Sientes que la culpa te invade el
corazón y se te llenan los ojos de lágrimas. ¿Por qué siempre tienes que herir
a quien si está ahí para ti? Te sientes culpable porque sabes lo que has hecho,
pero eres egoísta. Sabes que jamás podrás devolverle todo lo que te ha dado,
sabes que jamás podrás quererle como te quiere. Pero a ti te hace sentir segura,
e incluso a veces te completa. Te gusta saber que cuentas con alguien.
Y lo estas haciendo, si. Algo que
siempre has criticado de tus amigas. Sabes que está ahí, omnipresente. Jamás dirá
nada, no. No se arriesgará y tú no vas a sacar el tema. Pero está; y está mucho
más que tú. También lo sabes. Tampoco lo dirás.
A veces, también, quisieras huir,
te preguntas cómo hacerlo, qué razón darías, cómo podrías terminar todo sin
hacerle daño. Pero todo son incógnitas… todo menos la certeza de que si te vas,
no hay manera de que hacerlo con elegancia, sin que nadie salga herido.
Y luego te tomas el tiempo de
imaginar tu futuro cercano sin su presencia. Parece algo inconcebible. No es
que sea parte crucial de tu vida. Pero ciertamente forma parte del ahora. Y está
bien ahí, es una pieza que encaja a la perfección. No ves razones para
deshacerte de esa pieza y dejar el espacio vacío. ¿Qué pinta ese hoyo en tu
vida? Pues nada. ¿Qué pinta él? Sonrisas, sólo eso, si. Sonrisas. Más que
suficiente, me parece.
Aunque reconozcas tu egoísmo, no
puedes dejarlo de lado. El encontrar el problema no es lo mismo que
erradicarlo. Y es que, viéndolo desde este lado del cuento, nada aquí es un
problema. Hasta que te pones en los pies del otro. Y la situación se pinta
mucho más gris, mucho menos sonriente, mucho más dramática.
No encuentras como agradecerle ni
como disculparte. Pero siempre procuras hacerlo. Dar las gracias; gracias por
estar ahí, por dar fuerzas en momentos de flaqueo, por regalar sonrisas sin
pedir nada a cambio.. por seguir ahí. Pero también has de pedir disculpas. Y es
tener que disculparte por ser egoísta, por no ser ni la mitad de buena persona
que te cree, por abusar de su cariño… por no poder darle todo lo que se merece.
Victoria B.
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