Por los momentos.

Me siento como una madre que olvidó a su hijo en el colegio, tengo mi blog en el más total, absoluto y rotundo de los abandonos, han pasado casi 10 días desde mi última entrada, así, ni una foto.

No ha sido falta de tiempo, es simplemente 'tiempo mal administrado' y ahora, ando que me jalo las greñas porque es la 1.30am y me acabo de acordar que tengo un proyecto larguísimo para el miercoles del cual he hecho más o menos NADA.

¿Qué es lo que pasa? Pues que había planeado hacerlo (al menos adelantarlo) hoy, pero no lo hice.

Así que ya no lo haré porque es tarde y prefiero dedicar mi tiempo a leer en vez de hacer una inútil investigación de Monsoon y su ethical trading and sustainable growth #WhoTheHellCares?.

Pues sí, esta ha sido una semana de muchos acontecimientos (quizás no tantos). ya les contaré, por ahora les adelanto que nevó tanto que estuvimos dos días sin clases, la intensidad se 'intensificó', me llevé una (no sé si grata) sorpresa a finales de semana con aquél muchacho que me he prometido cientos de veces que sacaré de mí mente y quedé totalmente desbalanceada, me arriezgué a jugar futbol -hicé dos manos y dejé pasar varias veces la pelota, apesto-, Cornelia está teniendo problemas para cargar y Rodolfo quiere morir y aunque no ha pasado, es relevante: esta será mi última semana aquí antes de vacaiones decembrinas.

Hoy finalmente bauticé a mi ipod, es niña, se llama Eva... pronúncienlo como lo pronunciaría Wall-E -'Iiiiva'-(de ahí viene su nombre). Con mucho más que decir pero con un cerebro asolutamente drenado (como fruta seca, cual pasa.), me despido por los momentos.

P.S.: Prometo escribir durante esta semana. No me permitré llegar a España sin haber escrito aunque sea un par de posts.



Así, más o menos, estuvo todo por acá la semana pasada.



Victoria B.