Tomó mi mano y la veía con tal detenimiento que yo no salía de mi asombro
Ahí estaba, con mi mano en la suya, justo frente a sus ojos. Acariciando todos los detalles de ella, recordando cada vena, cada huesito pronunciado, cada línea de mi palma, la forma de cada uno mis dedos.
Ahí estaba, con mi mano en la suya, justo frente a sus ojos. Acariciando todos los detalles de ella, recordando cada vena, cada huesito pronunciado, cada línea de mi palma, la forma de cada uno mis dedos.
La veía con tal detenimiento que yo le observaba a él con el
mismo, incrédula. Mientras el estaba ensimismado en su análisis, yo estaba fascinada y confusa. No entendía
el porqué de su comportamiento, y mucho menos ¿Por qué si es la primera vez que
la tienes entre tus manos, has de verla ahora… si la podrás detallar en
cualquier momento en el futuro? Parecía como si hubiera ansiado poder
detallarla y analizarla durante tanto
tiempo, que al instante en que pudo, no perdió un solo segundo en la labor.
Entonces me hacía comentarios de lo que iba descubriendo: "Que delgada tienes la muñeca", "Que poco rayada tienes la palma... en cambio la mía... mira". Creo en algún momento hizo alusión a lo delgado de mis dedos también, pero ya yo estaba en otra cosa, supongo.
Entonces me hacía comentarios de lo que iba descubriendo: "Que delgada tienes la muñeca", "Que poco rayada tienes la palma... en cambio la mía... mira". Creo en algún momento hizo alusión a lo delgado de mis dedos también, pero ya yo estaba en otra cosa, supongo.
Era como si pensara grabarlo todo en su mente y recordarlo por
siempre, quizá pensando que jamás tendría la oportunidad de nuevo. Quizá, en
ese momento, ya sabía que se iba a marchar por siempre y quería mantener la
imagen viva de mi mano, que fue también suya por una vez.
Pero como siempre, se quedará todo en suposiciones.
Yo, por mi parte, no detallé nada. no grabé en mi mente ninguna característica nueva que no hubiese notado en el pasado. No me afané a detallar su mano, ni la forma peculiar en que se sienta, ni lo largas que son sus pestañas, ni la curva de sus labios cuando da una media sonrisa... Solo le veía como siempre, esta vez un tanto atolondrada, tratando de entender esta nueva actitud de análisis jamás me había mostrado.
Y mientras él coleccionaba recuerdos, yo solo perdía el tiempo. Jamás pensé sería mi última oportunidad para estar detallando nada.
Yo, por mi parte, no detallé nada. no grabé en mi mente ninguna característica nueva que no hubiese notado en el pasado. No me afané a detallar su mano, ni la forma peculiar en que se sienta, ni lo largas que son sus pestañas, ni la curva de sus labios cuando da una media sonrisa... Solo le veía como siempre, esta vez un tanto atolondrada, tratando de entender esta nueva actitud de análisis jamás me había mostrado.
Y mientras él coleccionaba recuerdos, yo solo perdía el tiempo. Jamás pensé sería mi última oportunidad para estar detallando nada.
Victoria B.
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