Yo que llevo años soñando con magia y alegría, un corazón acelerado y timidez.
Yo que no logro recordar la última vez que solo él lograba entrar en mi mente para adueñarse de mis sentimientos. Y ahora que lo pienso, a pesar de mi martirio, aquello era muy sencillo de afrontar.
Ya van un par de años desde aquel momento en que decidí seguir con mi camino y esperar a que el viento borrase las huellas de todos aquellos sueños e ilusiones rotas.
Hoy siento como mi Titanic choca con un iceberg y se hunde lentamente, mucho mas lento que el original. Dejándome pensar, lamentarme y culparme por haber sido una capitana negligente y haberme ido a dormir.
Pero yo también me hundiré con mi barco. Y es que yo no tengo la opción de montarme en un bote salvavidas, yo no tengo la opción de salvarme, yo no tengo opciones. Yo solo tengo que hundirme con mi Titanic y aprender a vivir en aquellas profundidades... hasta que alguien logre rescatarme, hasta que alguien logre llevarme nuevamente a la superficie y sacarme de estas aguas heladas y punzantes para montarme en un nuevo camarote con calefacción.
Lo siento, de verdad lo siento. Eso es lo que me he repetido mil y una veces últimamente. Es increíble lo buena que soy arruinándome los momentos, es increíble lo buena que soy boicoteándome a mi misma...
Por eso es que yo digo que soy Masoquista.
Victoria B.
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