viernes, julio 20, 2012

Pensamientos del blog (+Análisis de amistades)


Muchas, muchísimas veces he pensado en cambiarle completamente la imagen al blog. He pensado en cambiar tonos, diseños e incluso el nombre. Si, su nombre. De hecho, es el nombre lo que más tengo ganas de cambiar, y de ahí partir con todos los nuevos cambios. Pero no podía salir con eso como primera idea, porque iba a ser todo muy fuerte.

Pero siento que es una especie de… ¡una especie de asesinato!

Ya lo sé, no es ni remotamente parecido. Es más como si le hubiera puesto a mi hijo un nombre que lo denigra y él fuera al registro a cambiárselo alegando que le hace quedar en ridículo frente a todos sus amiguitos en el colegio.

Aun así, el cambio de nombre es un procedimiento legal jodidamente largo y engorroso (supongo que más en este sistema donde hasta el trámite más básico resulta agobiante). Además de ello, tienes que tener una buena razón para cambiarlo… y aun en ese caso, al cambiarlo, todo resulta bastante confuso (o eso digo yo), tanto para la persona como para sus familiares, amigos y conocidos. Es decir, si todo el mundo me conocía como Victoria, yo no puedo llegar mañana y decir que me cambié el nombre a Verónica o Emilia. No, no puedes simplemente erradicar el pensamiento de que algo o alguien será siempre para ti identificado por el nombre con el cual le conociste en un principio.

Pero vamos, que si con humanos se puede, ¿Por qué no en mi pequeño blog? Donde yo tomo todas las decisiones dictatorialmente, donde no hacen falta tramites engorrosos ni la intervención de terceros para lograr el cambio. 

Ya lo sé, lo sé, ¿Quién me manda a ser una madre desconsiderada que no escogió el nombre adecuado en un principio? ¿Quién me manda a ser tan sentimental y no poder simplemente cambiarlo, sin mas ni menos? Es más, ¿Quién me manda a estar arraigada a este espacio en vez de empezar uno nuevo desde cero, con el nombre que me guste? ¡Nadie! ¡Nadie lo hace! Es todo culpa mía y debería acarrear las consecuencias. Debería tomar una decisión y atenerme a ella de una vez por todas.

Lo que pasa es que no sé si de verdad estoy siendo muy ‘ridícula’ al no querer cambiar el nombre por guardar el honor de este espacio o si de verdad todo esto tiene algún sentido para el resto de las personas normales. 

Confieso no lo he hablado con nadie. Tampoco creo sea un tema pueda llegar a un amigo yque “Hey, estoy pensando hacer esto con mi blog, ¿Qué te parece?” Porque, para empezar, de mis amigos casi ninguno se toma si quiera la molestia de pasar de vez en cuando.

Diojmido, ¿Se dan cuenta cuantas veces he mencionado eso? Es horrible, si, lo sé. Pero es una especie de espinilla, un tema que me saca la piedra y me lo tengo atragantado. ¿Por qué me tiene que molestar que mis amigos no me lean? Si es que de todos modos, Victoria, sientes que no les interesaría. ¿Por qué te molesta?

Mentira, si sé porqué me molesta, y es porque este espacio es algo que me importa a mi, es parte de mi vida. Y yo siempre me doy la tarea (por mero gusto: me parece lo normal y me hace feliz) de involucrarme en las cosas que les importan a mis amigos. Y el que ellos no se involucren en lo que me importa a mi, ¡pues me hincha mis inexistentes pelotas! Ya está, es por eso. 

Es porque luego, cuando me preguntan algo, y les digo que “Está en el blog, yo lo puse… como lo dije ahí, decidí que no tenía que contarte”, me dicen “Ay, pero es que yo no leo eso ¿De verdad esperas que lo haga?”. A ver, no, que no espero que lo leas, tampoco espero que te guste la forma en la que escribo ni que te gusten mis cuentos cuando saco alguno. Pero esta soy yo, entonces, si no te gusta esto, la mitad de mi persona te ha de desagradar en demasía, ¿es que no lo ven?.

Ok, sí, que soy una melodramática y una completa exagerada, eso jamás lo he negado. Y no, quizá por el que no te guste este espacio no quiere decir que te desagrade una parte de mí. Vale, si no me quieres leer jamás, no lo hagas, seguiré asumiendo no lo harás y hablaremos de otros temas. Pero es que hay otro modelo de amigos, uno que verdaderamente si me molesta, y son aquellos que si se meten y leen un post cada cinco o seis meses, y entonces me dicen “¡Me encanto! No sé por qué no entro más seguido” A ver, que si no entras, es porque no quieres, y nadie te obliga, si te juzgo, pero no te obligo. Pero si me dices que te encanta, entonces algo esta fallando en tu comentario ¿es que acaso me estas mintiendo solo por no ser rudo conmigo? ¡No hay nada que me moleste más que la condescendencia, y todo el que me conozca, ha de saber eso!

En fin, como cosa rara me he ido por las ramas de las ramas, joder. El hecho es que no se si cambiarle el nombre al blog o no. No tengo idea. Y no lo he hablado con nadie porque… porque no. Tampoco tengo ningún apuro (llevo pensando cambiarlo desde el año pasado.. hace casi un año, a decir verdad), así que esperar un poco más mientras formalizo mi decisión no le hará daño a nadie.

Prometo avisar con antelación la decisión que tome. Prometo no llegar un día y cambiarlo todo sin más ni menos así porque sí. Y si has llegado hasta este punto después de todo el sinsentido pues, mil gracias por la atención, ¡Eres grande! (Lo digo en serio)


Victoria B.

2 comentarios:

  1. Todos los que han tenido un blog (creo) han pasado por esta fase, pequeña saltamontes. Es normal llegar a un punto de disatisfacción con la imagen y título del mismo, en que surgen un montón de "pero si", y el consecuentre drama existencial... pero nada, chica, espero tomes la decisión consideres adecuada. I'm looking forward to it! :3

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    1. ¿Y la gente qué hace cuando piensa en cambiar todo en su blog? ¿Es válido cambiarlo radicalmente?
      Si, es esto un verdadero drama existencial, créeme que lo es. We'll have a word about it soon.

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