Siempre es más fácil dar consejos desde afuera del problema. Siempre es más fácil ser objetivo cuando tus sentimientos no están de por medio.
Tengo muchos casos cercanos de amigas que están/quisieran estar/podrían estar en una relación con alguien que vive a miles de kilómetros de ellas. A todas las he dicho que es una estupidez. Nunca volverá a ser lo mismo, necesitas de las experiencias del día a día, el contacto físico con la otra persona, así sea para darles una palmada en la espalda cuando dicen alguna tontería. Una de las cosas más importantes para cualquiera de nosotros, es la comida. Cuando cuadramos ver a alguien, suele haber comida de por medio. Y no poder compartir eso con tu pareja, da muchas limitaciones.
Pues sí, les he dicho que lo dejen hasta ahí, que no tiene sentido si ya no viven cerca. Les he dicho que alguno de los dos terminará saliendo con alguien más. Que saldrán lastimadas. Les he dicho que no se involucren, que no puedes conocer a alguien de quien solo sabes por la 2.0, todos tenemos un lado oculto. A todas les he dicho que esa relación, basada en conversaciones escritas y video-llamadas por skype, no puede funcionar, que lo dejen hasta ahí.
Pero hoy me veo a mi misma, involucrada -lo suficiente como para escribir esto- con alguien con quien no puedo compartir una pizza, a quien no le puedo pegar cada vez que se mete conmigo, con quien los “Muere” nunca tienen el mismo sentimiento que en persona. Y no les cuento de la diferencia de horarios, eso es lo más difícil, eso y las limitaciones del día a día. Y por su puesto también el hecho de que solo podemos hablar cuando los dos estamos en la computadora.
Y sé a ciencia cierta que tendría que parar esto, al menos mis emociones. Porque él está allá y yo aquí, porque no me dejo a mi misma ver otras posibilidades con otros hombres. Porque aún a larga distancia él logró ocupar un puesto que pensé sería difícil de reemplazar. Porque añoro sus besos de tal manera que sería mejor olvidarlos y así no tendría que necesitarlos más nunca.
¿Se han fijado lo necesario que puede ser el poder ver a los ojos a alguien? Directamente, frente a ustedes. Con todos los sentimientos desbordándose en la mirada, y que esa mirada diga todo lo que las palabras no son capaces de expresar. ¿Y se han fijado como aunque podamos ver los ojos de dicha persona en una pantalla de 17pulgadas, nunca, JAMÁS, se sentirá igual?
Mis sueños cada vez son más creativos. Mi mente está convencida de que estamos tan cerca que podríamos vernos todos los días. A veces cree que alguno de los dos está próximo a hacer un viaje, y los reencuentros son dignos de una película.
Pero cuando despierto, la nostalgia es más grande aún. Y la certeza de que es hora de salir corriendo de esta situación se desborda por mis venas… Pero hay una pequeña yo allá adentro que no quiere correr, y que se aferra a este sentimiento. Y resulta que la pequeña Victoria, es más fuerte que todo el exterior de mí misma.
Tengo muchos casos cercanos de amigas que están/quisieran estar/podrían estar en una relación con alguien que vive a miles de kilómetros de ellas. A todas las he dicho que es una estupidez. Nunca volverá a ser lo mismo, necesitas de las experiencias del día a día, el contacto físico con la otra persona, así sea para darles una palmada en la espalda cuando dicen alguna tontería. Una de las cosas más importantes para cualquiera de nosotros, es la comida. Cuando cuadramos ver a alguien, suele haber comida de por medio. Y no poder compartir eso con tu pareja, da muchas limitaciones.
Pues sí, les he dicho que lo dejen hasta ahí, que no tiene sentido si ya no viven cerca. Les he dicho que alguno de los dos terminará saliendo con alguien más. Que saldrán lastimadas. Les he dicho que no se involucren, que no puedes conocer a alguien de quien solo sabes por la 2.0, todos tenemos un lado oculto. A todas les he dicho que esa relación, basada en conversaciones escritas y video-llamadas por skype, no puede funcionar, que lo dejen hasta ahí.
Pero hoy me veo a mi misma, involucrada -lo suficiente como para escribir esto- con alguien con quien no puedo compartir una pizza, a quien no le puedo pegar cada vez que se mete conmigo, con quien los “Muere” nunca tienen el mismo sentimiento que en persona. Y no les cuento de la diferencia de horarios, eso es lo más difícil, eso y las limitaciones del día a día. Y por su puesto también el hecho de que solo podemos hablar cuando los dos estamos en la computadora.
Y sé a ciencia cierta que tendría que parar esto, al menos mis emociones. Porque él está allá y yo aquí, porque no me dejo a mi misma ver otras posibilidades con otros hombres. Porque aún a larga distancia él logró ocupar un puesto que pensé sería difícil de reemplazar. Porque añoro sus besos de tal manera que sería mejor olvidarlos y así no tendría que necesitarlos más nunca.
¿Se han fijado lo necesario que puede ser el poder ver a los ojos a alguien? Directamente, frente a ustedes. Con todos los sentimientos desbordándose en la mirada, y que esa mirada diga todo lo que las palabras no son capaces de expresar. ¿Y se han fijado como aunque podamos ver los ojos de dicha persona en una pantalla de 17pulgadas, nunca, JAMÁS, se sentirá igual?
Mis sueños cada vez son más creativos. Mi mente está convencida de que estamos tan cerca que podríamos vernos todos los días. A veces cree que alguno de los dos está próximo a hacer un viaje, y los reencuentros son dignos de una película.
Pero cuando despierto, la nostalgia es más grande aún. Y la certeza de que es hora de salir corriendo de esta situación se desborda por mis venas… Pero hay una pequeña yo allá adentro que no quiere correr, y que se aferra a este sentimiento. Y resulta que la pequeña Victoria, es más fuerte que todo el exterior de mí misma.
Así que aquí sigo, esperando con ansias volver a tener su nombre en la pantalla de mi computadora.
Victoria B.