Estoy en vísperas de mi cumpleaños #18, todos mis amigos me dicen a cada rato “ay, ¡es el sábado! ¡Por fin! ¿Qué vas a hacer?”. Es tan sorprendente como frustrante decirles que NO LO SÉ.
Honestamente, creo que no recuerdo la última vez que estaba tan indiferente con mi cumpleaños, es decir, solo quiero cumplir los 18 para tener mi licencia. Ya. Solo eso. No quiero celebrarlo como siempre ni quiero hacer mucho, este año, si por mí fuera, creo que me quedaría en la computadora haciendo, bueno, lo mismo que siempre hago, dígase: Nada útil.
Desde la semana pasada, cuando una amiga me recordó que ya la fecha se aproximaba y me pregunto el qué haría, ya desde ese día supe que no me provocaba hacer nada en especial. Sin embargo, sé que terminaré haciendo una reunión con mis amigos y mi familia, como siempre, algo relajado.
Honestamente, sé que en cuanto se esté desarrollando la reunión estaré más relajada, no lo veré como una reunión por mi cumpleaños sino una reunión cualquiera, y sé que terminare tripeándomela demasiado.
A todos mis amigos que no hacen sino preguntarme qué haré, ya lo ven, nada del otro mundo. Algo normal, relajado y sencillo. Solo quiero terminar de cumplir mis 18 para ser mayor ante la ley y poder hacer todas las cosas que hoy requieren de un permiso de mi mamá, por mi sola.
Victoria B.
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