viernes, febrero 25, 2011

Más y más Excusas... Siempre lo mismo.

Bueno señores, sé que no es que ultimamente este escribiendo mucho, pero llevo una semana de desaparición, permitanme explicarles que se debe a que me fui a Edimburgo de mochilera, sin Cornelia (mi computadora) y habiendo olvidado el mail al que tenia que mandar las cosas para publicar desde el celular.
Esto ha sido una semana de poca comunicación con el mundo y espero ya estar de vuelta.
En estos días noté que tengo muchísimo material inconcluso por publicar... ya me pondré a terminar varios de esos posts... y a publcar cosas viejas, aún cuando ahora carezcan de sentido, creo que es importante que guarde registro de ellas.

Victoria B.

martes, febrero 15, 2011

Como cualquier día de invierno.

Me desperté y me percaté de que ya Antonio se había levantado, eran las siete de la mañana y aún el sol no salía. Estábamos en aquellos días de invierno que siempre me resultaban tan placenteros.

El frío que se estaba colando por debajo de las sabanas era lo que me había despertado. Me quedé viendo al techo por cuestión de unos diez minutos, estaba en ese estado de stand by en el que se queda uno al despertar sin tener responsabilidades.

Finalmente me levanté y al poner los pies en el piso helado sentí como el frío calaba cada uno de mis huesos, corrí en puntillas hasta las pantuflas que estaban estúpidamente colocadas al lado de la puerta, me puse un suéter más y agarré aquella manta doblada encima de la silla y me la enrosqué al cuerpo dándome la apariencia de una oruga.

La caldera debía haberse apagado en el transcurso de la noche.

Caminé hacia la ventana y me puse a ver a través de los cristales. La neblina había tomado posesión de la ciudad, y solo se veían algunas luces que lograban colarse entre aquella espesa capa blancuzca que reinaba en la ciudad.

Ese paisaje hubiera resultado desalentador e incluso deprimente para cualquier persona. Para mí no era más que una de las vistas más hermosas con las que podría haberme levantado. Era el ambiente perfecto para vestirse con las ropas más abrigadas y salir a trabajar con la mejor sonrisa. Era el ambiente ideal para comidas calientes y para abrazarte a tu pareja. Era un día magnifico para disfrutar del frío, de las chimeneas, de los cuentos de amigas, de las comidas calientes, de las reuniones familiares y, por supuesto, del amor.

En días como estos siempre recuerdo a Jesús. Y no lo recuerdo con nostalgia, sino con la mayor de las alegrías. Recuerdo como también disfrutaba de los días así. Él ha sido la única persona con la que he podido disfrutar de días fríos y nublados. Sé cuánto ha de extrañarlos. Los días así son lo que más le deben hacer falta por allá, del otro lado del charco, allá en América.

Recuerdo que yo siempre le decía que hiciera todo por amor. Ese siempre fue mi consejo de mejor amiga. Pero nunca pensé que sacrificaría la cosa que más disfrutaba en este mundo, por una mujer a quién apenas conocía.

Creo que nunca podré perdonarlo por eso, por no quererse lo suficiente. Y por dejarme a mí, sola, con los días más bellos del mundo y sin alguien con quien disfrutarlos verdaderamente.

Antonio nunca ha sabido gozar de los días así como debe ser. Ha tratado, eso lo admiro de él. Pero no es realmente capaz de disfrutar de un día de neblina, un día frío y relajado. No es capaz de asomarse en la ventana durante una mañana como esta y de sonreír mientras ve lo que depara el resto del día.

Pero jamás ha criticado mi gusto por estos días. En algún momento propuso la idea de irnos durante un invierno a alguna playa soleada del Caribe. Al ver mi inmediata expresión no pudo hacer más que disculparse y retirar la propuesta, yéndose a prepararme un chocolate caliente que me reconfortase y me quitara la expresión asesina del rostro. ¿Es que acaso pensaba que me iría de aquí en mi época preferida? ¿De verdad jamás me había prestado atención cuando le decía que amaba los días así? ¿O es que pensó que me estaba burlando de él?

Antonio… oh Antonio. Él es esa clase de hombres que solemos ver en las películas y juramos que no existen, a veces me pregunto si será realidad. Luego siento sus brazos rodeando mi cintura y no me cabe duda de que sí es real. Es allí cuándo empiezo a cuestionar si de verdad lo merezco, si aquel prototipo de hombre ideal podía en algún universo tener suficiente conmigo. Con esta chica que jamás podrá darle todo su corazón…

Es ahí cuando me olvido de Antonio, y vuelvo a pensar en Jesús. Él es tan imperfecto como yo lo soy, tiene esas mismas manías… sí, todas aquellas manías que alimentamos juntos desde que tengo uso de memoria. Es Jesús con quién puedo hablar de cualquier música, pues sé que si no lo conoce siempre estará dispuesto a conocer algo nuevo, es con él con quién disfruto de esta clase de días, es con él con quién cualquier tema, por aburrido que suene, siempre será divertido, es con él con quién el silencio jamás es incomodo… es él el hombre que siempre he dicho complementa mi vida… es él el hombre que se fue al trópico americano detrás de aquella mujer que apenas conocía. Aquel día que me informó de su partida sentí que no lo conocía y al mismo tiempo, sentí que mí mundo estaba perdiendo sentido.

Son días nublados como este, los que me detienen de correr a por él, de dejar a Antonio atrás con toda su perfección e irme a por Jesús, a aquella América, aquél país donde el invierno nunca llega a luchar por un amor que nunca será… Otra cosa más que me ata a mi seguridad con Antonio… es saber que estoy, como de costumbre, queriendo sola.


Victoria B.


“Los hombres no somos tan sencillos como a veces parecemos…”

Alguien muy sabio me dijo un día “Los hombres no somos tan sencillos como a veces parecemos…”


En el momento estuve vagamente de acuerdo, hoy por hoy, no puedo estar más segura de ello, lamento informar que odio no tener el control. Odio no tener en mi mano todas las cartas que se están jugando, pues estoy acostumbrada a siempre tenerlas, y si no, por lo menos suelo saber las cartas que mis contrincantes juegan… Sí, yo juego sucio, hago trampa, esa soy yo.

A pesar de ver en tus ojos y sentir que me dicen la verdad, no puedo evitar escuchar tus palabras y meterlas todas en una inmensa caja que dice “MENTIRAS”. Siento como cada una de tus frases han de haber sido repetidas múltiples veces a cada una de aquellas que como yo ha sido dueña de tus besos. Siento que son frases que están anotadas en aquel librillo de ‘como llegarle a una mujer’, el problema, querido, es que a mí ese palabrerío repleto de intensidad me aleja cual rock a una chica fresa.

No te mentiré, a veces te pienso, a veces pienso en lo que fuimos, en lo que pudimos haber sido, en lo que fue y en lo que nunca será. Ahora solo te veo, y no soy capaz de verte como antes, no soy capaz de sentirte cerca, no soy capaz de imaginarte siendo mío de nuevo. No te diré que no he pensado en tus labios, pues a veces extraño el cosquilleo que me hicieron sentir. Te diré que si tengo la oportunidad, los degustaré de nuevo, memorizaré su forma y cómo juguetean con los míos, pero jamás volveré a sentirte mío. Y es que fuste un patán, lo sabes, te lo dije, te comportaste como en el fondo yo siempre supe que te comportarías. Fuiste aquel chico del cual mi amigo me advirtió y me recomendó no enamorarme… menos mal tengo amigos como él… menos mal lo escuché y siempre tuve en cuenta el hecho de que puedes ser tierno, educado, caballeroso, y al mismo tiempo, ser como cualquier otro hombre y no dar mayor importancia a los sentimientos ajenos… y es por eso que nunca te dejé entrar en mi corazón, cariño.

A veces me pregunto por qué esperaste todo un mes para volver a hablarme… Por qué demonios no me dijiste antes nada. Todo pudo ser diferente, muchas cosas pudieron cambiar, habrías tenido más tiempo para hacerme cambiar de opinión… pero luego pienso que es que nunca quisiste hacerme cambiar de opinión. Son solo las ganas de recorrer una vez mis labios… y es que los dos sentimos esa necesidad de pertenecernos al menos una vez más…

Ahora me pregunto… ¿Serás capaz de dejar de lado cualquier sentimiento o palabrería para solo satisfacer un instinto primitivo?


Victoria B.

jueves, febrero 10, 2011

Short Essay: My belief.

Hace no mucho me pidieron que escribiera un ensayo hablando de mi religión, es un poco limitado pues no quería excederme en el numero de palabras, es super básico pero digamos que me parece algo interesante de publicar pues es un tema que nunca he tocado por estos lares.


Nowadays there is a lot of religions, in our current society there are many religions to choose, but I haven't found one that completely fits with my own beliefs, and that’s why I consider myself an agnostic.

If we search for the word agnostic in the dictionary we would get that “it’s a person who is not sure whether or not God exists and that thinks that we cannot know it either”. And that exactly what I think.

I believe that maybe there is a greater power (which people usually call God) and that greater power is the responsible of the Big Bang (yes, I agree with that theory). Lets say that it can be the one who created everything, but what makes me doubt is Who created that ‘God’? Why and how is he/she/it there? No one knows, so there might not be any God.

For me, the main reason for human being to have a God is that they need something to rely on, someone to ask for mercy when things are going wrong, someone to blame when anything happens. For me is the clearest sign that the human being is coward and selfish by nature.

When I was a child I used to be a catholic because that’s my mom’s belief, she is not the nest catholic I’ve ever met because she doesn’t go to church neither prays or anything, but she tried to teach me to be a good catholic. It worked for a long time, but while I was growing up a lot of questions came out and I started judging my religion because it wasn’t able to answer me properly all the questions about our own existence and stuff like that.

That’s why sooner than later I realized that it didn’t work for me and I tried to find my own path, and I ended up not having the answer to anything but also, I don’t care anymore. I have no intentions at all to find out all those answers and I just live my life without worrying about it.


Yep, and that's all for the moment...
Victoria B.

miércoles, febrero 09, 2011

Hello again.

Ahora que me doy cuenta, mi ausencia por el blog era básicamente por falta de tiempo, porque invertía todo mí tiempo con la gente aquí en la casa...
Supongo que estoy de vuelta a mis andanzas bloggueras.

Hola de nuevo.
De nuevo me sobra tiempo para escribir estupideces :)

domingo, febrero 06, 2011

Decir Adiós a un Amigo.

Decir adiós a un amgo es una de las cosas más desagradables que te puede tocar hacer (no, no hablo de algo tan drástico, no), y en este lugar es una cosa de rutina, todas las semanas hay amigos diciéndose adiós, muy seguido ves lagrimas corriendo por múltiples mejillas y abrazos que pretenden durar un millón de años, todas las semanas hay personas despidiendo a gente que jamás olvidarán y con la que a pesar de la distacia siempre tratarán de hablar y de mantener contacto... Y esta semana, me tocó a mí.


Siempre he dicho que la gente no puede hacer “amigos” tan rápido, que no, `la amistad toma tiempo formarla’ y sí, sigo creyendo que es verdad, pero de todas formas hay veces en las que simplemente te llevas bien con la persona desde el primer momento, hay veces que se parecen mucho, que son igual de idiotas que tú y que dejan claro desde el principio que no solo se parecen a ti sino que son –sin lugar a dudas- buenas personas y buenos amigos.
Después de convivir durante todo un mes con algunas personas aquí, siento que tengo nuevas amigas, amigas de verdad, no de esas de ‘por el momento’… No de esas personas que son tus `compañeros’, que están contigo solo en ciertas situaciones pero que después de que se van o se separan ya no vuelven a hablar…
Yo soy de esas personas a las que no les gusta llorar –a menos que sea en películas- y mucho menos lloro enfrente de otras personas. Pero, el viernes y hoy, ya he llorado dos veces de ver partir a estas nuevas amistades… He llorado a moco tendido, así como cuando tratas de contenerlo todo y para parar solo consigues aguantar la respiración, he llorado enfrente de otras personas y he dejado que vean ese lado mío que odio que los demás vean, mi lado super gay de muchachita sensible y llorona.
He de decir que no son como todos los demás amigos que he hecho por acá. Porque por aquí he hecho muchos buenos compañeros y algunos buenos amigos, algunos de ellos son de esos que toma más tiempo en que se vuelvan realmente importantes para ti pero que al final sí lo son. Pero con esta gente, no no no, con ellas por fin sentía que `pertenecía’ al grupo. No habían dudas de que íbamos a comer juntas si había mesa, no había duda de que podía contar algo o hacer un chiste y que me iban a escuchar… si, aun cuando a veces me dijeran “¡¡jajajaj sos una pelotuda!! jajajjaja”. El entendernos, burlarse de la otra cuando dice alguna estupdez, golpes después de las burlas hacia la otra, confianza de esas que dan asco, lanzar una mirada cuando ves a un inglés bello para dejar claro que sí, que es bello. Simplemente creo que desde que estoy aquí, ellas han sido mis únicas amigas de verdad. Desde que estoy aquí no me había sentido parte de nada. Y creo que extrañaba tener amigos (aunque sigo teniendo a los de Venezuela) pero ustedes me entienden, tenerlos siempre, hacer un comentario de algo que acabas de ver, comentar algo que acaba de pasar, escuchar la risa del otro y reírte de la misma… si, cosas de esas que uno siempre hace con los amigos, pero que llevaba tiempo sin hacer.
Y me dicen “Pero tú te quedas, ¿Por qué lloras?” Bueno, pues precisamente, inútil, yo me quedo y tengo que volver a mi rutina, tengo que volver a acostumbrarme a no tener `amigas amigas’ aquí… y a saber María cuando las volveré a ver…
Ando nostálgica. Quiero a mis amigos YA… A todos, a los que se me acaban de ir y sobre todo, a mi gente en Venezuela. Me voy a dormir de nuevo… hoy madrugue para hacer desayuno de despedida para las niñas. Además durmiendo, no pienso nada y no ando llorosa.



Victoria B.