jueves, diciembre 30, 2010

Mi Pequeño 2010.

Mi reciente ausencia se debe además de a la falta de tiempo, también a la desgana y necesidad de alejarme del mundo por completo. Ni si quiera el escribir me ha llamado la atención para distraerme.

Durante este año, en cuestión de logros personales y de realización de mis proyectos, este ha sido -creo- el mejor de mi vida. Es algo que desde mediados de año estoy diciendo “Este es mi año” y yo esperaba cerrar el año con broche de oro para continuar así. Sin embargo, el 2010 decidió arruinarme el fin de año. Decidió que yo no podía pasar la última mitad del último mes del año con esa sonrisa o con esa tranquilidad que me había colmado, no… el 2010 decidió que si bien me arruinaba mi fin de año o bien me daba un preview de lo que será el próximoy quizás hasta los dos –espero que sea sólo lo primero-.

Este año 2010 comenzó con lo que era una Victoria llena de ideas, de proyectos, de entusiasmo, de “ganas de echar pa’ lante” y lo hice, consegui –básicamente- todo lo que quería. Este será un pequeñísimo recuento muy muy general.

Comencé el año estudiando para pruebas de la universidad, inscribiéndome para las diferentes carreras en que quería presentar examen y demás. Durante ese primer trimestre fue básicamente poner la base para todos mis proyectos… durante ese primer trimestre también conocí a alguien que cambió radicalmente mi vida y que me da más ganas aún de triunfar y de hacer las cosas bien. Ese muchacho de los ojos verdes que me llevó por un tiempo por la calle de la amargura pero que siempre me saca una sonrisa inevitable, dueño de muchos sueños y alegrías. ADEMÁS, Copérnico llegó a mi vida ese 27 de marzo. Con esos faros que alumbran mis noches y ese olor que alegra a mi pituitaria, compañero de alegrías, tristezas, rabietas y hasta de diligencias.

En mi segundo trimestre ya el estudio para las pruebas de la universidad era incluso un tanto agobiante, luego en cuestión de cinco o seis semanas, presente todas mis pruebas (creo que el periodo de pruebas, de hecho, comenzó -en parte- en el primer trimestre) y empecé a recibir resultados. Consiguiendo así que de presentar 4 exámenes, había quedado en las 4 carreras que había solicitado (3 en la UCV y 1 en la Simón) por lo tanto, decir que brincaba en una pata, es poco. Para finales de este trimestre, en junio, ya podía decir que estaba graduada. Ya era Bachiller de la República de Venezuela, genial, ¿Qué mayor alegría que finiquitar cinco años de estrés y arduo trabajo?. Durante esta época, además, fue la presentación de los bailes para los que llevábamos ya meses ensayando y que me tenían por la calle de la amargura pues sentía que no me sabía nada, así que ese estrés y esa tarea fija por las tardes, ya era tema zanjado. Con él, todo iba en cuesta progresiva, sentía que mi vida difícilmente podía ir mejor en esos momentos.

El tercer trimestre fue, al igual que sus hermanos, fabuloso. Finalmente los actos de graduación, emociones a flor de piel, alegrías, un discurso de grado que consiguió una audiencia de pie y con ojos aguados, profesores que brindaban palabras de aprecio -y por supuesto también las recibían-, etcétera . Comienzo de las vacaciones, más alegrías, salidas, vagancias, páginas y páginas leídas y muchas más por leer, encuentros con él y POR SUPUESTO, ese viaje de graduación con mi grupo de amigos en el cual creo que nadie puede decir que no la paso de maravilla. Creo que fue en este trimestre en el que la piscina ya estaba lista, más alegrías y además, más planes. Poco después, mi cumpleaños, alegrías nuevamente, algunas desilusiones y algunos insultos, buenos amigos conmigo, otros no tan amigos, buenos amigos que hacían sentir su ausencia, pero mayormente, pasarla bien, nada más que eso. Más tarde durante este trimestre también hubo cosas que terminaron, él me decepcionó y prometí más nunca darle una oportunidad -mentira-. También comenzó el estrés por mi ida a UK, por CADIVI, por el pasaporte español, etc. Finalmente, dos semanas después de mi cumpleaños, llegaron mi licencia y los pasajes de avión para irme, ambos el mismo día. Más y más alegrías.

Por último, mi cuarto y último trimestre. Comienzo yendo a la universidad, esas fueron tres se las mejores semanas de mi vida. Amé mi carrera y reforcé mi pasión por la ‘Universidad Central de Venezuela’. Conocí a muchas personas, solo hay unas pocas a las que de verdad les tomé aprecio, cosa que nunca había hecho antes, y a una de ellas puedo decirles ya que le tengo muchísima confianza y cariño. Antes de irme también lo vi un par de veces a él, una vez quedé por los pisos por su falta de... todo. La otra vez, también quedé más o menos, digamos... desanimada. Pero fue con ganas de más y más. Y porque sabía que esa sería la última vez que lo vería en mucho tiempo, sabía que ese último abrazo con sabor a miel, debía durarme por casi todo un año. Ese mismo día que lo vi a él, mis bellos amigos me hicieron una despedida ´sorpresa’ (era sorpresa, pero más de uno lo arruino :) jajaja) en la que al principio, lo que menos quería era verlos… había llegado a mi casa derrotada y cabizbaja, para encontrarme a toda mi gente allí, lo que quería no era más que meterme en mi cama a dormir. Con CADIVI esos últimos días también eran solo estrés, un estrés incontrolable, y mi madre no colaborada a evitar las canas que me estaban saliendo y que encuentro hoy de cuando en vez en mi cuero cabelludo. Última semana de ese octubre… partí a mi nueva vida. Comencé Noviembre en lo que sería mi nuevo hogar por nueve meses, allá he conocido muchísima gente, muchas gente muy buena y agradable, otras no lo son tanto. He sonreído, he llorado, he gritado y me he calmado. He estudiado, he tomado, he bailado, he corrido, he dormido, he leído, he querido, he abrazado, he besado, he viajado, he hecho todo cuanto he podido. Comenzó todo con aquél que tiene ese aroma hipnotizante y finalmente, finales de la primera semana de diciembre (11dic.), partí a España. Aquí donde las cosas comenzaron con un claro pie derecho. Segunda semana aquí, comenzó con un claro salto de pie, dejándome inestable pues no sé hacer equilibrio con el pie izquierdo. Para finalmente, a mediados de esa segunda semana, fui tumbada abruptamente por un 2010 cansado de mis triunfos, derrotándome asquerosamente así como había tratado durante mucho tiempo. Arrebatando algo de este mundo que no solo me afecta a mí, sino que somos muchos los que salimos heridos de esta situación, siendo yo, uno de los terceros eslabones en la escala de afectados. Sumándole una pena más a ese día que ya yo bien llevo tatuado en mi cerebro. Después de eso, ya este diciembre tomó un rumbo lúgubre, he hecho de bastón, he escuchado historias, he consolado lagrimas y he conseguido sacar algunas sonrisas, siempre tragándome todo aquello que yo pueda sentir. Ya mañana, termina este año que me ha traído tanto… Espero que termine lo mejor que pueda terminar. Al menos, con unas copas en alto, brindando por la vida y por ella. Y pues claro, por él, a por quién ya llevo yo tres años dedicandole todo lo que consigo.

Dejaré pendiente para mañana -que espero tener tiempo-, hacer un recuento fotográfico de este año.

Por ahora, los dejo con mi collage del anuario:


































Victoria B.


No hay comentarios:

Publicar un comentario