jueves, marzo 17, 2011

Algunos pensamientos sobre Japón. -Saliendome un poco de lo común por aquí-

Ok, no he estado muy segura de qué decir ni cómo decirlo, pero tengo que hablar de alguna manera de la situación en Japón… Además, se que este post es un extremo totalmente diferente a lo que normalmente escribo, no tiene nada que ver con mi blog, pero al fin y al cabo, estos son mis pensamientos, esta soy yo… y bueno, aquí vamos:

Durante este tiempo aquí he conocido aproximadamente a unos 10 japoneses, uno de ellos es, de hecho, un muy buen amigo mío a quién llegué a agarrarle mucho aprecio. Esto, me hace sentirme (de alguna loca manera) más conectada a todo eso.

Todos mis amigos japoneses, sin embargo, aseguran que sus familias y seres queridos están bien, lo cual me da cierto alivio… hasta que leo el periódico y me estreso de nuevo. Luego, Masa, me dice lo mal que se siente, lo inútil que se siente al estar atrapado aquí en vez de estar allá “ayudando”. Lo cual no tiene mucho sentido, porque un muchacho de 17 años no puede hacer mucho para ayudar, no está en sus manos hacer mucho… Sin embargo, creo que yo sentiría la misma ansiedad, porque es de hecho esas ganas que me dan de poder hacer ‘algo’ cada vez que ha pasado algo con la ucv en Venezuela durante estos 5 meses, que igual no podría hacer nada, pero es ese “quisiera estar allá”, entonces pienso en todos los demás japoneses que deben sentir lo mismo, all over the world.

Luego pasa, que no solo tuvieron el bendito earthquake con su respectivo tsunami, sino que una cosa llevo a la otra y las plantas nucleares no aguataron y han ido explotando y/o llegando a situaciones críticas que pueden llevar a más explosiones. ¿Qué pasa? Bueno, el gobierno japonés dice que la radiación es de 250 milisieverts (por hora), cuando el ‘límite’ legal es US es de 50 y en Japón de 100. Entonces obviamente esto resultaba un gran peligro para los 180 trabajadores de la planta nuclear y de paso, para todos los habitantes que esten cerca de área (basicamente, a la larga, para todo Japón).

La gente en los refugios no tiene comida, he leído que hay algunos refugios en donde les ha tocado comer medio cambur un día, nada al siguiente, y una ‘salsa’ durante dos días seguidos… luego se acaban las mantas, ok, bien. Hasta que empieza a nevar y llegan a temperaturas de hasta -5 grados. Aparte, ellos allá no están ni la mitad de informados que nosotros, no les dan noticias en lo absoluto, se enteran de algunas cosas, POR TV. Todo esto, muchos estando sin calefacción ni manera de calentar comida por falta de combustibles. Combustible, que por cierto, con toda la situación en Libia con Gadafi y demás, está en uno de los momentos más caros de la historia (cabe acotar que las noticia de Libia han bajado en la escala de relevancia –supuestamente- pero todo sigue ocurriendo y todo sigue siendo desastroso con amenazas de guerra, solo que no recibe tanta atención periodística) entonces pues facilitar este combustible en momentos así, parece ser una ardua tarea.

Ok, pero están recibiendo ayuda de otros países, todo va a salir ‘bien’, en lo que ‘bien’ cabe… seguro habrían algunos rescates milagrosos que, después de veinte días encuentran a una señora de sesenta años con su perro y el nieto de 4 meses, todos vivos, acurrucados juntos bajo el techo demolido de una casa.

Pero entonces, la ayuda externa se empieza a retirar, porque resulta que el bendito gobierno japonés, dice que eran 250 milisieverts, pero superan los 400, lo cual puede ser realmente peligroso con tan solo horas. Y pues la única solución que encuentran es: “retírense tropas…”.
En parte no podría estar más de acuerdo, por otro lado, leo declaraciones ayudantes de varios países, colaboradores de la cruz roja, gente que fue para allá a ayudar, que dicen que no se quieren ir, que fueron a ayudar y si tienen que poner sus vidas en riesgo, lo hacen, pero resulta que al menos las ‘tropas’ británicas, no reciben permiso para quedarse, no les dan los papeles, no les firman un piche papelucho que diga "haz lo que te dé la gana con tu semerenda vida” no, ellos son obligados a retirarse. En este punto me parece que no está del todo bien, que aunque tengan ciertas razones para decirles ‘vete’, si alguien se quiere quedar, debería poder hacerlo… no imagino lo que es estar en la situación de ninguno de ellos (ni de las fuerzas de inteligencia que tomaron las decisiones, ni de aquellos que fueron a ayudar y ahora han de retirarse).

Entonces las esperanzas para los japoneses van disminuyendo cada vez más. La naturaleza los ataca, la mala suerte y mala planificación pasa factura, los políticos desgracian la vida de millones de personas… en definitiva, la comunidad internacional se estremece, y no nos queda más que ver lo que sucede y morir en la impotencia, no nos queda más que donar cada vez que podamos cuando vemos a alguien con un pote bien identificado en la calle… supongo que en Venezuela hay muchos lugares donde puedes llevar comida enlatada y demás… Honestamente, no hay mucho que hacer, y leo las noticias todos los días con un nudo en la garganta…

Comencé todo esto diciendo que tengo varios amigos japoneses hoy por hoy, supongo que si no los tuviera las noticias tendrían el mismo efecto en mi… simplemente que ahora no imagino lo que es estar en su posición, ahora puedo hablar con alguien que está íntimamente relacionado al tema y percibir lo difícil que es, simplemente uno se conecta un poco más a la situación. Y tal como lo de Libia, leo las noticias sin perder un solo reportaje, pues lo siento más personal, más ligado a mi… pues simplemente te atas de alguna manera un poco más al tema. Y resulta que termino viviendo estresada bajo todos estos acontecimientos que tienen al mundo patas pa’ ‘rriba.

From left to right: Jane, Victoria, Lorinda, Crystal and Masa.


Victoria B.

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