Y es que de un momento a otro pasaste de ser de mis mejores amigas a una completa desconocida.
No me di cuenta de cuando pasó. Solo un día me percaté de que no disfrutaba ya pasando tiempo contigo, de que tus comentarios me aturdían como un disco rayado que no para de sonar.
Te escuchaba y me resultabas infantil, falsa, hipócrita y aburrida. Supongo que yo cambié. Supongo que mi manera de ser no es la misma. Supongo que nos alejamos y nuestras personalidades no crecieron juntas, sino que tú te fuiste por un camino y yo por otro. Pero estos son dos caminos que jamás podrán encontrarse, yo no sé cuál de las dos va a Roma, pero te prometo que una de las dos no terminará allá.
Tú también cambiaste, tuviste problemas y en vez de buscar ayuda te alejaste. Yo jamás te perseguí para apoyarte, en eso admito que fallé como amiga y como persona, pero es que en ese momento, ya te evitaba. Simplemente, me aturdías.
Hay quienes me dicen que soy insensible. Si, quizás. Hay quienes me dicen que uno debe apoyar a sus amigos y toda esa cuestión. Pero la verdad es que, no me nace, y si no me nace, no puedo hacerlo.
Que lastima. De verdad me caíste muy bien por muchos años.
Victoria B.
Es triste pero suele pasar. A veces, después de muchos años, puede que te encuentres con esa persona y si no ha cambiado nada, si sigue siendo esa persona que te aturde, puede que te des cuenta de porqué fue mejor que cada quién fuera por su lado.
ResponderEliminarSi, es muy triste. Pero estoy casi segura de que eso es lo que pasará en unos cuantos años.
ResponderEliminarPero de todos modos, creo que es bueno tener esos buenos recuerdos de una amiga de la infancia. El que hayamos cambiado no cambiará los años que fuimos amigas.