miércoles, octubre 06, 2010

Abstinencia II.


Créanlo o no -entiéndanlo o no-, llevo una semana sin tomar Pepsi ni ningún refresco. Aún estoy esperando que la desesperación se me pase, pero no ha sucedido.

Mi mama compra PepsiLight para ella y debo verla en el mesón de la cocina, cual niña diabética viendo un chocolate. Se sirve la Pepsi frente a mí, escucho el gas explotar desde su vaso hasta mis oídos.

Fuerza de Voluntad. Eso necesito.

Ya me dirán que soy dramática, si, también, lo soy. Pero les voy a poner algunos ejemplos:

*Si fumas, imagínate dejar de fumar de un día para otro.
*Si bebes, imagínate dejar el alcohol de un día para otro.
*Si juegas, imagínate dejar de apostar de un día para otro.
*Es más, si me estás leyendo, imagínate dejar de usar la computadora de un día para otro (si, y la tienes enfrente y funcionando)

He comprobado que la soda no logra suplantar el gas de la Pepsi. Ni el Nestea la cafeína de la misma. Y no, tampoco funciona echarle soda al Nestea, tampoco sirve, pero gracias por la intención.

¿Será que se me va a pasar esta necesidad en algún momento? I really hope so...


Victoria B.



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