*Lo próximo son, lo que yo considero, mis mayores defectos a la hora de una relación de pareja. Quiero dejar claro que, en principio, solo aplica a las relaciones de este tipo.*
1.- Nunca me valoro lo suficiente, no siento que pueda ofrecer algo que a alguien de verdad le pueda interesar. Creo que esa es la raíz de todo el problema, que debajo de toda mi capa de seguridad y que la gente piensa “Esa chama si tiene cojones”, cuando me llegan a conocer, se encuentran con una tipa débil que no cree lo suficiente en sí misma. Tengo conocimiento de todos mis problemas psicológicos, de lo enrollada que soy, de lo alejada que puedo ser, lo confusa y contradictoria. Entonces pienso ¿Quién podría querer estar en una relación con alguien así? ... Pues yo no querría.
2.- Uno de mis mayores temores, aparte de la oscuridad, es el
compromiso. Me aterra el tener que rendirle cuentas a alguien, me aterra el
tener una ‘responsabilidad’ para con otra persona; siempre he pensado que si
hablo contigo o si te cuento mi vida, es porque me provoca… supongo eso es lo
que pasa en una relación, quieres esa persona forme parte de tu vida, si. Pero a mi es que me aterra profundamente. En cada contada oportunidad, en la que me he visto con
la posibilidad de tener alguien a mi lado, que me de apoyo incondicional y
cumpla con algunas cuantas de las cualidades nombradas en el post anterior, he
huido. O peor aún, le he hecho huir. Si, porque soy experta haciendo que la
gente se retire, me tenga miedo, o que se alejen de mí porque es simplemente
lo mas adecuado, después de mi inequívoca actitud esquiva y seca.
3.- Las cosas fáciles siempre me han aburrido. Estoy, por lo
tanto, acostumbrada a cagarme en todo el protocolo de ‘Es el hombre quien corteja’,
pues soy yo quien se fija en chamos, digamos, insólitos y más que complicados, para tener de esta manera una meta. Daré entonces el primer paso, y el segundo… y de ser necesario, también el
tercero. Sé esta conducta no tiene mucho sentido, en el último caso traté de
que no fuera así, finalmente hubo alguien que gustaba de mí y estaba haciendo
las cosas de la manera correcta, yo le estaba dejando hacerlo, pero con mi
correspondiente sequía. Y no fue hasta que él decidió retirarse, que yo decidí
que entonces sí me atraía. Ahí tienen, esa soy yo. Me gustan las metas
imposibles. Doy vergüenza.
4.- Aunque ya lo he mencionado un par de veces, puedo ser
asquerosamente fría, ácida, esquiva e insensible. Pero como dije también al
principio, pues ¡Vivan las apariencias! Puesto
que aunque algunas (muchas) actitudes/conductas/apodos/escenas me parezcan
vomitivas, soy alguien que no te dirá un “Te quiero” sino hasta que las
palabras se le desborden de los labios y no pueda contenerlas un minuto más. Es
decir, puedes tener por seguro que cuando digo algo, es porque verdaderamente
lo siento. Aparte de ello, a veces tengo estas ideas cursis y metáforas irrisorias
que suscitan carcajadas cuando las pienso/leo nuevamente pasados un par de
meses. Cualquier lector asiduo de este blog ha sido testigo de mis verborreas
minadas de terrones de azúcar.
5.- Hay una manía mía, de la que no he hablado en este espacio,
y creo que el momento ha llegado.
Resulta que están leyendo a una persona que tiene varios
pensamientos simultáneos y pues uno de ellos suele ser un monologo interno. Aparte,
quiero acotar que voy por la vida sintiéndome indignada por cualquier tontería y
acto insólito (tanto de amigos/conocidos como de completos extraños). Estoy yo
consciente de la estupidez de mi indignación, y es por ello, que para
solucionar el ‘problema’ que yo misma me acabo de inventar, termino solucionando esto en uno de mis monólogos. Que para mí, ya no es un monólogo, sino es una
conversación común con aquella persona me ha indignado. Hablamos, en mi mente,
como dos personas adultas y correctas, exponemos nuestros puntos de vista, y
llegamos a soluciones concretas (aunque no lo crean, muy seguido pierdo). Entonces,
tal y como hago eso con nimiedades, lo hago de la misma manera con la mayoría
de mis problemas con otros seres humanos. He aquí la razón por la cual Victoria
raramente pelea con nadie de verdad. Discutimos muy seguido, pero las personas
jamás se enteran.
Lo que resulta un problema aquí, es que de esta manera también
pido perdón, dígase, el afligido no se entera casi nunca de mis disculpas. Es un problema heavy también porque de esta manera
soluciono igualmente los problemas realmente graves. Y a veces, solo a veces, no
soy capaz de ponerme en la posición del otro y me veo obligada a hablar en
verdad con la persona para solucionar el problema.
Esto resulta realmente difícil en casos de relaciones,
porque si me atrae alguien, es normalmente porque no logro terminar de descifrarlo, y
después de MUCHO cavilar y monologar, termino hablando con la persona, escupiendo
demasiadas cosas al momento, demasiados monólogos se unen en un mismo discurso.
Y entra entonces la confusión cuando las respuestas de la contraparte no son si
quiera parecidas a las que recibí en mi mente (a veces son mejores de lo que
esperaba, lo cual es bueno; y a veces se quedan cortas y no cubren mis expectativas,
lo cual resulta asombrosamente frustrante.)
6.- Aunque diga lo contrario, soy asquerosamente detallista, me
gustan los detalles, me gusta sentir que piensas en tonterías que te recuerdan
a mí, o que tengas la gentileza de abrir la puerta y acompañarme a tal lugar que resulta ser mi destino, que me des una sorpresita
de cuando en vez (por estúpida que sea). Si, me gustan los detalles. Y yo me comportaré
de la misma manera, soy detallista en supremacía, y aunque se vean naturales,
pensaré todas y cada una de mis sorpresas o comentarios claves, las pensaré
tanto que son ínfimas las veces que paso algún pequeño detalle por alto. El problema
aquí radica, en que te diré (no sé porqué) que no es necesario hagas ninguna de
esas cosas por mi… supongo que en el fondo tiene que ver con lo primero, siento
no lo merezco.
7.- Y ahora nombraré el que yo creo es el mayor de mis defectos,
y que es una fuerte influencia en todos los otros. Y es el hecho de mi 'independencia', de que me gusta sentirme “La Mujer Maravilla”, quien puede
lidiar con todo sola, quien no necesita ayuda ni apoyo de nadie para nada,
quien puede superar cualquier situación sin alguien que le de ánimos. A quien no se le ocurre demostrar en público que ha sido herida para que no la
tomen por débil. Yo soy esa quien no gusta que alguien colabore con
ella, pero siempre quiere colaborar. Tengo ese jodido tic de líder, de jefe de
la manada. Que es, al final, lo que yo considero mi mayor problema. No soportaría
estar con alguien que se doblegue ante mi autoridad, pero tampoco sería capaz
de soportar a alguien que lleve las riendas de nada.
Y bueno, ¡basta!, creo que esto ha sido suficiente por hoy. Estoy
ordenando mis ideas, me dicen que el primer paso es reconocerlo, pero todas
estas son cualidades yo tengo bien reconocidas hace más tiempo del que me gustaría
admitir. Pero si sé que hay cosas debo cambiar. Ahora, mi duda es ¿Cómo carajo
se supone que se hace eso?
**Y quiero acotar que cuando digo que me estoy sincerando, es tanto conmigo como con el mundo. Es una declaración pública de el fail que puedo llegar a ser :)
Victoria B.
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