viernes, marzo 02, 2012

Sincerándome.


*Lo próximo son, lo que yo considero, mis mayores defectos a la hora de una relación de pareja. Quiero dejar claro que, en principio, solo aplica a las relaciones de este tipo.* 


1.- Nunca me valoro lo suficiente, no siento que pueda ofrecer algo que a alguien de verdad le pueda interesar. Creo que esa es la raíz de todo el problema, que debajo de toda mi capa de seguridad y que la gente piensa “Esa chama si tiene cojones”, cuando me llegan a conocer, se encuentran con una tipa débil que no cree lo suficiente en sí misma. Tengo conocimiento de todos mis problemas psicológicos, de lo enrollada que soy, de lo alejada que puedo ser, lo confusa y contradictoria. Entonces pienso ¿Quién podría querer estar en una relación con alguien así? ...  Pues yo no querría.

2.- Uno de mis mayores temores, aparte de la oscuridad, es el compromiso. Me aterra el tener que rendirle cuentas a alguien, me aterra el tener una ‘responsabilidad’ para con otra persona; siempre he pensado que si hablo contigo o si te cuento mi vida, es porque me provoca… supongo eso es lo que pasa en una relación, quieres esa persona forme parte de tu vida, si. Pero a mi es que me aterra profundamente. En cada contada oportunidad, en la que me he visto con la posibilidad de tener alguien a mi lado, que me de apoyo incondicional y cumpla con algunas cuantas de las cualidades nombradas en el post anterior, he huido. O peor aún, le he hecho huir. Si, porque soy experta haciendo que la gente se retire, me tenga miedo, o que se alejen de mí porque es simplemente lo mas adecuado, después de mi inequívoca actitud esquiva y seca.

3.- Las cosas fáciles siempre me han aburrido. Estoy, por lo tanto, acostumbrada a cagarme en todo el protocolo de ‘Es el hombre quien corteja’, pues soy yo quien se fija en chamos, digamos, insólitos y más que complicados, para tener de esta manera una meta. Daré entonces el primer paso, y el segundo… y de ser necesario, también el tercero. Sé esta conducta no tiene mucho sentido, en el último caso traté de que no fuera así, finalmente hubo alguien que gustaba de mí y estaba haciendo las cosas de la manera correcta, yo le estaba dejando hacerlo, pero con mi correspondiente sequía. Y no fue hasta que él decidió retirarse, que yo decidí que entonces sí me atraía. Ahí tienen, esa soy yo. Me gustan las metas imposibles. Doy vergüenza.

4.- Aunque ya lo he mencionado un par de veces, puedo ser asquerosamente fría, ácida, esquiva e insensible. Pero como dije también al principio, pues ¡Vivan las apariencias!  Puesto que aunque algunas (muchas) actitudes/conductas/apodos/escenas me parezcan vomitivas, soy alguien que no te dirá un “Te quiero” sino hasta que las palabras se le desborden de los labios y no pueda contenerlas un minuto más. Es decir, puedes tener por seguro que cuando digo algo, es porque verdaderamente lo siento. Aparte de ello, a veces tengo estas ideas cursis y metáforas irrisorias que suscitan carcajadas cuando las pienso/leo nuevamente pasados un par de meses. Cualquier lector asiduo de este blog ha sido testigo de mis verborreas minadas de terrones de azúcar.

5.- Hay una manía mía, de la que no he hablado en este espacio, y creo que el momento ha llegado.
Resulta que están leyendo a una persona que tiene varios pensamientos simultáneos y pues uno de ellos suele ser un monologo interno. Aparte, quiero acotar que voy por la vida sintiéndome indignada por cualquier tontería y acto insólito (tanto de amigos/conocidos como de completos extraños). Estoy yo consciente de la estupidez de mi indignación, y es por ello, que para solucionar el ‘problema’ que yo misma me acabo de inventar, termino solucionando esto en uno de mis monólogos. Que para mí, ya no es un monólogo, sino es una conversación común con aquella persona me ha indignado. Hablamos, en mi mente, como dos personas adultas y correctas, exponemos nuestros puntos de vista, y llegamos a soluciones concretas (aunque no lo crean, muy seguido pierdo). Entonces, tal y como hago eso con nimiedades, lo hago de la misma manera con la mayoría de mis problemas con otros seres humanos. He aquí la razón por la cual Victoria raramente pelea con nadie de verdad. Discutimos muy seguido, pero las personas jamás se enteran.
Lo que resulta un problema aquí, es que de esta manera también pido perdón, dígase, el afligido no se entera casi nunca de mis disculpas. Es un problema heavy también porque de esta manera soluciono igualmente los problemas realmente graves. Y a veces, solo a veces, no soy capaz de ponerme en la posición del otro y me veo obligada a hablar en verdad con la persona para solucionar el problema.
Esto resulta realmente difícil en casos de relaciones, porque si me atrae alguien, es normalmente porque no logro terminar de descifrarlo, y después de MUCHO cavilar y monologar, termino hablando con la persona, escupiendo demasiadas cosas al momento, demasiados monólogos se unen en un mismo discurso. Y entra entonces la confusión cuando las respuestas de la contraparte no son si quiera parecidas a las que recibí en mi mente (a veces son mejores de lo que esperaba, lo cual es bueno; y a veces se quedan cortas y no cubren mis expectativas, lo cual resulta asombrosamente frustrante.)

6.- Aunque diga lo contrario, soy asquerosamente detallista, me gustan los detalles, me gusta sentir que piensas en tonterías que te recuerdan a mí, o que tengas la gentileza de abrir la puerta y acompañarme a tal lugar que resulta ser mi destino, que me des una sorpresita de cuando en vez (por estúpida que sea). Si, me gustan los detalles. Y yo me comportaré de la misma manera, soy detallista en supremacía, y aunque se vean naturales, pensaré todas y cada una de mis sorpresas o comentarios claves, las pensaré tanto que son ínfimas las veces que paso algún pequeño detalle por alto. El problema aquí radica, en que te diré (no sé porqué) que no es necesario hagas ninguna de esas cosas por mi… supongo que en el fondo tiene que ver con lo primero, siento no lo merezco.

7.- Y ahora nombraré el que yo creo es el mayor de mis defectos, y que es una fuerte influencia en todos los otros. Y es el hecho de mi 'independencia', de que me gusta sentirme “La Mujer Maravilla”, quien puede lidiar con todo sola, quien no necesita ayuda ni apoyo de nadie para nada, quien puede superar cualquier situación sin alguien que le de ánimos. A quien no se le ocurre demostrar en público que ha sido herida para que no la tomen por débil. Yo soy esa quien no gusta que alguien colabore con ella, pero siempre quiere colaborar. Tengo ese jodido tic de líder, de jefe de la manada. Que es, al final, lo que yo considero mi mayor problema. No soportaría estar con alguien que se doblegue ante mi autoridad, pero tampoco sería capaz de soportar a alguien que lleve las riendas de nada.


Y bueno, ¡basta!, creo que esto ha sido suficiente por hoy. Estoy ordenando mis ideas, me dicen que el primer paso es reconocerlo, pero todas estas son cualidades yo tengo bien reconocidas hace más tiempo del que me gustaría admitir. Pero si sé que hay cosas debo cambiar. Ahora, mi duda es ¿Cómo carajo se supone que se hace eso?

**Y quiero acotar que cuando digo que me estoy sincerando, es tanto conmigo como con el mundo. Es una declaración pública de el fail que puedo llegar a ser :)
Victoria B.

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