falta dar un brinco con cada paso que doy -si, un nuevo look me anima demasiado, lo sé, tampoco es muy normal, pero ¿Qué me pueden pedir?

Y bueno, sí, salí feliz cual luciérnaga que brilla en la noche. Ya con eso mi día era casi perfecto. Pero a eso sumémosle que luego de eso fui -ya feliz y emocionada- a comprar un cuaderno (porque empiezo mi primer día de universidad el lunes. Si, voy a ver tres semanas de clases nada más, gracias.). Un cuaderno que además ya había visto, tiene dos bellas jirafas -mi amor por las jirafas es tan incomprensible para mí como para ustedes- y además, no es solo por el hecho de que me compre un cuaderno de jirafas. Es por el hecho de que necesitaba un cuaderno para EMPEZAR clases. (Si han ido a compumall este último mes han de haberlo visto.)


Exageradamente feliz con mi corte, jajajaj.

Y por si fuera poca la perfección de mi día, para hoy FINALMENTE tenía entradas para ir a ver La ola (@SigueLaOla) en el Trasnocho. Llevo aproximadamente cuatro fines de semana tratando de ir a verla. Pero nunca había entradas. Así que esta vez fui a comprarlas con MUCHÍSIMO tiempo de antelación. Y heme aquí, regresando de verla. SUPER Feliz con la obra. De verdad que alcanzaron y superaron todas mis expectativas. Excelente trabajo, de verdad.

Se las recomiendo, yo quiero volver a ir a verla.
En fin, este es oficialmente el primer día del mes.



Motivo de mi sonrisa
 
Me robé el papelito :)

Victoria B.

Abstinencia I.

Desde el miércoles estoy sin tomar pepsi. Les cuento que detesto el agua y por consiguiente solo tomo Nestea.

Voy a terminar odiando el Nestea.
NECESITO burbujas, necesito gas. Voy a enloquecer.

Nota: Aunque sé que les debe parecer una tontería, yo podía tomarme más de un litro de pepsi al día, era algo así como mi líquido vital, como que lo único que tomaba. Así que tengo razones para estarme volviendo loca.

Espero que solo la primera semana sea la más fuerte y que luego me sea más sencillo -al menos que la necesidad no pase a desesperación-


Victoria B.



sábado, octubre 02, 2010

El niño y el mango.


Las calles estaban desiertas, yo caminaba dando patadas a todas aquellas balas que quedaron perdidas, ellas jamás podrán llegar a su destino, ya no tenían oportunidad de cumplir su función. Así que al patearlas, al jugar con ellas, sentía que les daba un empujón en su no-vida.

Desde pequeño salía con mi padre a caminar por las calles minadas de cualquier resto de juegos de guerra de media noche, ahora ya soy grande, tengo trece años, y papá ya no está en casa. Mamá me dice que se fue de vacaciones, pero yo la veo llorando en las noches, abrazada a ese portarretratos que siempre ha estado en la cómoda del cuarto de mis padres. Sé que papá no está de vacaciones, pero muy en el fondo, a pesar de toda la curiosidad que me da, creo que prefiero no saber que paso con él. Así que en su honor, cada noche que escucho confrontaciones tarde en la noche, justo antes del alba salgo a recolectar tesoros y a jugar con los restos de cosas que no tienen utilidad alguna.

Cuando sea grande cobraré por hacer esto, como esos señores que veo siempre en las mañanas barriendo las calles.
Hay algo que siempre me ha extrañado de esos señores, y es que: aunque siempre están alegres silbando y moviendo las piernas al ritmo de alguna canción que se escuche en la radio actual, nunca los veo fijándose en lo que barren, lo hacen sin prestar la menor atención. Pero cuando yo sea grande y trabaje barriendo tesoros, tendré dos bolsas, la de los tesoros que puedo compartir, y los que me quedaré. Es decir, haré lo mismo que hago ahora, solo que cobrando por ello. No puedo imaginar un mejor trabajo que ese. Siempre que le comento acerca de ese sueño a mi amigo Claudio me dice que estoy loco, que cuando sea grande, el quiere ser domador de leones “¡Ese si es un trabajo de verdad!” -suele decir-.

El juego de esta última noche parece haber sido más fuerte, hay muchos más desperdicios en las calles. Esta noche el recorrido tendrá que ser un poco más largo de lo habitual y tendré que encontrar la manera de escabullirme a mi cuarto sin que mi madre me vea. Recuerdo que papá siempre andaba con un corre-corre cuando veía que estaba por amanecer, no quería que mamá supiera que sus paseos nocturnos me incluían a mí.

En fin, esta noche la travesía tendría que alargarse. Doblé en tantas aceras que al final ya no estaba muy seguro de cómo regresar, tampoco me importaba. Quería seguir mi camino y tendría que añadir esta ruta a mis paseos habituales. Aquí había pocas balas usadas, la mayoría aun tenían posibilidad de cumplir su funcion de vida, habían muchísimas y se amontonaban pegadas a las paredes.

Encontré un nuevo tesoro, era la cosa más curiosa que había encontrado jamás -después de aquel artefacto que mi papá dijo que se llamaba gatillo, lo encontramos una vez tirado en el piso, el dijo que pertenecía a una pistola, pero yo no vi la pistola por ningún lado (para mí que papá a veces inventaba algunas cosas para sorprenderne)-. Esto tenía algo así como la forma de un mango muy irregular. Un mango con un arito de llavero... pero no parecía ser un llavero.

Tomé mi nuevo tesoro, lo metí en el morral junto con el resto de mis cosas y empecé el camino de vuelta a casa. Me tomó mucho tiempo encontrar el camino correcto, pero cuando llegué a la rambla ya sabía a dónde tenía que ir.

Cuando llegué a mi casa ya debían ser eso de las 7 de la mañana, entre por la ventana de mi cuarto. Mamá ya se había despertado y el olor a café y pan tostado inundaba la casa como todas las mañanas.

Ella siempre preparaba café a pesar de que sabía que yo prefería el té y a pesar de que a ella no le gustaba. Pero siempre hacia café y mientras lo servía en mi taza empezaba a hablar de mi padre. Papá era adicto al café, siempre le gusto muchísimo tomarlo en el desayuno y dos tazas después de cada comida. Así que asumo que estos dos últimos años en los que mi mamá ha estado preparando café aunque él esté de vacaciones, es algo así como que en ‘su honor’.

Antes de salir de mi habitación decidí guardar en su debido lugar los nuevos tesoros. Dejé el que tenía forma de mango para el último. Cuando agarré el aro de llavero, me percaté de que salía fácilmente, así que lo saqué para poder ver mejor mi tesoro. Resultó no ser un mango.


El estruendo provocó que todos los pájaros posados en árboles cercanos a la casa salieran volando despavoridos en todas direcciones.
Y en los restos de la casa, lo primero que se veía, era el mango de Armando.



Victoria B.


viernes, octubre 01, 2010

Culpemos a las hormonas.

Hay veces en que sabes que los sentimientos están a flor de piel, sientes un sinfín de emociones todas juntas y no logras si quiera descifrar por qué razón específica están ahí molestando la paciencia.


Hoy para mí fue uno de esos días.



Todo iba muy bien, un día común, tranquilo. Hasta que ya después de almuerzo, en el carro, la amiga con la que había salido me pregunta por aquel muchacho de los ojos verdes, si, aquél que me había prometido a mi misma no se colaría en mis pensamientos.

Hablamos de él durante más tiempo del que yo hubiera creído conveniente -desde Los Palos Grandes hasta la UCV- si, él fue el tema de conversación de todo el camino. En cuanto la dejé en la universidad empecé a rodar dentro de la ciudad universitaria dando vueltas. Luego estacioné, me bajé y empecé a caminar con una total y completa confusión entre ceja y ceja.

Hace ya un buen tiempo que no le dedicaba una conversación a él y mucho menos una conversación en la que yo verdaderamente expresara lo que siento. Creo que las últimas conversaciones en las que su nombre ha salido a colación consistían en una mera narración de los hechos o en un '¿y funlanito?' y yo respondía 'No sé, supongo que bien'.

Pero esta vez fue diferente. Esta vez di opiniones, dije lo que creo, lo que siento y lo que no quiero sentir. Esta vez pasé la raya que yo misma me impuse hace algún tiempo ya.

Nota: El post ‘A partir de hoy.’ No es más que una recopilación de cosas que venía pensando hace algún tiempo y que empecé a poner en práctica desde bastante antes de esa entrada.

Después de deambular por la universidad alrededor de media hora, decidí irme. Me monte en Copérnico y salí, no estaba más despejada pero al menos ya no tenía las piernas entumecidas de estar sentada.

Salgo por plaza Venezuela y agarro la autopista. Plum, en medio de mi distracción agarre la salida con un cartel que señalaba hacia La Victoria. En ese momento, más que estresarme por mi situación de perdición o por mi burrada de equivocarme por ir en las nebulosas, estaba era frustrada ¿Cómo me equivoco así? Por burra. Sí, eso me decía “¡Eres una bolsa Victoria, UNA BOLSA!” agarre la primera salida que vi, no sabía a dónde me llevaba, pero seguro era mejor que seguir por el camino que iba.

Después de tráfico, insultos, canciones lentas, canciones movidas, golpes al volante, más insultos, más tráfico, conductores infractores en cada esquina, negros con birras en la mano, negros sin birras en la mano, loquitos curtidos cruzando la calle donde no es, establecimientos abiertos, establecimientos cerrados, vendedores ambulantes y un elevado, mágicamente llegué a Santa Mónica. Finalmente sabía dónde estaba y cómo llegar viva a mi casa.

Cuando iba en camino conocido ya, la frustración fue desvaneciendo y el vacío y la incertidumbre se apoderaron de mí. Después de darle vueltas buscando una razón para esa inquietud que traía, no pude sino pensar en mi abuelito. No me pregunten por qué, pero así fue.

En ese momento el vacio y la nostalgia se volvieron totales, quería llorar, pero no me dejé hacerlo. Fueron unas incontrolables ganas de poder cambiarlo todo, de volver al pasado. En ese momento hubiera matado por tener un Doctor y una Tardis que me llevaran a dónde yo quería estar. Que viajáramos unos años atrás. Si... Eso quería...

En ese momento recordé que hace unos meses me dije que en cuanto tuviera licencia iba a ir a poner unas flores y a hacer una rápida visita… así como a contar las novedades, que en este momento son muchas y hay varias sé que disfrutaría. No lo he hecho y hace una semana que tengo licencia. Si, pensé hacerlo hoy, pero aunque no llovió, eso no era lo que veía yo en el cielo, y no quería que una tormenta me agarrara en el camino. Así que lo tengo anotado como tarea para la próxima semana.

En fin, al llegar a mi casa estaba agotada -creo que era más un cansancio psicológico que físico- así que me acosté a dormir una siestita en el sofá. Cuando me despierto -ya con el cielo oscuro- voy a mi computadora y consigo el Tal Cual de hoy postrado encima de Cornelia -mi computadora- estaba la contraportada a primera vista, con un artículo llamado ‘El oficio de la redención’.

Empecé a leerlo… en el primer párrafo ya Sebastián de la Nuez explica que ese artículo, va dedicado a ‘Raúl Betancur’. Releí el mismo párrafo unas cinco o seis veces. Las lágrimas brotaron de mis ojos sin haber sido llamadas.

Soy demasiado BOLSA, lo se. ¿Será que estoy hormonal?

Que manera de comenzar Octubre. Menos mal que SÉ que terminará mucho mejor. Fuera de este país, fuera de los temas recurrentes y con muchas nuevas oportunidades por delante.


 

Victoria B.

Me excuso.

Esta es la razón por la que -al menos esta última semana- no he publicado casi nada:




Dicho esto, les digo que aunque he querido ponerme a escribir algo coherente, no puedo concentrarme mientras veo esto incompleto al lado mío... así que en cuanto lo termine, ya verán movimientos de nuevo por mi parte.



Victoria B.

CADIVI, CADIVI, CADIVI...(8) na na na na.

Ayer finalmente le presenté mis papeles al banco, a ver si a CADIVI le gustan y me dan mis dólares/euros/libras rápido para irme.


¡Ojalá sea rápido! Va un día y contando… ¿Será que me lo dan a tiempo para irme? I really hope so… let’s see.

Dear CADIVI, por favor, quiéreme y apruébame el dinero rápido.
 
 
Victoria B.